Por Juan Cuevas
No se puede entender, que los ingentes
ingresos procedentes del petróleo, en estos
últimos años, no hayan servido para mejorar la agricultura, por el
contrario, esta se ha ido abandonando año tras año, hasta entrar en una
situación de marginalidad y subsistencia.
¿Cómo es posible que la contribución de
la agricultura a la economía, suponga actualmente solo el 3 % del PIB
y que la población dependiente directamente de ésta, se eleve al
68 %?. Estos datos tan escandalosos, avalan lo que en el Gobierno en
el Exilio, siempre hemos estado denunciando: que un alto porcentaje de la
población esté totalmente marginada, en favor de una minoría
Otro dato que evidencia la situación de abandono
en la agricultura, es que sólo se encuentran bajo cultivo el 26 % (220.000
Has.) de las 850.000 Has. potencialmente agrícolas. Y de esta
superficie en cultivo, cerca del 20%, corresponden a las plantaciones de cacao
y café, en manos de compañías extranjeras, principalmente españolas.
Pese al potencial
agrícola descrito, el balance comercial de este sector es claramente
deficitario. Se estima que la producción nacional agrícola no satisface
más del 30%, de la demanda interna, el resto se cubre con importaciones,
principalmente de Camerúm. Por ejemplo, GE importa alimentos básicos como:
arroz, trigo, leche, carne de pollo, azúcar, etc. Según datos de estudios
serios, el déficit agrícola se ha multiplicado por 3, en los últimos 10 años.
La mayor parte de
esta agricultura es de subsistencia, muy atrasada, sin la utilización de
fertilizantes y con pocas técnicas modernas de cultivo. Se trata de una
agricultura extensiva, con cultivos tradicionales como, yuca , ñame,
cacahuete, malanga, etc. Sus suelos sólo son productivos un máximo de 2 años y
han de dejarse de 5 a 10 años de barbecho.
Al entrar en la
página Oficial del Gobierno de Guinea Ecuatorial, y examinar toda la
cantidad de altos cargos que engloba a este sector, quedamos atónitos. Existe
el correspondiente Ministro de Agricultura y Bosques; el de Medio Ambiente y
Pesca; el Viceministro de Agricultura y bosques; el otro Viceministro de Medio
Ambiente y Pesca; el Consejero de Pesca y Medio Ambiente; el otro Consejero de
Agricultura y Montes; ocho Directores Generales de agricultura y un Inspector
General del Ministerio de Agricultura.
Si lo comparamos
con España, cuya agricultura es 15 veces superior a la de Guinea Ecuatorial,
comprobamos la existencia de un solo ministerio, que engloba a la Agricultura,
el Medio Marino y el Medio Ambiente, con sus correspondientes Directores
Generales.
Toda esta
sobredimensión de altos cargos dedicados a la agricultura no ha solucionado
para nada el problema, bien al contrario, sigue empeorando. Esto evidencia
el fiel reflejo de la ineficacia e incompetencia, de un gobierno en
declive, que sólo piensa en la forma de enriquecerse ellos mismos y
su entorno próximo.
Frente a todo
este cúmulo de despropósitos, existe un trabajo callado y minucioso por parte
del
Gobierno en el Exilio, que ve en la
agricultura y en la ganadería, la más eficaz forma de cubrir las necesidades
básicas alimentarias de los ecuatoguineanos, con productos de calidad y
sin
tener que depender de terceros
países. Para poder conseguir estos objetivos, hay que tomar medidas como:
- La introducción de nuevas
técnicas de cultivo y explotación de ganado (fertilizantes, riego por goteo,
nuevas variedades, empleo de grandes cantidades de materia orgánica y el
engorde intensivo de animales), que
lleven a la modernización de todas las explotaciones.
- Poner en manos de los
ecuatoguineanos, mediante una reforma agraria profunda, las tierras de cultivo
abandonadas y aquellas otras que les fueron arrebatadas injustamente.
- Dedicar un porcentaje importante,
de los ingresos del petroleo, a la mejora del sector agrario.
- Creación de plantas de
compostaje, que aprovechen los resíduos orgánicos industriales, los domésticos,
los de la actividad agrícola y los detritus del bosque, para convertirlos en
abono orgánico, necesario para los cultivos.
- Una labor sería de investigación
y divulgación de nuevas técnicas y cultivos, al servicio del agricultor.
- Disponer de créditos bancarios y
subvenciones estatales, destinadas a los agricultores.
- Creación de un mercado de
productos, al alcance del agricultor (semillas, abonos, maquinaria,
herramientas y aparatos diversos),
para mejorar la actividad agrícola.
- La creación de mercados en
origen y en destino, que den salida a los productos agrarios ,
poniéndolos fácilmente a
disposición de la población.
Con todas estas
medidas, se prentende que los guineanos se incorporen a la agricultura como
auténticos empresarios, y no como
simples braceros de grandes plantaciones dirigidas por otros empresarios extranjeros.