Por Armengol Engonga Ondo. Presidente
del Partido del Progreso de Guinea Ecuatorial
Es curioso que cuando escucho a los políticos, en sus discursos y declaraciones públicas, casi siempre hablan en primera persona. En España están de elecciones y si te fijas un poco llegas a sorprenderte porque hablan como si el tema solo fuera con ellos o se tratara de una liguilla de futbol o un concurso cualquiera.
Algunas veces parecen animadores
de una tómbola o que están haciendo un programa de entretenimiento para que el
público les aplauda y apoye.
He visto y oído mítines que son más bien un poco preocupantes.
Ellos y sólo ellos, saben lo que necesitan las
personas. Hablan de modelo de sociedad que, como español o habitante del país,
vas a tener si sale tal o cual gobernante. Es muy preocupante, como digo. Desde
mi punto de vista, parece que no tienes otra opción que la de decidir por quién
votar y ahí se acabó la fiesta. El partido político ganador gobernara con tu voto,
pero obviamente sin ti.
La gran diferencia que separa al
Partido del Progreso con estas formaciones políticas tradicionales es que
nosotros no abrazamos dogmas, ni estamos encorsetados a ideologías que definen
amigos y enemigos. Nosotros luchamos por crear una sociedad constructiva y
crítica que sea capaz de armar un cuerpo social, lo suficientemente sólido como
para que no volvamos a caer bajo regímenes violentos o tiránicos, como hemos
vivido desde la descolonización hasta ahora.
En estos momentos, en los que se
nos abre una extraordinaria oportunidad, podemos diseñar el modelo de la sociedad
que queremos. En el Partido del Progreso debatimos y trabajamos sobre proyectos
que buscan implicar de una manera muy potente a todos los guineanos. Nuestra
intención es construir nuestra Patria y no que vengan otros a decirnos cómo
tenemos que vivir.
Lo ideal sería, según algunos de
mis compañeros, que el Gobierno llevara a cabo solo aquellas acciones que los
ciudadanos no pueden afrontar. Sería muy interesante conseguir que el talento y
las maneras de actuar de los guineanos estuviera defendida por una
Administración cercana y eficaz que ayudara a hacer posibles todas las
iniciativas.
Muchos de nosotros queremos
conseguir una sociedad tan avanzada que el papel del Gobierno solo sea la de
vigilar que se respetan las libertades de los individuos, así como garantizar
que, de no respetarse, se reparará el daño. Para ello habrá que contar con una
buena Administración de Justicia y una policía que esté al servicio de la
sociedad y no, como pasa ahora, de los que controlan los mecanismos del poder.
Nadie consigue nada sin trabajo y
esfuerzo. Los vecinos tendrán buenos barrios si están pendientes de ello y lo
mismo pasará con la educación de nuestros niños o la sanidad que queremos.
Nuestro proyecto parte de la
implicación individual con la construcción de todo el país. Todos somos
responsables del futuro de Guinea Ecuatorial. Conseguir que nuestros pueblos sean
importantes, que la agricultura vuelva a ser fuerte; que se industrialicen
zonas del país con alternativas para nuestros jóvenes. Si podemos conseguir que
quedarse en Guinea Ecuatorial sea sinónimo de tranquilidad y esperanza,
habremos dado un gran paso.
Es muy importante que sepamos que
nadie nos va a regalar nada. Por esta razón es nuestra vocación social. Para
estar representado en un sitio tienes que hacer acto de presencia. Si delegas,
si te da igual, harán contigo lo que quieran. Es vital tomarse en serio la
gobernabilidad de nuestro territorio.
En el Partido del Progreso
creemos en la implicación de todos. Esto es, salvando las distancias, como la
vida en una casa. Sabemos que necesitamos agua, grifos, aseos y es posible que
no sepamos nada de fontanería o de electricidad. No importa. Lo que de verdad
hace falta es tener el deseo de habitar una casa como Dios manda, con sus
grifos y saneamientos. Habrá técnicos que nos traigan el agua y los suministros,
pero si no sabemos pedirlo, lo más seguro, es que nunca lleguen o lo hagan de
manera muy deficitaria.
Nuestra propuesta pasa por darle
voz al pueblo. Luchamos por una sociedad exigente que sepa defender sus
derechos y el de sus hijos. Para conseguir un buen modelo de convivencia nos
llevará tiempo y es por eso que trabajamos en protocolos que nos permitirán ser
cada día mejores ciudadanos.
Está en nuestras manos el comprometernos
con un futuro mejor. Los guineanos somos capaces de eso y de mucho más. Tenemos
que hacer fácil el emprender en nuestro país. Los inversores han de tener la
certeza de que Guinea Ecuatorial es seria y solvente, que garantizamos que no
van a ser estafados. Hay que formar debidamente a nuestros jóvenes para que
sean contratados entre otras cosas porque son buenos trabajadores. En
definitiva, Guinea Ecuatorial necesita de todas las manos para salir adelante.
Yo estoy plenamente convencido de que lo vamos a conseguir y dejaremos atrás
este triste ciclo de dictaduras y pobres visiones de futuro. Nuestro pueblo se
merece una oportunidad y vamos a luchar por ella.