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domingo, 2 de mayo de 2021

UNA DEMOCRACIA PARTICIPATIVA PARA GUINEA ECUATORIAL (yII)


Redacción El Confidencial


Gobernanza y participación 

 

El término gobernanza se usa desde la década de 1990 para designar la eficacia, calidad y buena orientación de la intervención del Estado, que proporciona buena parte de su legitimidad en lo que a veces se define como una "nueva forma de gobernar". 

En estos últimos días El Confidencial viene publicando diferentes artículos del Presidente del Partido del Progreso, Armengol Engonga, a través de los cuales está dando a conocer las lineas generales de su política en lo relativo a temas como la justicia distributiva, la educación universal, el derecho al acceso a los servicios sociales de todos los guineanos, la igualdad de oportunidades, el auténtico desarrollo económico para Guinea Ecuatorial, etc.  


Entendemos que el Presidente del PP lo que está propugnando en  realidad es la formula de la buena gobernanta, evidenciada en esta afirmación suya: "En las zonas rurales se ha de conseguir la misma calidad de vida que en las ciudades. Nosotros queremos potenciar nuestros pueblos, dotarlos de servicios de calidad y de posibilidades de progreso. La sanidad, la educación y la Justicia son pilares básicos para el desarrollo de nuestra sociedad."

Hemos de colegir que todo programa de buena gobernanza debe estimular a la sociedad civil para fomentar e impulsar su compromiso con la democracia que tiene que ir fundamentada en los siguientes principios: participación, responsabilidad, eficacia y coherencia. Cada uno de estos principios resulta esencial para que se pueda instaurar en Guinea Ecuatorial una gobernanza más democrática a todos los niveles de gobierno. Ya que entendemos que no basta con la acción de gobierno por buena que sea esta, es necesaria la participación de todos los guineanos. 


Desarrollemos estos cuatro principios:


Participación. La calidad, la pertinencia y la eficacia de las políticas sociales, entendidas en su más amplia acepción, implican una amplia participación de los ciudadanos en todas y cada una de las distintas fases del proceso, desde la concepción hasta la aplicación de las políticas en las distintas áreas y temáticas. La participación, el proceso ascendente (de abajo a arriba),  genera una mayor confianza en los resultados finales. La participación depende esencialmente de la adopción de un enfoque integrador en un proyecto político, en la concepción y aplicación de las políticas que se proponen.



Responsabilidad. Se precisa una mayor claridad y  responsabilidad de todos los agentes que participan en el desarrollo y aplicación de las políticas en los distintos niveles.

 

Eficacia. Las medidas deben ser eficaces y oportunas, y producir los resultados buscados sobre la base de unos objetivos claros, de una evaluación de su futuro impacto y, en su caso, de la experiencia acumulada. 

 

Coherencia. Las políticas desarrolladas y las acciones emprendidas deben ser coherentes  para que contribuyan a la cohesión. La coherencia hace referencia a todo un tejido social y económico que comprende un conjunto de personas,  culturas y actividades diversas. El territorio, el país, implica coherencia  e identidad; no viene definido por ninguna acotación administrativa ni política, sino por una trayectoria histórica, cultural y social. El territorio es más que el escenario geográfico en el que se planifica y ejecuta un programa de desarrollo socio- económico.


Cada uno de estos principios es importante en sí mismo. Pero no pueden ponerse en práctica mediante acciones separadas. Es necesaria la colaboración de todos los agentes sociales para asentar en nuestro país políticas eficaces, elaboradas y aplicadas con un enfoque integrado, e integrador. 


El desarrollo es, de este modo, un exponente de Gobernanza y, por tanto, una propuesta de carácter demostrativo para otras áreas. Porque en el desarrollo confluyen vertientes de cooperación poblacional, en primer término, pero también territorial, sectorial,  administrativa, cultural ... Debe ponerse en juego el conjunto de las actividades que configuran la vida económica y social de los territorios mientras participan, de forma coordinada, los actores locales. En este sentido el desarrollo de los pueblos al que hace referencia el Presidente del PP, no deja de ser cohesión territorial e incorporación de todos los ciudadanos (también los de los territorios mas alejados) al desarrollo social y económico de nuestro país.


Pese a todo, la Gobernanza es un objetivo deseable para nuestro país y para nuestro partido.  Lo expresamos como algo que aún no hemos alcanzado y, para ello, seguimos apoyándonos en lo que denominaremos como proceso de PROGRESO en cuatro dimensiones: una dimensión económica, equivalente al desarrollo entendido, básicamente, como crecimiento; una dimensión política, equivalente a la especialización institucional, a la práctica de la ética, de la igualdad en el marco de las sociedades abiertas democráticas y a la mejora de la capacidad de los gobiernos; una dimensión científico-técnica, equivalente a la expansión de la innovación y la utilización generalizada del conocimiento en la solución de los problemas de todo tipo; una dimensión cultural, equivalente al desarrollo de los valores necesarios para que las tres dimensiones anteriores puedan desarrollarse, y que consiste en el universalismo, la meritocracia, el logro, la racionalidad, la tolerancia o el pluralismo.

 

Y más en concreto, nos atrevemos  a afirmar que es necesario fomentar el aprecio y la valoración en la sociedad civil,  por la meritocracia en la ocupación de posiciones sociales, así como por las actitudes innovadoras, y por el principio de excelencia en la realización de actividades. No se trata solo de confiar todo al papel del Estado en la solución de los problemas individuales; debe iniciarse una nueva penetración de la cultura emprendedora en el sentido moderno del término  y no estrictamente en el sentido empresarial. Todo esto está relacionado con el proyecto del Partido del Progreso de llevar la educación a la máxima expresión, extendiéndola a todos los niveles y sectores. Ya que entendemos que sin una buena educación no existirá ni la excelencia, ni la capacidad de liderazgo, ni siquiera el emprendimiento. 


Pensando en nosotros y en nuestra responsabilidad, como actores locales singulares y protagonistas directos en el necesario progreso de nuestros territorios, queremos manifestar la urgencia de entender la Gobernanza, la participación activa, independiente y responsable de los actores locales, como  una tarea que nos compete  a todos y  a la que debemos prestar el máximo interés, tiempo y fondos, para que hagan de las instituciones y, sobre todo, de las personas, ciudadanos activos  en un proceso constante  hacia el progreso.

 

En el PPGE nos parece imprescindible que debatamos al respecto, es más, vamos a proponer que estos conceptos de gobernanza, participación activa y subsidiaridad se incluyan en la estrategia de trabajo  del partido como acción horizontal que está presente en todas nuestras actuaciones.

 

De lo contrario, la construcción de una sociedad de libertades y el proceso ascendente de abajo-arriba, la concertación de la sociedad civil con las administraciones etc., se reduciría a una simple especulación teórica que se aplica en sociedades avanzadas y consolidadas democráticamente, y no en nuestro país,  lo que para nosotros es inaceptable como para muchos de vosotros. Por lo que invitamos a  que nos propongamos esta prioridad, sin la cual, la verdadera participación y la necesaria  confrontación de  ideas y soluciones no es posible. Esta es la reforma cultural-mentalidad, por lo que siempre hemos luchado en el Partido del Progreso, que nos debe permitir alcanzar   la democracia y la modernización de Guinea Ecuatorial, a la que tenemos derecho; y a nosotros,  los actores locales, nos compete como la primera de nuestras prioridades.