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martes, 24 de agosto de 2021

GUINEA ECUATORIAL: ¿QUÉ VA A PASAR CON LOS FUNCIONARIOS DE LA DICTADURA?

Por Armengol Engonga Ondo. Presidente del Partido del Progreso de Guinea Ecuatorial

 


Estamos trabajando mucho para que el cambio de régimen en nuestro país se haga realidad. Conseguir pasar de una dictadura a un modelo democrático es algo muy complejo que precisa de la participación de todos los habitantes de la zona. Convertir los súbditos en ciudadanos no se consigue tomando una pastilla, tenemos que esforzarnos en asumir la responsabilidad que tenemos en la construcción de la nueva sociedad.



Desde siempre, estoy convencido en la capacidad del pueblo guineano para entender esta nueva realidad. Somos sociables, pacíficos y trabajadores. Nos gusta la familia y hay mucho talento entre nuestra gente. Los políticos hemos de conseguir crear el espacio que posibilite el desarrollo de las personas.

Hace un par de días hablaba con un militante del Partido del Progreso del interior del país que me trasladaba la preocupación de algunos funcionarios o trabajadores estatales frente a los cambios que se avecinan. La conversación se alargó durante mucho tiempo, pero en resumen quedó claro que nadie va a llegar a Guinea Ecuatorial pegando manotazos ni echando a la gente de sus puestos de trabajo.



El nuevo gobierno nacerá de unas elecciones libres y avaladas por organismos internacionales de acreditada solvencia. Previo a cualquier proceso electoral está el periodo que ahora vivimos de consultas, negociaciones y acuerdos. No se puede crear una sociedad de la nada y desde luego no vamos a llegar los de fuera para desplazar a los de dentro. Sería absurdo.



Hay hombres y mujeres que trabajan en la Administración. Hay funcionarios con responsabilidades en las aduanas, en las escuelas o en los hospitales. No podemos ni debemos amenazar a aquellos que hoy realizan sus trabajos en una oficina, un organismo público o un cuartel. Tenemos la obligación de garantizar los puestos de trabajo que hoy existen, los derechos adquiridos y los compromisos que la dictadura tenga con empresas o corporaciones.

El nuevo Gobierno abordará todo esto de acuerdo a una hoja de ruta que haya nacido de las negociaciones que hoy mantenemos un importante número de fuerzas políticas y expertos internacionales. El que sea difícil no quiere decir que sea imposible.



Es cierto que todo se está analizando y que se revisarán los acuerdos o se volverán a negociar. Lo que sí puedo decir, es que no maltrataremos a los trabajadores y que, en todo caso, hablaremos de planes de formación, promoción o carrera profesional de los funcionarios, pero siempre desde la perspectiva de mejorar los puestos de trabajo y la prestación del servicio.

Que no quepa ninguna duda de que las cosas van a cambiar y mucho. Los hospitales necesitan profesionales, material e infraestructura. Las escuelas han de entrar en una dinámica de formación que hoy ni conocen pues van a ser la cantera de donde han de salir los profesionales del futuro. El Parlamento tendrá que trabajar a toda máquina para redactar las leyes y reglamentos que permitan que nuestra sociedad crezca y se consolide.



Como puedes entender, le dije a mi compañero, nadie va a ir amenazando los puestos de trabajo de la gente. Las cosas van a cambiar mucho, claro que sí. Tenemos la obligación de remontar estos episodios nefastos para nuestro país y eso ha de venir a partir de medidas que mejoren la vida de los guineanos.

Está en nuestras manos. Lo que hoy hagamos ha de traducirse como una oportunidad para el futuro. Hemos de superar rivalidades. Muchos políticos históricos se han retirado o le hemos invitado a ello para que la reconciliación sea posible. No estamos aquí para satisfacer caprichos personales, familiares o sectarios. Nuestra misión está en hacer viable la democracia y permitir que todos los guineanos puedan ser dueños de su destino. Creo que lo estamos haciendo bien y que los problemas los estamos resolviendo con mucha solvencia. Desde aquí agradezco a mis compañeros del interior y del exilio el apoyo que recibo y la confianza puesta en que estamos haciendo lo mejor para nuestro país. Ya queda menos y cuando volvamos la vista atrás y analicemos este periodo quiero, me gustaría, que se vea el ejercicio de generosidad, honradez y patriotismo de todos los que estamos participando en este proceso transitorio. Tiempo habrá para consolidar las fuerzas políticas en Guinea Ecuatorial o para la campaña electoral. Ahora, hoy, lo que necesitamos es hacer posible el cambio con toda la buena voluntad, sin amenazas ni violencia y pensando en el país que queremos dejar a nuestros hijos.