Por Damian Mutu, ex militar y directivo del Partido del Progreso
Algunos políticos guineanos, a través de los partidos, están
demostrando interés y haciendo un gran trabajo para que Obiang Nguema y su familia se vaya del
poder. Ahora le toca hacer lo mismo al Ejército. Nuestro uniformados tienen que
ser conscientes del desprecio, la
falta de consideración, el empobrecimiento y toda la tragedia por la que
estamos pasando todos los guineanos con esta dictadura. Obiang sigue demostrando con sus
acciones no ser hijo de Guinea Ecuatorial. Invito al militar guineo ecuatoriano
a leer y a informarse sobre todo lo que ocurre a su alrededor. El hambre nos
puede cegar a todos si no trabajamos para comer, nos puede debilitar cuando
comemos y no alimentarse, cumplir ordenas por miedo y no respetar.
Guinea ecuatorial está en manos equivocadas, en personas sin
interés ni compromiso y, sobre todo, en manos extranjeras. El ejército no puede
mirar para otro lado, siendo la misión el juramento a la Bandera Nacional: el
"JURO POR MI HONOR DEFENDER A GUINEA ECUATORIAL HASTA LA ÚLTIMA GOTA DE MI
SANGRE", defender a Guinea de sus enemigos, es evitar todo lo que hoy en
día está pasando en nuestro país.
Toda la riqueza de Guinea Ecuatorial la reparten sin
justificación. El dinero, de lo poco que ingresan en las arcas del Estado, lo
reparten al margen del pueblo. El Ejército tiene que estar informado de todo y
entender qué maniobras de Obiang y familia perjudican a la vida nacional.
Teodoro Obiang Nguema, desde hace mucho tiempo, ha sabido utilizar el
"divide y vencerás". Cuando era Río Muni (Región Continental),
Fernando Poo (Región Insular), Anobón (Pagalu), Corisco y las Islas adyacentes.
El Gabonés nos ha dividido en Wele Nzas, Kie Ntem, Litoral, Centro Sur, Bioko Norte y Sur, todo ello en
beneficio del Extranjero Obiang Nguema para enfrentarnos a unos contra otros.
Bubis contra fang, Ntumu contra Okack. Este barullo sólo puede ponerlo en el
orden el Ejercito; un Ejército que a su vez está hoy tomado y acorralado por
fuerzas extranjeras de Uganda, Zimbawe, Gambia y por inspectores también
expatriados y considerados como mercenarios.
Cuando el militar guineano no puede alimentarse a sí mismo
durante un mes, con sueldos de miseria, nos llega la información de que la fuerza estacionada cobra
por mes unos 6000€ (4.000.000) Fcf. Obiang y su familia han sacado del país
todo lo que han podido y han querido y esto no puede continuar así. El Ejército
no puede estar al margen, cuando Guinea nos necesita en estos momentos. Los políticos
civiles han hecho lo que han podido: Nbañe en paradero desconocido, Kiosi sin
solución y Cocoteros Cangue. La integridad nacional en juego y con grupo de
uniformados maltratando a su población que todos los días reciben ordenes de
Matar y cortar tendones y sin más.¿ Dónde va Guinea Ecuatorial?