Desde hace casi cincuenta y cinco años el pueblo guineo ecuatoriano, bajo la bota de los Nguema, viene suplicando a la Comunidad Internacional que nos ayude a librarnos de la mano de los que sólo saben torturar, humillar, condenar, matar y prometer masacre a los que no se quieren someter a sus dictámenes. No hay poblado ni comunidad de vecinos en la GUINEA ECUATORIAL, propiedad de los NGUEMA, que no haya llevado las manos sobre la cabeza y llorado cubiertos de dolor e impotencia por la muerte de un familiar o amigo a manos de los que creen que se quieren mantener en el poder humillando, intimidado, amenazando, maltratando y matando a nuestro indefenso pueblo.
Y, hasta hoy día, cuando los NGUEMA y los que les apoyan escuchan o ven a uno que habla o trabaja por una verdadera transición democrática, éstos saltan con amenazas de masacre a todo un pueblo sólo por no querer ver en el poder a uno de otra familia que no sea la de los NGUEMA. Todos los días el clan que sustente a Obiang en el poder nos están amenazando de muerte, también a los opositores exiliados, por el simple hecho de criticarles.
Veníamos diciendo que hay gente espía dentro de la oposición, encargada de informar a los Obiang sobre nuestros movimientos.
Tras la unánime condena del Parlamento Europeo a la tiranía de OBIANG y, sobre todo, tras los comentarios de los activistas y audistas sobre este hecho, considerado como una victoria del pueblo guineo ecuatoriano, salió a la luz una triste realidad que algunos incluso ya veníamos denunciando: que OBIANG y los suyos están dispuestos a proceder a una masacre en nuestro país si intentan sacarles del poder, o si alguno se le ocurriera hacer daño a uno de su clan.
Una circunstancia parecida ya se dio en el pasado: en mil novecientos setenta y seis se produjo una masacre en Evinayong. Allí murió un jefe militar (Edjoo) y por dicha muerte, los NGUEMA ordenaron que detuviesen y matasen a todos los jóvenes mayores de edad y que quemasen todos los poblados de Evinayong. De hecho, las selvas de la mencionada localidad olían a cadáveres humanos y, abrieron fosas comunes en las que medio enterraban a las víctimas dejándolas al alcance de los animales carroñeros.
El clan de privilegiados procedentes de un solo distrito que acompañan a Obiang en sus desmanes contra nuestro pueblo, están dispuestos a matarnos, si hiciera falta, ya que concentra todo el dinero -robado-, toda la influencia y todas las armas, no en vano forman parte del ejercito y de los demás cuerpos de represión, en mas de un 98%. Y no se cortan en manifestarlo públicamente.
Les agradecemos que hayan hecho el favor de manifestar públicamente lo que llevamos toda la vida denunciando, así también les recuerdo que no era necesario que lo dijera, pues, todos ya lo teníamos claro. Todos sabemos que habéis matado y, también sabemos que queréis seguir matando.
El mundo actual ya no tolera esos comportamientos violentos -asesinos-, la gente quiere ver mejorada su nivel de vida y su capacidad de interactuar sanamente con los demás. En la actualidad nadie quiere saber quién puede matar más ni quién es más eficaz en el lamentable arte de acabar con las vidas humanas; hoy la gente quiere vivir y, como lo vuestro -los del clan de los OBIANG Nguema- es matar y someter, los guineanos y el mundo civilizado queremos que abandonéis el poder y que dejéis que nuestro país lo gobierne un equipo humanamente civilizado, queremos en el poder a personas que sepan luchar para el mantenimiento y la mejora de la vida de las personas.
Tras la expuesta maldad de los OBIANG y la denuncia y condena del mundo civilizado al mundo de maldades de los OBIANG, los guineanos debemos demostrar al mundo occidental que somos capaces de trabajar por el interés general de nuestros ciudadanos; que somos capaces de dejar atrás el mundo de la sinrazón y las ambiciones personales, regionales y tribales para crear en nuestro país un hábitat de perfecta convivencia en la diversidad.
En el Partido del Progreso sabemos que ser demócrata es respetar y exigir los derechos y las libertades de los ciudadanos. Ser demócratas es reconocer que sólo somos importantes cuando los que nos rodean también lo son; sólo somos buenos cuando los que nos rodean se enorgullecen por tenernos como gestores de la cosa pública.
Somos demócratas cuando elegimos a los mejores hombres de Estado con el único objetivo de ver mejorado el nivel de vida de todos. Un demócrata no pelea por el poder para llegar a ser el siguiente hombre fuerte; un verdadero demócrata lucha para mejorar las condiciones de vida de sus conciudadanos.
Durante las dos dictaduras de los NGUEMA nunca hemos tenido la oportunidad ni de postular a los cargos de la administración, ni de votar a quienes creemos que nos pueden llevar mejor la gestión de la cosa pública y, la única vez que tuvimos tal oportunidad fue en 1968, cuando pudimos elegir libremente a nuestros gobernantes, a pesar de que herramos en la persona elegida. Desde aquellas elecciones hasta la fecha, nunca se ha vuelto a organizar elecciones democráticas en nuestro país.
Hoy, creo que si abandonamos los egoísmos, los regionalismos; si abandonamos estas desordenadas ambiciones de poder y nos unimos para forzar la salida de los OBIANG del poder, creo que podremos, por fin, acabar con la dictadura e implantar la democracia en nuestro país.
Si nos unimos y elegimos bien, los que amenazan matarnos si les disputamos el poder se quedarán sin posibilidad para ejecutar sus amenazas.