viernes, 13 de octubre de 2023

LA OPOSICION EXILIADA SE CONCENTRA ESTE 12 DE OCTUBRE EN MADRID PARA DENUNCIAR LOS ASESINATOS DE LA FAMILIA OBIANG


En la plaza de España, Madrid, la capital de España, y bajo un espléndido sol, impropio de estas fechas, una vez mas volvimos a salir a la calle los guineanos exiliados, clamando por el fin de la dictadura asesina en Guinea Ecuatorial y por el advenimiento de la democracia. No han importados las amenazas del régimen (en las personas de los familiares que viven dentro), ni las dificultades económicas, ni la 

dispersión geográfica de los participantes, ni incluso los intentos de compra por parte del régimen (como viene siendo frecuente): todos sabíamos que a pesar de todos las zancadillas y los inconvenientes teníamos que estar allí para

defender a nuestro pueblo y para detener la barbarie que se cierne sobre los guineanos a manos de la familia Obiang.  
Entre los asistentes había mucho rabia y dolor contenido. Cada uno de nosotros tenía algún familiar muerto, torturado o en la cárcel, a manos de un régimen torturador y asesino, impropio de este tiempo. 

Gritamos alto y claro, enumerando a las miles de víctimas de una particular y anómala locura que está ocurriendo en nuestro país y que la comunidad internacional, muchos políticos y algunos países parecen no querer advertir. 

Gracias a la buena organización del acto, y que desde este Confidencial quereos agradecer a todos los que han estado trabajando duramente en su organización, cada uno de los asistentes tuvo la oportunidad de coger el micrófono y expresar sus puntos de vista y sus sentimientos, ante los presentes y ante el mundo entero. 

Un nutrido grupo directivos del Partido del Partido del Progreso también quisieron estar presentes en esta cita. Su Presidente del Partido, Armengol Engonga quiso poner su granito de arena, con una intervención clara y explícitamente comprometida en favor de la desaparición de la dictadura y por la llegada (en el pos Obiang) de un periodo de transición a la democracia, protagonizado por todos los guineanos.
A las dos de la tarde nos fuimos recogiendo con la gran sensación del deber cumplido. Un año mas nuestro pueblo sigue sufriendo y nosotros  habíamos estado allí para dar testimonio de ello.