Por Armengol Engonga Ondo. Presidente del Partido del
Progreso de Guinea Ecuatorial
El que escribe se arriesga a que le critiquen o le pidan explicaciones sobre aquello que expresó. Últimamente, muchos de los que vienen de Guinea Ecuatorial quieren conocerme e incluso darme consejos, aspecto que valoro en lo que vale.
Hace unos días, hablando con uno
de los que se han instalado en España, me decía que los del Partido del
Progreso teníamos la manía de hablar siempre de la democracia cuando lo más
importante es la calidad y honradez de los políticos. Según este paisano mío,
por lo que hay que luchar es por buenos políticos que no roben o que no usen el
poder en su beneficio. Lo de la democracia, según él, es palabrería que no dice
nada. Yo, ante estos argumentos me callo. Es como decir que lo que necesita la
sociedad son buenas personas y ¿qué es eso de hablar de policías, comisarías,
juzgados y tanto lío? . No cabe duda que un mundo poblado de gente buenísima, viviendo
en armonía, no requerirá de agentes del orden, ni de normas, juzgados y demás. Lastima
que nunca hemos tenido esa experiencia.
Desde la descolonización, en
Guinea Ecuatorial no hemos conocido la honradez ni el bien hacer. Desde que los
españoles se fueron hemos vivido bajo el incierto yugo de dos sátrapas de
cuidado. Ellos solos se han encargado de enfangar todo aquello bajo su
responsabilidad.
Hay que ponerles un cero, pero
bien grande, en cuanto a gestión y desarrollo humano de la república guineana.
Los dos personajes que ha sufrido
nuestro pueblo, aparte de analfabetos, inútiles y corruptos, han sido muy
violentos. Cuando no puedes convencer, tienes que imponer. Ni en los peores
momentos de la colonización se ha sufrido tanta represión como con estos
dictadores que hemos tenido que soportar en este último medio siglo. Estos
tiranos no han aportado más que miseria. No hay nada más triste que pasar a la
historia como un bandido, como un saqueador de tu propio pueblo. Es algo tan
feo y desagradable como robarles a tus hijos. Tengo ganas de que pasemos esta
página.
Muchos no entienden lo que
significa la democracia. Seguro que se conformarían con un presidente que no
los atemorizara o los explotara. La democracia es un modelo de convivencia que implica
a todos. El país no es de una familia sino de todos los guineanos. Es muy
importante que todo el mundo sepa que la democracia nos obliga a ser responsables.
Es muy importante saber a quién elijes para que te represente. Para eso son las
elecciones. Lo bueno de este sistema es que has de cumplir con la Ley. Las
personas que son elegidas forman parte del poder legislativo y son los
encargados de hacer las leyes y las normas que se aplican a los guineanos. El
legislativo también vigila al Gobierno para que no haga lo que quiera. Gobernar
no es hacer lo que te de la gana. Has de tratar al pueblo con respeto y la
mejor manera es la de cumplir las normas. Aparte del poder legislativo, que son
los diputados y el ejecutivo, que es el Gobierno; está el poder judicial, que
son los jueces y todo el sistema de justicia. Como podéis ver, hay mucha gente
participando de la organización de Estado. Por eso es muy importante acostumbrase
a cumplir con las normas. Esto no se improvisa y todos tenemos que poner de
nuestra parte para construir el futuro que viene.
La democracia es mucho más que
una palabra. El Partido del Progreso es un partido democrático porque nos
ajustamos a unas normas, a unos estatutos. El país, las formaciones políticas,
no son fincas privadas y por eso han de ajustarse a lo que dicen sus estatutos
internos.
Yo, por ejemplo, soy el
presidente por que me han elegido mis compañeros pero no de cualquier manera.
Para ser el presidente hace falta que cumplas una serie de requisitos. Cuando
yo haya cumplido con mis responsabilidades, vendrá otra persona y me sucederá.
Esa es la normalidad democrática que perseguimos. No hay nadie imprescindible,
todos somos necesarios.
Estos días estamos asistiendo a
un espectáculo bochornoso. Parece como si el hijo del dictador hubiera heredado
el puesto de su padre y lejos de normalizar la vida política del país lo pone
todo más complicado.
Estamos llamado a normalizar
Guinea Ecuatorial. Cuanto antes nos pongamos a ello, mejor. Nadie va a permitir
que la Jefatura del Estado la detente el hijo de Obiang. Llevamos mucho tiempo
soportando la humillación de una tiranía. Les ruego, a todos los que se
disputan el poder, que favorezcan una transición civilizada y justa. Está en
sus manos el que se hagan bien o mal las cosas. Esperemos que la cordura que
nunca han demostrado la tengan por una vez y permitan un cambio sin violencia y
pensando en el pueblo de Guinea Ecuatorial.