sábado, 24 de agosto de 2024

La Herencia Envenenada de Obiang: Guinea Ecuatorial en la Encrucijada

Por Armengol Engonga Ondo. Presidente del Partido del Progreso de Guinea Ecuatorial

 


Aunque estemos en pleno agosto, un mes tradicionalmente marcado por el estío y el descanso, Guinea Ecuatorial ha captado la atención internacional, tanto en los medios de comunicación como en la opinión pública global. El país se encuentra en medio de una tormenta política y social que revela las profundas contradicciones y la grave crisis que enfrenta el régimen dictatorial de Teodoro Obiang Nguema Mbasogo.

 


Recientemente, el dictador Obiang lanzó duras críticas contra su propio gobierno saliente, calificándolos de incompetentes y responsabilizándolos por la falta de soluciones a los problemas crónicos que aquejan al país. Sin embargo, en una maniobra tan predecible como absurda, menos de un mes después, ha reincorporado a los mismos funcionarios que había descalificado, demostrando la falta de coherencia y seriedad en la gestión del país.

 


En un sistema donde la corrupción sistémica y la incompetencia manifiesta son la norma, la mediocridad es recompensada en lugar de ser castigada. El régimen de Obiang Nguema se ha convertido en una máquina que devora lentamente a sus propios integrantes, mientras observamos con asombro la incapacidad de estos para enfrentarse a la degradación constante de la nación. El último movimiento político del dictador, tan absurdo como intentar cuadrar un círculo, ha desatado una crisis latente que se ha gestado durante años dentro de su propia familia.

 


El conflicto interno en la familia Obiang ha salido a la luz pública con una intensidad sin precedentes. Teodorín Nguema Obiang, vicepresidente y posible sucesor de su padre, ha excluido a su hermanastro Gabriel Mbega Obiang Lima, quien durante más de dos décadas fue el todopoderoso ministro de Hidrocarburos. Este último, ahora marginado y sin acceso al poder y al dinero, ha sido apartado de la escena política en un movimiento que refleja las tensiones y rivalidades dentro del clan familiar.

 


Por otro lado, otro de los hijos del dictador, Ruslan Obiang Nsue, exdirector general de la compañía aérea Ceiba, se encuentra actualmente encarcelado. Se le acusa de haber vendido un avión completo a compradores en las Islas Canarias, apropiándose del dinero de la venta. Su hermano, Teodorín, pide una sentencia de 18 años de prisión firme para él, lo que subraya la crueldad y la falta de escrúpulos que caracterizan las luchas internas por el poder dentro de la familia.

 


Teodoro Obiang Nguema, en los estertores de su largo mandato, está dejando a su familia y al pueblo de Guinea Ecuatorial una herencia envenenada y caótica. Mientras el presidente no reconozca que el verdadero problema del país radica en su propia figura y en su régimen dictatorial, nuestra nación seguirá en un declive inevitable. Guinea Ecuatorial se enfrenta al fracaso y a la irrelevancia como Estado, un destino trágico que solo podrá evitarse con la exclusión del dictador y su familia del liderazgo nacional.

 


En medio de esta crisis, no podemos dejar de mencionar a la primera dama y "dictadora consorte", Doña Constancia Mangue, quien el pasado 20 de agosto celebró su cumpleaños con gran ostentación, sin escatimar gastos, en un momento en el que el país atraviesa una grave crisis económica. Su actitud, un reflejo del desprecio hacia el sufrimiento del pueblo, es un ejemplo palpable de lo que no debe ser la conducta de los líderes en tiempos de dificultad.



Ante tanta tensión y crisis política y económica, es más urgente que nunca la liberación de todos los presos políticos y el inicio de una transición política en Guinea Ecuatorial.