NO ES ACONSEJABLE “PINCHAR” A LAS MUJERES DEL PRESIDENTE DE GUINEA ECUATORIAL
COMENTARIO.
Entre los múltiples motivos y razones “gravísimas” que adujeron en su abultado informe los Servicios Secretos españoles, las Comisarías de Información y otros numerosos informadores incluso particulares, para que el Gobierno de Zapatero despoyera a Severo Moto de su “estatus” de asilo político, se decía que el líder político guineano, acogido al asilo en España, era “un peligro para la seguridad de España y para los intereses de España en Guinea Ecuatorial.” El Tribunal Supremo español, como todo el mundo sabe, resolvió el recurso presentado por Moto Nsa, desmintiendo, no solo estos alegatos, sino también los que le acusaban de “golpista” y “terrorista”. Y a Severo Moto le fue devuelto el asilo político al que sigue acogido.
La noticia de la desaparición de Don Martín Prieto de la Dirección de la revista LA GACETA presidida por Agustín Nse Nfumu (Embajador de Obiang Nguema en Londres) no es nada baladí ni fácil de pasar por alto.
Dicen que Martín Prieto fue cesado fulminantemente de la directiva de LA GACETA por “corrupción y malversación de fondos” de la revista.
Anunciado oficialmente este motivo y razón, no ha tardado de aparecer entre los pañales del rumor y la sospecha, en las que nacen, crecen, se desarrollan y viven prácticamente todas las noticias gubernamentales, políticas económicas sociales, amorosas y de guerra, de Guinea Ecuatorial.
En efecto el cese de Martín Prieto y los motivos de corrupción y malversación de fondos, viene rodeado de un asunto “rosa”, muy digno de la televisión más rosa de España. Resulta que ya en las páginas web de Guinea Ecuatorial… han empezado a aparecer noticias como esta:
“El director de LA GACETA de Guinea Ecuatorial (o sea, LA GACETA de Agustín Nsé Nfúmu-Obiang Nguema) ha “PINCHADO” a la mujer del Presidente de Guinea Ecuatorial, General Obiang Nguema; y tiene ahora grandes problemas en el país.
“PINCHAR” a una mujer, en el castellano equatorguineano de Obiang Nguema, significa, ni más ni menos que “fornicar”, en su más laxa acepción de utilización sexual de un hombre a una mujer). En la Guinea colonial, de aquellos tiempos, los españoles (europeos) el término “PINCHAR” siempre estuvo ligado a la utilización de una “MÍNINGA”. Este otro término, tan digno y respetado en el mundo fang (“MNGHÁ) como, referencia a la mujer en general, casada, digna, callejera o ramera, fue exclusivamente destinado a la mujer suelta, callejera, fácil y de uso sexual intrascendente, por los colonos españoles. Es fácil –se quejan muchas de las mujeres dignas, casadas, esposas y fieles cónyuges- que los colonos, “se pasaran” fácilmente y consideraran a todas las negras como “MÍNINGAS”.
En la Guinea Ecuatorial montada por Obiang Nguema, la mujer guineana es una pieza netamente consagrada al uso sexual libre e intrascendente para el hombre. Y cuanto más poderoso, económicamente; o cuanto más blanco y extranjero o español sea el hombre, el peligro de caer en esa trampa de utilización fácil de la mujer (bajo pago de cantidades irrisorias y ridículas), es mayor.
A pesar de ser esa sociedad tan permisiva al uso fácil de la mujer por el hombre; a pesar de la inveterada y contumaz costumbre de poligamia; la utilizan fácilmente blancos extranjeros; aunque solo lo achacan como insulto, a los guineanos (dicen que Obiang Nguema tiene como mínimo, para su uso directo, exclusivo y particular, como Presidente, al menos 24 mujeres y cuarenta hijos…; sin embargo, son los polígamos los más duros y recalcitrantes celosos por las mujeres acumuladas en su entorno. Parecería imposible pensar que un solo hombre, por más Presidente de Guinea Ecuatorial que sea, fuera capaz de controlar a, por ejemplo, 24 mujeres, como las tiene Obiang Nguema , esparcidas por todo el país (y evitar que se convierta más de una, en MÍNINGAS fáciles para cualquier “apretado”; sea blanco o negro.