Por Armengol Engonga Ondo. Presidente
del Partido del Progreso de Guinea Ecuatorial
Con el tiempo las cosas se ven de otra manera. Siempre digo que la historia la han de analizar los historiadores. Lejos de especulaciones, filias y fobias están los hechos tal y como son. Se acaba el espacio para la dictadura. Cada vez es más evidente que el pueblo de Guinea Ecuatorial tiene conciencia de que puede ser el dueño de su destino. Los habitantes de este espacio de tierra queremos dejar de ser los hijos bastardos de una familia ladrona que vive de los recursos públicos. Una advertencia, no basta el deseo de independencia para que esta se produzca. Es muy importante que la alternativa que se ofrece sea mejor que la realidad que se vive.
Durante años hemos luchado contra
la tiranía con resultados más bien penosos. Únicamente cuando nos hemos unido se
ha conseguido algo. No se consigue la ansiada libertad con solo soñarla, hay
que trabajarla y eso es lo que estamos haciendo con buenos resultados.
Recuerdo que cuando cayó el Muro
de Berlín, el viñetista de un periódico dibujó la escena de unos leones que
eran liberados de sus jaulas en el zoo. Los animales salvajes salían a toda
velocidad respirando los nuevos aíres de libertad. Meses después, se podía ver
en otra viñeta, como unos leones famélicos entraban de nuevo en las jaulas pues
habían descubierto que no sabían cazar ni vivir libremente. Lo mismo pasa con
nuestra causa. De poco sirve idealizar la democracia si no somos capaces de
gestionarla.
Hace casi tres años, una nueva
dirección del Partido del Progreso se hizo responsable de la organización. La
anterior cúpula dio un paso al lado para dejar libertad a los que estábamos
trabajando en las mesas de negociación. Los que nos están ayudando en esta fase
de la historia guineana lo tenían muy claro y era el que no iban a apoyar a
ninguna formación que estuviera lastrada por el fracaso y la incapacidad para
trabajar en grupo. También, ponían como condición que tenían que ser aceptados
por la mayoría de formaciones que ya estaban en estos espacios de trabajo. Así
fue.
Como no podía ser de otra manera,
desechamos las viejas aspiraciones y nos plegamos a la nueva realidad. Hubo un
profundo debate interno hasta que conseguimos que los fracasados intentos
dieran paso a las nuevas formas de entendernos entre las diferentes fuerzas
políticas que aspiramos a derrocar a la dictadura para construir una
democracia.
Se contó con la generosidad de
muchos militantes que apostaron por la unidad de fuerzas disidentes en vez del
trabajo en solitario que se venía haciendo. El presidente fundador del partido,
Severo Moto, renunció a su protagonismo en favor de continuar en los foros dónde
se estaba decidiendo el futuro de Guinea Ecuatorial y presentó, como todos sabéis,
una carta en la que abandonaba la dirección del partido y se abstenía de encabezar
cualquier delegación, así como la de iniciar cualquier opción que pudiera perjudicar
las aspiraciones de todos los guineanos. Una postura que fue ampliamente
aceptada y reconocida por todos nosotros. Pichar aquí para leer la carta a la
militancia que se publicó el martes 6 de octubre de 2020 http://geconfidencial.blogspot.com/2020/10/carta-de-severo-m-moto-nsa-la.html?m=0#more
Este es un tiempo de generosidad
y trabajo. Hay que conseguir un clima de unidad y aceptación como no se ha dado
hasta ahora. No es el momento de personalismos y menos aún, de enfrentamientos
entre nosotros. Tenemos que llegar a Guinea Ecuatorial con un verdadero
proyecto político asumido por todos. Nuestro país necesita de la generosidad y
el esfuerzo de todos nosotros.
Mi responsabilidad, ya lo he
escrito y dicho muchas veces, es la de hacer posible la puesta en libertad de
los disidentes, el regreso en libertad de los exiliados y trabajar para una
consulta electoral al pueblo. Tenemos que apoyar lo que llamamos la transición
política, nexo entre la dictadura y las elecciones democráticas en Guinea
Ecuatorial. Llegaremos a nuestra tierra y habrá que darle forma al Partido del
Progreso. Me responsabilizo de organizar un gran congreso nacional del que
salga el nuevo presidente y todos los órganos de dirección. Nuestra verdadera
vocación es la de darle voz a los que hasta ahora hemos sido meros convidados
de piedra. Queremos que sea el pueblo el que elija a sus representantes en
todos los niveles tales como asociaciones de vecinos, ayuntamientos, sindicatos
y así hasta llegar al gobierno de la república.
Tenemos que unirnos. Nadie nos
ayudará si no presentamos un proyecto fiable y posible. No le prestarías dinero
ni a tu mejor amigo si no sabes en que se lo va a gastar o si te lo devolverá
después. Si queremos aliados, amigos de verdad, tenemos que ser personas
honestas y de palabra, no asquerosos corruptos. Solo los mafiosos y
delincuentes hacen negocio con gente de su misma condición.
La unión hace la fuerza. Solo si
somos una sola voz tendremos la potencia necesaria para ser escuchados. No es
el momento de protagonismos inútiles. Es tiempo de generosidad, de humildad, de
trabajo en equipo. Si no somos capaces de ofrecer garantías, de que seremos
mejor que la tiranía, nadie nos apoyará.
Está en nuestras manos. La
dictadura desaparecerá, cómo un azucarillo en el café, el día en que
presentemos un proyecto ejecutable y posible. Es nuestro momento. El pueblo de
Guinea Ecuatorial no se merece falsos profetas ni personajes que aspiren a
ocupar la vacante de tirano. Ya hemos tenido suficiente y esta es nuestra
oportunidad. Si queremos, lo conseguiremos.