El régimen dictatorial de Teodoro Obiang Nguema no ha invertido ni un franco en la mejora de la producción de materias primas alimentarias.
Los técnicos del Partido del Progreso llevamos mucho tiempo alertando del gran déficit que existe en Guinea Ecuatorial en cuanto a la producción de alimentos agrícolas y pesqueros y que dicho déficit llevaría consigo, ya está ocurriendo, una gran carestía en los alimentos de primera necesidad, inasequibles para la mayor parte de la población, que ha quedado condenada a la desnutrición. Hemos insistido una y otra vez en la necesidad urgente de llevar a cabo una planificación en el sector alimentario de Guinea Ecuatorial, con el objetivo de disponer de gran cantidad de alimentos de calidad para la población, que se obtendrían por dos vías diferentes: a) incrementando la producción de materias primas agrícolas y pesqueras y b) centralizando las compras de alimentos a terceros países, a precios asequibles y asegurando un buen estado sanitario de los mismos.
Siempre hemos defendido la necesidad de la puesta en marcha de un plan de mejora varietal en los cultivos tradicionales de Guinea Ecuatorial, tal como lo ha estado llevando a cabo Camerún y que tan buenos resultados está obteniendo. También en la introducción de nuevos cultivos, como la patata, el tomate, el naranjo, el melocotonero, etc.
El sector alimentario de nuestro país necesita acciones de gran calado si queremos garantizar auténtica seguridad alimentaria a su población y conseguir el Objetivo Hambre Cero, tal como lo marca la FAO. Estas acciones serías las siguientes:
- La ordenación del territorio: estableciendo las zonas para la producción agrícola; las zonas forestales, tanto de explotación, como de reservas; así como, las grandes zonas protegidas (parques naturales y bosque primario).
- Una reforma agraria en profundidad, que corrija la utilización indebida de muchas propiedades y devuelva las tierras usurpadas a sus antiguos dueños.
- El desarrollo de los pueblos, como forma de crecimiento descentralizado y sostenido. Este favorecería la redistribución de la población, evitando las grandes concentraciones de población, tan frecuentes en muchos países de África.
- Programas de formación básica y divulgación de nuevas técnicas en la agricultura, así como, la creación de un centro de investigación nacional.
- Los proyectos de cooperación agrícola, llevados a cabo por ONGs y otras instituciones privadas, deberán tener en cuenta las necesidades reales de las comunidades, contando con la implicación de las mismas en el desarrollo y en los objetivos finales, así como, estar enmarcados dentro de los cauces que el gobierno establezca para estos.
Armengol Engonga junto a Juan Cuevas evaluando un ensayo de cultivos tropicales
- La explotación del bosque concebida como cultivo: la selvicultura, una explotación racional que va revegetando aquellas fincas que han sido taladas, para que en el futuro vuelvan a ser aprovechadas racionalmente.
- Puesta en marcha de una red de agentes de dinamización socio-económica, que trabajarían en el ámbito local y con los diferentes grupos de población (profesionales, jóvenes, amas de casa, tercera edad etc.)
- Mejora de los cultivos autóctonos: selección de variedades, técnicas de cultivo y poscosecha. Introducción de nuevos cultivos, como la patata y algunas hortalizas, frutas, etc.
- Puesta en marcha de explotaciones intensivas de avicultura. En este sentido es bueno tener en cuenta un dato importante: la producción de carne de pollo, a partir de los años sesenta, supuso para la alimentación española un aporte de proteína animal barata, que vino a paliar los problemas de desequilibrio en la dieta de un segmento importante de la población y como consecuencia la talla del español medio aumentó considerablemente.
- Afianzar el papel que siempre ha tenido la mujer en la agricultura, eliminando las leyes discriminatorias, referentes a la propiedad de las tierras y asegurarles el acceso a una buena capacitación profesional.
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En Presidente del PPGE, Armengol Engonga, que ha consagrado su vida profesional a la mejora del sector agrícola español, ha sabido rodearse de un equipo de expertos en esta materia, cuyo trabajo ha consistido en el diseño de diferentes planes estratégicos para desarrollar la agricultura y la pesca en Guinea Ecuatorial, con el objetivo de garantizar la seguridad alimentaria de los guineanos de ahora y los de las generaciones futuras.