FUENTE: http://valordeley.blogspot.com/2011/02/nuestro-hijo-de-puta.html
Bono, el nuestro, se fue a hacer las Áfricas acompañado de lo más florido de la política española: Durán i Lleida (a quien la masa mes tras mes elige como su político más valorado: católico e independentista... digno de los españolitos) y Aristegui (nuestro más que probable Ministro de Exteriores). No llegaron muy lejos en su viaje por las Áfricas, hasta la ex colonia guineana.
Bono es tan irrelevante (gracias a Dios) que ya solo vale para agasajar o que lo agasajen dictadores. Al de la Guinea española le regaló que tenemos más cosas en común que diferencias (las tendrá él... a lo mejor). No sabemos si Obiang le regaló algo a la troika hispana. Parece que con la boca pequeña hablaron de derechos humanos pero lo que querían era acuerdos económicos. Todo bien. La población española tampoco se ha indignado. Esa que clama al cielo con el Sáhara Occidental y Marruecos.
Pero por qué Sáhara sí e indiferencia con Guinea.
1. Los guineanos son más negros que los saharauies. Menos nosotros, pensará Bono. Así que, o tienen un buen dictador, o pueden acabar comiéndose entre ellos o a algún misionero o monjita. Los negros, desde esta perspectiva, pueden ser buenos (convertibles al catolicismo) o malos (caníbales) pero no seres complejos como los europeos.
2. Maurofobia. Realmente no importa el Sáhara Occidental sino el miedo y el asco que los españoles tienen a los moros. A pesar de Américo Castro, España se hizo contra el moro en una Reconquista que duró ocho siglos. Desde entonces, y con añadidos como "los moros de Franco" ha ocupado un lugar preferente en nuestros sueños y pesadillas.
Madariaga dedicó un par de libros (que sepa) al tema. Marruecos entonces es el enemigo y los demás nuestros amigos.
Aquí hablo de la población española, porque Bono, el Rey, Zapatero y compañía se muestran cómodos entre dictadores (también la nueva Ministra que llegó a decir el otro día que en Marruecos no ocurrirá lo que en Túnez porque su Rey ya ha hecho las Reformas; la misma Ministra mostró su apoyo a la Clinton por cerrar Guantánamo: imagino a la norteamericana partiéndose de risa mientras se lo cuenta a un amigo: "vino una española a decirme que estaba conmigo a muerte con Guantánamo... entonces me quedé tranquila".
Bono piensa como en su momento Roosevelt (no los estoy comparando, más quisiera el español): "Puede que sea un hijo de puta, pero es nuestro hijo de puta".
En España prima la economía en las relaciones internacionales, no los derechos humanos. Tal vez deba ser así: pero no sé yo si los tunecinos, los egipcios, los marroquíes cuando se liberen, los palestinos, los cubanos estarán dispuestos a hacer negocios con nosotros cuando derriben a sus dictadores. Deberíamos pensarlo.
Publicado por Jaime Parra