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http://www.tribuna.net/noticia/57926/OPINI%C3%93N/charo-orgaz-vida-pobre-vos-rico-opul%C3%B3n.htmlDesde que el españolista Rodríguez Zapatero agarrara el sillón de la presidencia (somos el culo de Europa detrás de un peñón) y entregara la cartera ministerial de Trabajo-Asuntos Sociales al bejarano Caldera, tuve muy claro que el grosor superlativo de las cejas del mandatario leonés no le dejaría ver las copas de los árboles. No me equivoqué. “El dorado está en el Golfo, porque Guinea Ecuatorial es el país más rico de África”, argumentaba entonces el cuestionado presidente mientras miles de pobladores se colaban, clandestinamente, en España huyendo de la hambruna y de las garras de un dictador con inclinaciones, presuntamente, al canibalismo. Verdad o mentira, lo cierto es que desde que Zapatero se hizo con el poder, más de 8 millones de extranjeros han invadido el país apoyados por una operación reclamo vergonzosa. Mientras, los políticos se pasaban por el bigote las advertencias del Banco de España sobre las nefastas consecuencias del aparente delirio de grandeza del presidente y sus mariachis. Es más, la mitomanía de los adosados a la rosa y al capullo de alelí, les llevó a asomar sus bembas por las pantallas de las televisiones para desmentir la penuria que se avecinaba, colocando tildes en unos brotes verdes que han resultado ser pedruscos más duros que el careto de todos ellos. Y ahí les tienen, gesticulando a cuello prieto como daltónicos que confunden el tubérculo con el ver-tu-culo, quitando ceros a las verdaderas cifras del paro forzoso, mirando al dorado futuro que les espera el día que les den una patada allá donde la espalda pierde su nombre decente. España está viviendo un estado de indigencia de posguerra (los ricos, más ricos y los pobres luchando contra un mar de confusiones) y son miles los pobladores que se ven obligados a rebuscar comida en los contenedores de basura. En el aquí y ahora, decir que prescindir de la calefacción, del teléfono fijo, de la plancha, del horno, del lavaplatos, de la aspiradora y otros… es una realidad para esta periodista incorruptible, como lo será en breve la entrada en vigor del candil libertario que plante cara a la factura inmisericorde de la luz eléctrica. ¿A esto lo llaman primer mundo? ¡Más vale morir de pie que vivir arrodillado!