Por Severo-Matías Moto Nsa, Presidente del Partido del
Progreso y Gobierno en el Exilio de Guinea Ecuatorial.
“Homo, hómini, lupus” (El hombre, para el hombre, lobo) dicen los latinos, tan sabios, ellos.
“¿Y cómo es que admitís a gentuza como esta, en el Partido del Progreso? ¿Sois tontos, o eso del Partido del Progreso es una broma?”
Esta es la pregunta que me dirigen algunos asistentes a la Asamblea General Extraordinaria del Partido del Progreso, que convoqué, el pasado 14 de enero, para dar cancha libre, abierta y pública al grupo de tres disidentes, sediciosos militares, y conspiradores que tramaban (siguen tramando…) en secreto, mi destitución, inhabilitación y expulsión del Partido del Progreso de Guinea Ecuatorial. Sus nombres han sido expuestos, suficientemente, en estas páginas. Me libro de incidir en ello.
Ni somos tontos; ni mucho menos lo del Partido del Progreso es una broma.
PUERTAS ABIERTAS, DE IDA Y VUELTA
Desde el mismísimo día 25 de Febrero de 1983, (vamos a cumplir 29 años) en que presenté en público al Partido del Progreso de Guinea Ecuatorial, en el Club Internacional de Prensa de Madrid, flanqueado, a un lado, por nuestro llorado, Don Fernando ETUBA MAYOKO ; y, luego, a otro lado, por el dinámico e incombustible compañero de viaje, Don Armengol ENGONGA ONDO, el Partido del Progreso de Guinea Ecuatorial ha sido siempre una puerta ampliamente abierta a todo el que, pensando en la necesidad, derecho o deber de hacer de Guinea Ecuatorial, un país normal (social, cultural, política, económica y democráticamente), deciden sumarse al gran proyecto del Partido del Progreso.
El haber decidido, YO, que el Partido del Progreso fuera un PARTIDO POLITICO y no un MOVIMIENTO que se disuelva a impulsos de cualquier contingencia; pero, sobre todo, haber decidido, YO, que el Partido del Progreso tuviera por ideología política, por doctrina política, por senda y modelo a seguir, la Democracia Cristiana (hoy, Democracia de Centro) esa decisión inquebrantable, inamovible e insoslayable, ha sido, y es, la única prueba a la que deberían y deben someterse quienes se deciden a sumarse a las filas del Partido del Progreso de Guinea Ecuatorial. Reconozco que puedo haberme pasado de inocentón, bonachón o ingenuo, al no exigir el conocimiento, comunión y adhesión a la Democracia Cristiana, como “conditio sine qua non” para ser aceptado como miembro del Partido del Progreso de Guinea Ecuatorial. Reconozco que el poco cuidado y criba de la militancia ha sido tan grave que, hasta declarados confesionales de otras ideologías políticas absolutamente opuestas y belicosas con la Democracia Cristiana, se han colado entre nuestras filas. Nada tan feliz, para mí, que el hecho de que, en los 29 años de existencia del Partido del Progreso (D.C.) quienes se ha visto incómodos con la Democracia Cristiana que rezuma el Partido del Progreso y hayan decidido largarse de nuestras filas, lo hayan hecho, sin apenas ruido innecesario; o con el ruido justo para merecer y obtener la carta de integración en las filas del P.D.G.E. (antítesis del Partido del Progreso; y cuya ideología, nadie -ni el propio presidente Obiang Nguema -conoce). Pero nada tan incómodo y triste como tener que invitar a abandonarnos a quienes, sabiéndose incómodos y fuera de sitio, en el Partido del Progreso, creen que deben dejar tierra quemada a la hora de abandonarnos.
