Acumular a gran parte de la población en las grandes ciudades del país, obligados a malvivir en barrios lumpen y sin mínimas condiciones higiénicas, en busca de un empleo que nunca encuentran, es colocarle los palos a las ruedas para el desarrollo del país.
Evidentemente no podemos limitarnos a criticar y lamentar la mala gestión que la dictadura ha hecho con los recursos de nuestro país, hay que dar soluciones alternativas y viables, esto es opositar. El simple quítate que me pongo yo, no es la opción a la actual dictadura, ni mucho menos el deseo de nuestro pueblo, que lleva más de medio siglo ansiando la verdadera democracia y todo lo que ésta implica.
Como decía Ortega y Gasset en su "Meditaciones del Quijote, 1914", somos nuestras circunstancias, a partir de éstas optamos por el camino que queremos seguir, lo que queremos ser, cómo queremos vivir. Si las sucesivas dictaduras optaron por un aniquilamiento programado, el Partido del Progreso de Guinea Ecuatorial, como alternativa a estas dictaduras, opta por el progreso y desarrollo del país, y qué mejor que cuando cada uno de los ciudadanos lo disfruta en su pueblo, rodeado de sus seres queridos, sin verse obligado ir a mendigar un trabajo que nunca va encontrar lejos de su familia. No solo creemos que se puede hacer sino que estamos dispuestos a hacerlo: crecer y desarrollar las regiones rurales dotándolas de infraestructuras básicas que ayuden a este crecimiento.
La densidad congestiva de las dos grandes ciudades del país, Malabo y Bata, el desorden de sus periferias, la indisciplina urbanística y la rampante corrupción que ha desbaratado cualquier plan de desarrollo han hecho que la dictadura se atasque en este túnel sin salida en el que se encuentra ahora mismo.
Hay alternativa, somos la opción del cambio, podemos mejorar el modo de vida de nuestros ciudadanos, de combinar la tradición con la modernidad. Tenemos en nuestra agenda un programa de Estado para la construcción de viviendas sociales, urbanas y rurales, que representen nuestras culturas y que respeten nuestro medio ambiente, y no las bromas que la dictadura ha construido en connivencia con las empresas chinas: "edificios enfermos" y como simples objetos que se repiten como un fractal en todo el país, sin representar ni el lugar ni nuestras costumbres.
Las improvisaciones con objeto de justificar los dineros robados no son buenas, tarde o temprano estos engaños acaban siendo ostensibles y a "palam".
Solo hay que tener la voluntad de hacer bien las cosas, y todo va encajándose como un ensamblaje propio de una ingeniería. No es más que dar continuidad a las políticas de dieron lugar el inicio y los primeros pasos para el desarrollo de los pueblos, durante el Gobierno Autónomo que presidió D. Bonifacio Ondo Edu, 1964- 1968, y cuyo objetivo fue que la gente saliera de vivir como nómadas, en aldeas unifamiliares o tribales, a congregarse en pueblos concentrados, dotados de una infraestructura básica (instalación de agua potable, electricidad, sistema de cloaca, etc.) para el desarrollo de sus actividades.
Los primeros pueblos experimentales para este desarrollo fueron construidos tanto en Fernando Poo (actual Malabo) como en Río Muni (parte continental del país), entre otros Machinda, Nkimi, Bidjabidjan, Bikurga,Benga, Niefang, ect, así como grupos de viviendas en Basupú de Oeste, Ruiché del Carmen, Rebola, Musola del Oeste, Batete del Oeste, Sácriba, Moeri, barrio de Los ángeles (Malabo), ect.
Como he dicho antes, una alternativa seria como es la del PPGE, debe tener claro lo quiere para este pueblo. Gestionar un país no requiere de improvisaciones, hay que elaborar un plan, un modelo de país y tener unas referencias.
Promoción para la construcción de viviendas sociales en Guinea Ecuatorial, año 1964. Puesta de la primera piedra.
Figura. Edificios de viviendas sociales de dos plantas (unifamiliar pareada), construidos por Estalella en Malabo, año 1964.