martes, 5 de noviembre de 2024

GUINEA ECUATORIAL: PUERTA AL ATLANTICO Y MOTOR DE DESARROLLO



Por Juan Cuevas, Secretario de Formación del PPGE

El Partido del Progreso ha sido consciente de la relevancia estratégica que tiene la situación geográfica de Guinea Ecuatorial para su desarrollo, y en línea con esta visión, hemos estado diseñando planes específicos en esta área y en otros sectores clave.
El Golfo de Guinea tiene una importancia estratégica en el tránsito marítimo internacional debido a su ubicación en la costa occidental de África y su proximidad a una de las rutas de comercio más concurridas del mundo. Este golfo abarca aproximadamente 5.700 kilómetros de costa, y es una vía de paso vital para el transporte de petróleo y gas. La región produce cerca del 5% del petróleo mundial y alberga algunos de los países exportadores de hidrocarburos más importantes, como Nigeria, Angola y la propia Guinea Ecuatorial lo que hace que las rutas de navegación del Golfo sean cruciales para el suministro energético de muchas economías, incluyendo Europa y Estados Unidos. 
Para Guinea Ecuatorial, que el Golfo de Guinea se convierta en una zona de libre comercio occidental y atlántica representaría una oportunidad sin precedentes para potenciar su desarrollo económico, mejorar su estabilidad y posicionarse estratégicamente en el ámbito internacional. Como parte de una región rica en hidrocarburos, minerales y otros recursos, Guinea Ecuatorial podría aprovechar una zona de libre comercio para fomentar un entorno de inversiones y negocios, permitiendo que el país se diversifique y reduzca su dependencia de las exportaciones de petróleo. Esto abriría la puerta al desarrollo de nuevos sectores productivos, como la agroindustria, el turismo y la manufactura, fortaleciendo su economía y aumentando su competitividad.

En el marco de una zona de libre comercio occidental, Guinea Ecuatorial podría beneficiarse de tratados comerciales y alianzas estratégicas con países desarrollados, que reducirían barreras arancelarias y facilitarían el acceso de sus productos a mercados más amplios y con alto poder adquisitivo, como Estados Unidos y la Unión Europea. Esto incentivaría el crecimiento de las exportaciones y proporcionaría mayor estabilidad económica, así como una base de ingresos más sólida. Además, la integración en un sistema de libre comercio occidental impulsaría la llegada de tecnología avanzada y asistencia técnica en áreas clave como la agricultura, la pesca, la logística y el sector portuario, que son esenciales para modernizar la economía.
La seguridad marítima es otro aspecto esencial. Históricamente, la piratería y la delincuencia marítima han afectado el Golfo de Guinea, amenazando la seguridad de las rutas comerciales y encareciendo los costos del comercio internacional. En una zona de libre comercio controlada por potencias occidentales, Guinea Ecuatorial podría beneficiarse de la presencia de fuerzas navales de países aliados, que contribuirían a la seguridad marítima y disuadirían actividades ilícitas en sus aguas territoriales. Esto generaría un entorno más seguro para el tránsito comercial y favorecería la percepción del Golfo de Guinea como un corredor estable y atractivo para la inversión extranjera directa.
   Piratería en el Golfo de Guinea

Además, como parte de una zona de libre comercio atlántica, Guinea Ecuatorial tendría la oportunidad de participar en iniciativas regionales de desarrollo, que podrían incluir proyectos de infraestructura compartida, tales como redes de carreteras, ferrocarriles y puertos de alto rendimiento. Estas infraestructuras no solo mejorarían la conectividad interna del país, sino que también fortalecerían la integración económica regional, permitiendo un comercio más eficiente entre los países del Golfo de Guinea y facilitando el acceso a mercados más lejanos. Guinea Ecuatorial podría así convertirse en un nudo logístico crucial entre África, América y Europa, obteniendo ingresos adicionales derivados del comercio y el transporte internacional.
Una zona de libre comercio con enfoque occidental también consolidaría la independencia y soberanía de Guinea Ecuatorial en un contexto geopolítico complejo. La posibilidad de evitar una dependencia directa de potencias como Rusia y China, que podrían utilizar sus bases navales para influir sobre los recursos naturales y las rutas de tránsito de la región, fortalecería el control de Guinea Ecuatorial sobre sus propios recursos y le permitiría negociar en condiciones más equitativas y transparentes. Esto reduciría el riesgo de inestabilidad geopolítica y le permitiría mantener una política exterior más balanceada y orientada hacia el desarrollo sostenible.
En última instancia, una zona de libre comercio occidental y atlántica beneficiaría a Guinea Ecuatorial en términos de estabilidad política y social. La atracción de inversión y la creación de empleos mejor remunerados derivarían en un mayor bienestar para la población, con mejoras en áreas como la educación, la salud y la infraestructura pública. El país podría utilizar los ingresos adicionales para fortalecer sus instituciones y avanzar en reformas que promuevan la transparencia y el buen gobierno. Esto no solo mejoraría la calidad de vida de sus habitantes, sino que también consolidaría la imagen de Guinea Ecuatorial como un socio comercial confiable en el ámbito global.
En conclusión, una zona de libre comercio occidental y atlántica en el Golfo de Guinea ofrece a Guinea Ecuatorial una serie de oportunidades estratégicas y económicas que no solo impulsan el desarrollo nacional, sino que también refuerzan su soberanía y su papel en el comercio global.