En una entrevista ofrecida a
uno de tantos medios de información extranjeros, alimentados y subvencionados
por la corrupción que supura el dictador equató y su régimen, dicen que ha
declarado:
“TRANSICIÓN FELIZ…” (¿A LA
OTRA VIDA?)
“Quiero una transición feliz,
no una guera”
Y pronunció la palabra
“guerra” con una sola “r”; signo de mentira y de falsedad.
Esto afirmó-dicen- Obiang, de
85 años, cerca de 50 de los cuales, ha estado en el tuétano del poder- en
el transcurso de la ceremonia de “felicitaciones” que le
ofrecían militantes de su partido, funcionarios y público
en general... (¡¡MENTIRA¡¡)
Tan mentira es esa afirmación
que, tras tomar el poder por fuerza militar, es consciente de que solo otro
golpe (en familia) igual que el suyo acabará con él. Por lo tanto, está en
permanente estado de guerra; aunque, sí, es muy cierto que, como lo asegura, le
gustaría tener una transición… (¿a la otra vida…?) feliz. De transición
pacífica a la democracia: ¡¡¡NADA de NADA!!!
LA MENTIRA VIOLENTA,
COMPULSIVA Y CONTAGIOSA
Casi a punto de cumplir
cincuenta años de nuestra independencia, la MENTIRA, ejercida con violencia, de
forma compulsiva, y contagiada por el dictador al resto del país, se ha
constituido en el gran refugio de todos los que a él se acercan. Tan es así de
cierto que decir la VERDAD en Guinea Ecuatorial, es una ofensa para el
régimen…¡Es contradecir al régimen!
Maestro y estratega compulsivo
y contagioso de la mentira, el dictador octogenario de Guinea Ecuatorial ha
soltado, en las referidas declaraciones, la misma frase mentirosa, con la que
se atrajo los arrumacos y besos de los apoyos a su golpe de estado del 3 de
agosto de 1979. Dijo entonces: “No he dado el golpe para quedarme; al cabo
de un tiempo entregaré el poder a los civiles y volveré a mis campamentos
…” (¡MENTIRA!)
Tan mentirosa fue esa “bella”
declaración, que apenas unos meses después, soltó otra frase más real, y
que viene cumpliendo a rajatabla: “¡Yo he tomado el poder, por un golpe de
estado! ¡El que quiera el poder, que haga lo mismo!” (¡VERDAD!)
Tan verdad, que, ya antes de
ser presidente, y desde su privilegiado puesto de Jefe de cárceles del país,
ejerció de taimado, falso y mentiroso “anti-golpista”; acusando
sistemáticamente a sus posibles rivales, de intentar golpes de estado,
tras los que él mismo se movía, sacrificándolos despiadadamente; y a la vez que
acusa a otros, de golpes de estado, también sabe que solo un golpe certero será
la única razón y justificación, para él, de abandonar la dictadura. Por eso
tiene al país sometido a un estado permanente de golpe de estado, al
considerarlo en su doble vertiente, de ser la manera de quitarle del poder y
también la manera de evitarlo, acusando a troche y moche y de forma periódica a
los considerados enemigos suyos.
EXACTAMENTE IGUAL QUE EL GOLPE
FAMILIAR DEL 3 DE AGOSTO de 1979…
Asentado en su rotunda
afirmación de que nunca dejará el poder, si no es por un golpe de estado;
reforzado, en este propósito, por los apoyos de los que se alimentan de su
estado de corrupción, el dictador se burla y se ríe, a carcajada sonora, de
quienes le piden, proponen y esperan en las llamadas “Mesa de diálogo” a
las que tanto miedo tiene, como se niega, con prepotencia a dar sentido a
dichas mesas de diálogo.
Pillado y sorprendido, una y
otra vez, como en tantas otras ocasiones, por una asonada interna de su propio
clan, milimétrica y miméticamente parecida a la que le llevó al poder el 3 de
agosto de 1979; y tras 39 años de cumplir su propósito de no abandonar el poder
si no es por un golpe de estado; hoy, el tirano cruel e inmisericorde asegura,
atrapado en el miedo, y mientras fríe, a palos, a una larga cadena de detenidos
en las mazmorras de la policía, asegura a sus medios africanos y extranjeros:
“No estoy en el poder porque
quiera estarlo. Cuando queráis no tenéis más que decirme :“Presidente,
ya has trabajado bastante” y yo me iré.”, dicen los medios
que añadió el presidente Obiang, en unas declaraciones que
han sido difundidas por la televisión del Estado. (¡¡MENTIRA!!)
Tan mentira es esta afirmación
tan tiznada de miedo y cobardía a la vez que de falsedad, que se contradice
frontalmente con la afirmación de que no dejará el poder si no es por un golpe
de estado. Lo demuestra de forma inconfundible y sincera cuando afirma que: “Las
elecciones las convoco yo, para ganarlas yo”. Lo deja de forma palmaria e
incontrovertible cada vez que se burla de sus convocatorias de mesas de diálogo
(Dice que ha convocado 5) que al final solo sirven –lo saben hasta sus
protectores extranjeros- para ver quién se niega a asistir y obedecer sus “sabias
orientaciones”
“Cuando queráis no tenéis más
que decirme: Presidente, ya has trabajado bastante y yo me iré” (¡MENTIRA!)
¿A dónde va a ir nuestro
presidente? ¿Nos va a dejar sin sus sabias orientaciones?
Su primer ministro Pascualín
OBAM-LEGÜM, recibe siempre, las palabras de su presidente, cantando
litúrgicamente: “¡¡¡Tu palabra me da vida, confío en ti, señor!!!”
Algún día, alguien, en serio,
le dirá eso que el propio dictador aconseja que le digan: “Presidente, ya
has trabajado mucho…” El pueblo guineano
se lo viene diciendo, pacífica,
humilde y educadamente en cada elección fraudulenta que convoca para ganar, él.
Ahora solo falta que le digan
de verdad:
Presidente, ya ha trabajado
bastante, ¡¡¡ahora, vete a hacer puñetas!!!
Naturalmente que no se irá;
sino que, cabreado, denunciará otro intento de golpe de estado, para seguir
matando y sacrificando cuerpos para alentar su propósito de eternizarse en el
poder. Hasta lograr una “transición feliz…”
N.B.
Los periodistas que han
trabajado en el entorno del dictador de Guinea Ecuatorial, conocen muy bien las
tristes consecuencias (Cese fulminante, incluido) de comentar y glosar las
declaraciones del dictador de Guinea Ecuatorial:
“¡¡¡Yo
no he dicho que comentes mis palabras!!!” -le gritaba, amenazante, el dictador,
a los periodistas que “cometían el error” de comentar -bien o mal- sus
declaraciones; especialmente en los días y meses siguientes al golpe de estado
del 3 de agosto de 1979. Comentar sus declaraciones era una forma de
comprometerle a cumplirlas; si eran, de alguna manera, favorables al anunciado
golpe de libertad” de (MENTIRA)