AFRICA (GUINEA ECUATORIAL) Y LAS IDEOLOGÍAS POLÍTICAS…
Nuestra África; importantes y significados líderes políticos de nuestro continente, de Guinea Ecuatorial, siguen creyendo que en África no caben ni se trata de marcarse una ideología para hacer política, como en la Europa -a la vez, tan imitada y protectora, como “rechazada”…-
La Asamblea General Extraordinaria que convocamos, y celebramos el pasado 14 de enero, nos sirvió para constatar que, efectivamente, los hay en nuestro Partido, en el Partido del Progreso, quienes hacen lo que en latín se dice: “Bene curris, sed extra viam” (Corres bien; pero fuera de camino”) Simplemente los hay que se han equivocado de camino, afiliándose al Partido del Progreso, cuando su ideología (el modelo ideológico de este Partido para hacer Guinea Ecuatorial) no coincide con sus intereses, apetencia y ambiciones.
Cuando eso suceda por desconocimiento o falta de capacidad para discernir, diferenciar y distinguir, por ejemplo, entre el socialismo o “socialdemocracia” y la democracia cristiana; entre la izquierda y la derecha o centroderecha, todavía cabrá utilizar las queridas Aulas Democráticas del Partido del Progreso, para educar, en la Democracia Cristiana, a los que no entienden… Pero no quedará más remedio que expulsar a quienes, siendo convencidos militantes de otras ideologías políticas y especialmente beligerantes con nuestra ideología política democristiana, se nos cuelen en nuestras filas políticas, del Partido el Progreso, para servir de instrumentos del dictador Obiang Nguema y de sus grandes y poderosos apoyos extranjeros (incluidos los españoles) para desmontar el sólido entramado político del Partido del Progreso; ese gran trasatlántico político, anclado en el alma profunda del pueblo guineo; a la espera de la libertad, en el post-Obiang.
El Partido del Progreso de Guinea Ecuatorial, de ideología política demócrata cristiana, es un test, una prueba para medir, no solo a los que ya militamos en él; sino, sobre todo, para quienes deciden sumarse a él; o, al sentirse, incómodos, cogen y se van.
¿DE QUIEN ES ESE NIÑO…?
Ya son 29 años, después de haberlo creado el en el exilio, en España (25 de Febrero 1983); haberlo llevado, dos veces, a Guinea Ecuatorial, para solicitar su reconocimiento o legalización (1988 y 1992); haber conquistado su legalización (Octubre de 1992); haber dejado girones de mi vida y la de numerosos militantes guineos, tanto en Guinea Ecuatorial como en mi triste exilio, en España; Haber desafiado a la dictadura, dentro del país, durante cuatro tristes y dolorosos años (1992-1996); haber sacudido a la dictadura de Obiang Nguema, en las elecciones Legislativas de 1993; y haber vapuleado a la dictadura en las Municipales de 1995…
Como político, cristiano, católico, apostólico, romano, de Guinea Ecuatorial, y ante escenarios como el sucedido en el seno de la Asamblea General Extraordinaria del Partido del Progreso, que convoqué del 14 de Enero pasado; al mirar al Partido del Progreso y su misión a cumplir en Guinea Ecuatorial, me siento como la madre del gran JUICIO DEL REY SALOMÓN. ¿Se acuerdan de lo que hizo el Rey Salomón, para saber de quién era el hijo disputado por dos mujeres…? (¡Bueno, ya sé que eso del Evangelio, la Biblia, la Iglesia, Dios, ya ha pasado de moda… donde se mueve tanto dinero sucio, corruptos y sobornador, como en la Guinea Ecuatorial de Obiang Nguema!)
El Rey Salomón decidió que al niño lo partieran por la mitad y se diera una parte a cada una de las mujeres que lo reclamaban. Una de ellas aceptó, encantada, la decisión del Rey. La otra, rota en lágrimas de dolor y ternura, decidió que entregaran, entero, el niño, a la otra; antes que ver muerto y partido por la mitad al niño. ¿A quién entregó el sabio Rey Salomón al niño, vivo y entero?
Solo el gran pueblo guineano es el genuino “Rey Salomón” que deberá decidir a quién se entrega el niño llamado: Partido del Progreso de Guinea Ecuatorial.
Esta historia de partir por la mitad, o en más trozos, al Partido del Progreso, o a otros partidos de la oposición guineana… Me parece que le suena mucho a Obiang Nguema y sus lobbies extranjeros.