Por
Armengol Engonga Ondo. Presidente del Partido del Progreso de Guinea Ecuatorial
Redacto estas líneas para que los hombres y las mujeres de
mi tierra sepan cuáles son nuestras intenciones. Engañar a la gente es algo
realmente feo y grosero. Usar la fuerza, la represión, el miedo y la extorsión
es de miserables criminales. Raramente las malas personas se convierten en
buenas. Tenemos mucho trabajo que hacer y es fundamental apartar a los
malhechores de cualquier responsabilidad social o económica que nos afecte a
todos.
En el Partido del Progreso creemos que las personas han de
alcanzar la condición de ciudadanos de pleno derecho. Hombres y mujeres iguales
ante la ley con los mismos derechos y obligaciones. El desarrollo de nuestra
sociedad no debe ser ajena a las personas que la componen.
No hay nada más triste que el no ser dueño de tu destino.
Muchos tuvimos que hacer nuestras vidas solos, lejos de casa y con el riesgo de
un Estado caprichoso, cruel e inoperante que se convertía en una amenaza si
intentabas regresar para construir un proyecto independiente de vida. En
nuestra formación política queremos ser útiles a la sociedad a la que servimos.
Cada persona es única y sagrada. La Ley ha de ser igual para todos y en eso nos
vamos a empeñar. No puede ser que unos disfruten de privilegios que les están prohibidos
a otros. Es inadmisible que los negocios de los cercanos al poder prosperen y
los de la gente corriente sean inviables.
Cuando los que viven en Guinea Ecuatorial alcancen el
derecho a sentirse ciudadanos, los partidos políticos pondremos nuestras
propuestas de desarrollo encima de la mesa. Cada guineano podrá elegir qué es
lo que quiere y con quién. Llegar a este escenario es muy importante. Tenemos
que conseguir la libertad de barajar distintas formas de encarar los problemas.
Cada uno de nosotros tiene que sentirse libre a la hora de votar el modelo que
mejor se adapte a sus necesidades.
Personalmente, he insistido mucho en el seno de nuestro
Partido de la necesidad de desarrollar los pueblos de Guinea Ecuatorial. Igual
que hemos de alcanzar la libertad tenemos que superar el hecho de que no haya
ciudadanos de primera y ciudadanos de segunda. En las zonas rurales se ha de conseguir
la misma calidad de vida que en las ciudades. Nosotros queremos potenciar
nuestros pueblos, dotarlos de servicios de calidad y de posibilidades de
progreso. La sanidad, la educación y la Justicia son pilares básicos para el
desarrollo de nuestra sociedad.
Los guineanos han de tener acceso a la formación y a poder
optar a la mejora de sus vidas. Buenos servicios públicos, infraestructuras,
apoyo a la agricultura y a la vida en los pequeños núcleos urbanos. Tenemos que
potenciar el talento y que la gente no tenga que emigrar para alcanzar sus
metas.
Vivir en democracia es complicado, pero vale la pena. En
nuestro modelo de sociedad se necesitan todas las manos. Nadie sobra. Nuestra
forma de gobierno no puede ser la de unos contra los otros. Tenemos que
repartirnos el trabajo y crear el clima donde todos cumplamos con el compromiso
de hacer de Guinea Ecuatorial un lugar agradable que heredarán nuestros hijos.
Tenemos mucho trabajo por delante. Nadie dijo que esto iba a ser fácil. Hagamos
un mundo habitable del que todos estemos orgullosos. Depende de nosotros y lo
vamos a conseguir.