Engonga: “La dictadura lleva 43 años machacando al pueblo de mi país; hasta en la Casa Blanca les han aclarado que esto se acabó”
El presidente del Partido del Progreso de Guinea Ecuatorial, Armengol Engonga, alerta de los cambios que se avecinan en su país
Armengol Engonga
TINERFE FUMERO 13-02-23
Hay quien convierte la política en su profesión, pero también existen las personas que enaltecen la misma con su vocación de servicio desinteresado en favor de los demás, como es el caso de quien desde el exilio se ha enfrentado a una dictadura tan cruel como la de Guinea Ecuatorial durante décadas. Con breve pero imborrable pasado tinerfeño en su memoria, dado que con 16 años aterrizó en la Isla para estudiar en Tacoronte y La Laguna antes de seguir su andadura existencial y acabar afincado en Guadalajara (Castilla La Mancha), Armengol Engonga (Evinayong, 1950) recogió el testigo de Severo Moto al frente del Partido del Progreso de Guinea Ecuatorial en su afán por liberar a sus compatriotas del yugo tiránico que padecen. Ahora que el actual dictador, Teodoro Obiang, languidece mientras las potencias occidentales aclaran a su hijo que el país tiene que cambiar de una vez por todas, la conversación resulta esclarecedora sobre los cambios que se avecinan.
-Hábleme de su pasado tinerfeño…
“[Ríe] ¡Alguien se ha chivado! Me fui a Tacoronte siendo muy joven, y allí estudié Capacitación Agraria para Jefe de Explotación durante dos años, desde 1968 a 1970. Y en La Laguna terminé el curso que me faltaba de Bachillerato para luego empezar Ingeniera Técnica para explotación agropecuaria, una carrera que terminé en León, La escuela lagunera estaba en la calle de San Agustín
-¿Qué recuerdos conserva de su etapa lagunera?
“Muy Buenos. Conozco la Isla. Mientras cursaba mis estudios, trabajé en una empresa que había en Taco de Cementos para hacer con amianto conducciones de agua. Entraba a las diez de la noche y salía a las siete de la mañana, me pagaban los sábados. También viví en la avenida de Anaga, al final del puerto, pero siempre me he sentido en parte lagunero y tacorontero. Llegué a Tenerife con 17 años y me fui a los 20 a León, donde acabé el curso que me faltaba, pero quiero recordar a un profesor muy bueno de mi etapa tinerfeña pero duro de roer, Ciro Bento Casanova. Era de Fuerteventura. Aunque la única matrícula de honor que obtuve me la puso Francisco Talavera”.
-¿Cómo se le ocurrió meterse en política, y más con las penurias propias del exilio?
“Muchas veces, en la vida el azar busca camino, porque el camino te encuentra a ti en todas las opciones de la vida. Tenía éxito como profesional en Guadalajara, donde me he casado y he tenido tres hijos nacidos durante 43 años de matrimonio. Un amigo de Guadalajara, que entonces estaba de diputado (…)”.
-¿Me habla de Luis de Grandes (PP), verdad?
“(…) ¡Exacto! Me llamó un día porque tengo mucho amistad con esa familia y la sigo manteniendo, y fue quien me explicó su interés por presentarme a un ciudadano guineano, compatriota mío, que era Severo Moto. Allí nació la relación, en 1984”.
-¿Qué fue del gobierno en el exilio?
“Se disolvió en su momento. Fui vicepresidente del mismo”.
-Hablemos de su país. ¿Pasó Guinea Ecuatorial de ser un Estado pobre a rico por la explotación de hidrocarburos surgido en los años 90 del pasado siglo?
“Guinea Ecuatorial nunca fue pobre porque tenía una vasta agricultura. Tiene selva y ríos, con unas riquezas que explotó España en su día. Es más, la mejor sanidad que tuvimos en Guinea fue con España, como con la educación, a tal punto que llegamos a ser el segundo país de África entonces por renta per cápita. Solo nos superaba Sudáfrica…”.
