Por Armengol Engonga Ondo. Presidente del Partido del Progreso de Guinea Ecuatorial
Militar en el Partido del Progreso pasa por asumir una manera de ver la vida muy particular. Nosotros creemos en la libertad del individuo, en la protección de la persona y en la creación de un escenario que permita el crecimiento de cada uno de nosotros.
Me encanta observar que en nuestra formación política admiramos a los que hacen bien las cosas y somos unos claros defensores del trabajo hecho con esmero. En conversaciones con mis compañeros me doy cuenta que quieren promover la excelencia allí donde se encuentren. Una compañera me confiesa que lo que más le gusta es el ambiente de respeto que se respira en nuestras reuniones. Se siente segura cuando expone sus ideas y aunque se confiesa muy radical en la defensa de la igualdad de hombres y mujeres de manera real, está convencida de que con compañeros como los que hay es más que posible el que se produzca esta realidad.
El Partido del Progreso no es un
baúl lleno de viejos dogmas. Más bien al contrario. En nuestro grupo hemos
aprendido de la experiencia y de la observación. Respetamos mucho a los
afiliados que viven en el interior del país. Ellos, mejor que nadie, saben que
es lo primero con lo que tenemos que arrancar; conocen la actual Administración
y saben de las graves carencias con las que tiene que luchar cada día.
Nada es seguro. Las leyes y las
normas pueden cambiar de manera aleatoria y caprichosa cuando menos te lo
esperas. Poner en marcha una idea de negocio, un comercio o una pequeña
industria puede ser un verdadero calvario. La burocracia es el refugio de los
ineptos.
En el Partido del Progreso no te
queremos dar lecciones de nada. Nuestra idea es simplificar de manera real los
trámites para que las ideas de cada uno se puedan hacer realidad. Sabemos,
muchos por propia experiencia, que los guineanos tienen mucho talento. Sabemos
que hay ingenio de sobra y que, si se dan facilidades, florecerán los negocios
y las iniciativas privadas.
Queremos construir una sociedad
donde la que sepa coser se pueda dedicar a la confección y no la frene una
Administración obstruccionista y represora. Queremos que los vecinos miren por
su barrio y den soluciones a las dificultades que sufren. El Gobierno, por lo
menos esa es nuestra intención, valorará las peticiones y dotarán de
herramientas y recursos esas reivindicaciones con el fin de resolver los
problemas.
Las leyes han de ser justas,
concretas, sencillas y conocidas por todos. Todos son iguales ante la ley y
tienen, sin distinción, derecho a igual protección de la ley. Todos tienen
derecho a igual protección contra toda discriminación que infrinja esta
Declaración y contra toda provocación a tal discriminación.
Es un objetivo irrenunciable el
crear una comunidad segura. Fomentar el acceso a la justicia requiere crear las
condiciones para apoderar a esas mismas personas y comunidades, brindándoles la
información y herramientas necesarias para que conozcan la ley, sus derechos y
los mecanismos disponibles para ejercerlos.
Los guineanos no podemos estar en
manos de gente con poder que puede hacer contigo lo que les de la gana. Por eso
es muy importante que la Administración de Justicia sea un poder independente del
Gobierno de turno. Vamos a luchar muy duro por crear una verdadera Justicia para
Guinea Ecuatorial. En el Partido del Progreso también creemos en la justicia social.
La justicia social se basa en la igualdad de oportunidades y en los derechos
humanos, más allá del concepto tradicional de justicia legal. Está basada en la
equidad y es imprescindible para que cada persona pueda desarrollar su máximo
potencial y para crear una sociedad en paz.
Llevar a cabo estas iniciativas
requiere de un verdadero compromiso de todos. No será posible cambiar esta
situación si no tomamos partido por el progreso de nuestra tierra. Vamos a tener
que trabajar duro y no hay que tener miedo. Tenemos buenos políticos y sobre
todo, sabemos muy bien a dónde queremos llegar.
En el otro lado están los que se
niegan a dar al pueblo de Guinea Ecuatorial el derecho de dirigir su destino.
En sesión plenaria, el parlamento de Guinea Ecuatorial se lazó en tromba contra
la Unión Europea y concretamente contra España por sus duras críticas al régimen
del dictador Obiang. Lejos de favorecer una transición dónde todos los
guineanos podamos participar, se enrocan y se niegan a facilitar un cambio en
las nefastas e ineficaces estructuras del poder. No pueden seguir frenando las
ganas de un pueblo a su cita con el futuro.
Está en nuestras manos. Tenemos
un largo camino por delante. Esta gente intolerante y obtusa de la dictadura
quiere perpetuarse en el poder a pesar de la unanimidad manifiesta de los
países civilizados que le están pidiendo a gritos que deje crecer a Guinea
Ecuatorial. El tiempo se acaba por mucho que acusen a la Unión Europea y España
de neocolonialista ( que me apuesto que la mayoría no saben ni lo que es) y de
querer invadir el país. Veremos más capítulos lamentables en los próximos días.