¿Cómo puede el dictador presentarse en Naciones Unidas buscando el amparo para seguir manteniendo a un pueblo sometido?, esto solo se le puede ocurrir a un majadero y caradura. Obiang como tantos dictadores padece lo que se denominaría en medicina un cuadro psicótico, que le lleva a creer que su dictadura es una democracia a la africana y que los países occidentales, así como los propios opositores exiliados, le critican injustamente. Es como aquel fugado del manicomio que va conduciendo en dirección contraria y se queja de que el resto de conductores que viene de frente estén todos locos.
Parece que no quiere entender que el término democracia es unívoco y que ésta es la misma en todos los lugares del mundo. La petición expresa de tener en cuenta la supuesta "idiosincrasia" del pueblo es totalmente contraria a la Declaración Universal de los Derechos Humanos, desde el punto 1 al 30; comenzando por el primero, que dice que todas las personas deben ser libres e iguales, hasta el último, en el que afirma que ningún estado puede arrogarse la potestad de contravenir todos estos derechos.
Esta actitud del dictador nos da a entender que su problema (su dictadura) no tiene cura y que Obiang por si mismo no va a dar ningún paso hacia la democracia. Por tanto, después de este discurso de Obiang, tenemos claro los que trabajamos por la democracia, que solo podemos conseguirla con el dictador fuera del poder. Acercarse a Obiang o participar en sus elecciones fraudulentas, solo sirve para alargar la dictadura.
Tal como manifestara el Presidente del Partido del Progreso Armengol Engonga, durante la entrega de premios del Club Internacional de la Prensa, "la transición a la democracia que queremos implantar en Guinea Ecuatorial, solo se puede llevar a cabo después de la salida del dictador del poder. Será solo el propio pueblo guineano, representado por los partidos políticos, con la presencia de todas los agentes y entidades sociales, el que decidirá su futuro" .
Existe un punto inquietante en el discurso del dictador, que es la defensa, tan encendida, que hace de Cuba, una anacrónica dictadura comunista. Está claro que Obiang se encuentra fuera del mundo occidental libre, aquel que defiende los valores mas elementales del hombre y los principios de libertad, autogobierno y desarrollo económico. Obiang Nguema se sitúa en ese grupo de países como China, Rusia, Cuba, Venezuela o Turquía, que importan y sostienen los regímenes dictatoriales.
Estas son las peligrosas alianzas que de verdad nos inquietan.