-Todo esto se desmanteló con la dictadura de Macías [Francisco Macías Nguema, tirano que masacró a los guineanos ecuatoriales entre 1968 y 1979], ¿verdad?
“Así fue. Solo invirtió en cárceles y en una turba enloquecida en la que la irracionalidad y la vulneración de los derechos humanos era una. Los 12 años de Macías fueron de terror (…). Pero le pongo un ejemplo práctico. Llegó a usar las iglesias como almacenes de café y de cacao. Para que lo entienda: La última estadística disponible detalla que en 1968 Guinea Ecuatorial era la segunda exportadora del mundo con 40.000 toneladas, y hoy en día apenas llega a 2.000. Pese a la propaganda gubernamental, y con datos objetivos, la gestión actual no llega a la altura de los zapatos de la etapa colonial”.
-¿Cómo le fue al país al sucederle su sobrino, Teodoro Obiang, otro dictador?
“Peor. Perdimos todavía más derechos”.
-¿Hasta qué punto puede haber perjudicado al país, pese al aparente contrasentido, la explotación de hidrocarburos?
“No es algo malo”.
-Pero sí cómo se hizo.
“Déjeme homenajear al Gobierno que presidió Adolfo Suárez, porque reconocieron la ayuda fundamental que supuso la esquilmación de los recursos naturales de Guinea Ecuatorial para España cuando aquí se pasaba necesidad extrema tras la Guerra Civil. Fruto de ello, se otorgó a Guinea una ayuda de 2.000 millones que Suárez conservó como ayuda internacional, y Obiang dependía de dicha colaboración si quería cubrir sus presupuestos, pero a cambio exigían las libertades en el país. Pero llegó el boom del petróleo y cambiaron las tornas”.
-¿Quién hace negocio con el petróleo de Guinea Ecuatorial?
“Todo el mundo, De las 24 empresas implicadas hay 14 o 15 norteamericanas, pero también hay una empresa francesa, otro de Sudáfrica y hasta una de Angola. Y los chinos”.
-A diferencia de lo sucedido en la etapa de Adolfo Suárez, no parece que estos depredadores económicos hayan exigido precisamente como contraprestación de sus beneficios el respeto a los derechos humanos de sus compatriotas…
“Es verdad. Pero desde un año a esta parte todas las tornas han cambiado”.
-¿Por qué?
“Porque las políticas siempre están determinadas por factores internacionales”.
-¿Es cierto que el conocido como Teodorín, hijo del actual dictador (personaje siniestro donde los haya, condenado en países como Francia por diversos delitos], ha tomado las riendas del país, aunque sea de facto?
“No sería tan categórico. En apariencia es así, pero ellos mismos han creado un monstruo que está apunto de devorarles, porque todas las dictaduras crean un monstruo que termina por causar su final. En estos momentos, la comunidad internacional los tiene desahuciados. Puedo decirlo con todas las letras. Tienen tal historial delictivo que es imposible para ellos soportar la constante violación de derechos humanos y su corrupción endémica”.
-Una cosa es hablar y otra actuar…
“Las empresas serias han desaparecido de Guinea Ecuatorial”.
-¿Qué noticias tiene sobre la situación personal de Obiang?
“Las informaciones del propio régimen igual aseguran que está muerto como que es mentira, pero nosotros no vamos a entrar en esos bulos. Pero le insisto en que tanto Obiang como toda la estructura política de la dictadura en Guinea Ecuatorial está desahuciada políticamente desde la perspectiva internacional. Así se lo dejaron claro cuando se les recomendó ni siquiera celebrar las últimas elecciones, que tuvieron lugar en noviembre del año pasado, y así se lo dejaron claro al régimen potencias con intereses en el país como Estados Unidos, el Reino Unido, pero también España e incluso Francia”.
