ABAGA. Espacios Europeos
Juan Tomás Ávila Laurel, que empezó una huelga de hambre el pasado viernes en Guinea Ecuatorial durante la estancia de la delegación española de diputados, encabezada por el presidente del Congreso, José Bono, ha abandonado, alegando que “No es que arroje la toalla, arrojo una y cojo otra”.
Juan Tomás Ávila Laurel, escritor y profesor o monitor en el Centro Cultural Español de Malabo ha abandonado esta mañana la huelga de hambre que comenzó en Guinea Ecuatorial el pasado viernes.
A principios de esta semana, Ávila Laurel aterrizó en el aeropuerto internacional de Barajas, y después a Barcelona, gracias a los auspicios de la embajada de España en Malabo, pues como dijimos, España no quiere que la huelga de hambre que lleva a cabo el guineano Juan Tomás Ávila acabe con Obiang Nguema.
En el transcurso de una rueda de prensa, Ávila Laurel dijo que “cree que se deberían dar otras condiciones para continuar“, aunque no sabemos a cuáles se refiere, pues en España nadie le iba a detener ni a obligarle a comer ni a torturarle.
Su enigmático “no arrojo la toalla, arrojo una y cojo otra”, nos ha dejado sumamente pensativos.
Ahora, todos a quitar de Internet, carteles, mensajes de apoyo y demás. Mañana es otro día y la vida es muy dura.
Las huelgas de Hambre no son una broma.