La Actitud de la Izquierda Española: Un Silencio Inquietante
La intervención de Hispán señaló que la izquierda española —incluidos partidos tradicionalmente defensores de los derechos humanos y luchadores contra la corrupción— ha mostrado una desconcertante pasividad ante el régimen de Obiang. Lejos de pronunciarse en favor de los oprimidos por la dictadura guineana, se han abstenido de condenar sus abusos, dejando a los opositores de Obiang en una situación de abandono y sin el respaldo que debería otorgar un país democrático como España. Hispán no escatimó en palabras para recordar que estos mismos grupos políticos —el PSOE, Sumar, Esquerra Republicana y Bildu— que se presentan como "defensores de los derechos humanos" y "luchadores contra la opresión," han evitado cualquier crítica real a Obiang, votando en contra de la proposición o absteniéndose, y en la práctica, protegiendo así al régimen.
Una Lucha por la Justicia: PP, Vox, UPN y PNV en Defensa de
Guinea Ecuatorial
Frente a esta falta de acción por parte de la izquierda, el Partido Popular, junto con Vox, Unión del Pueblo Navarro (UPN) y el Partido Nacionalista Vasco (PNV), se unieron en la defensa de una propuesta que busca dar pasos concretos hacia el apoyo a la oposición democrática en Guinea Ecuatorial. Los partidos que han respaldado esta iniciativa, señala Hispán, han tomado una postura firme y clara contra el régimen de Obiang, mientras que la izquierda ha preferido mantenerse al margen, al parecer “escondiéndose” detrás del gobierno, según palabras del propio diputado.
La Hipocresía de la Izquierda: Amistades Peligrosas con las
Dictaduras
Pablo Hispán también criticó abiertamente la hipocresía de ciertos sectores de la izquierda española, que no han tenido reparo en mostrar su apoyo a dictaduras infames al tiempo que abandonan a sus pueblos o a la gente sometida como en Venezuela, Cuba, el Sáhara o Nicaragua, y de paso, niegan cualquier respaldo a los opositores del régimen guineano. Esta contradicción, que algunos han calificado como una "estafa" o “engaño a la ciudadanía”, evidencia un doble rasero preocupante: la izquierda española apoya regímenes autoritarios en otras latitudes y, simultáneamente, permanece en silencio ante las violaciones sistemáticas de derechos humanos, como por ejemplo en Guinea Ecuatorial, una nación con la que España mantiene profundos vínculos históricos y culturales.
El Voto de la Izquierda: ¿Complicidad o Mero Silencio?
Algunos partidos de la izquierda optaron por abstenerse en lugar de votar en contra, lo que Hispán interpretó como una forma de evitar una postura directa en contra de Obiang, sin molestarlo abiertamente. Sin embargo, esta abstención, lejos de ser neutral, según el diputado, es un gesto de indiferencia que favorece al régimen y alarga el sufrimiento del pueblo guineano. Hispán insistió en que esta actitud de pasividad o, peor aún, de complicidad, es inaceptable para un país como España, que debe asumir su responsabilidad hacia una excolonia que aún lucha por su libertad y derechos fundamentales.
Una Proposición para el Cambio: Apoyo Internacional y
Sanciones
La propuesta, respaldada por PP, Vox, PNV y UPN, insta a la creación de una política de Estado hacia Guinea Ecuatorial, centrada en el apoyo a una transición democrática y la colaboración activa con la oposición. También aboga por una estrategia a nivel europeo, promoviendo sanciones similares a las impuestas contra otras dictaduras como la venezolana, para presionar al régimen de Obiang. Esta iniciativa representa, según Hispán, un primer paso hacia una política exterior coherente y ética que debería unir a todas las fuerzas políticas de España en favor de los derechos humanos.
Resumen de lo más importante de esta iniciativa del diputado
popular, Proposición No de Ley (PNL).
La relación entre España y Guinea Ecuatorial es un vínculo profundo y arraigado en la historia, la cultura y los lazos sentimentales que unen a sus pueblos. Sin embargo, la realidad guineana apenas encuentra eco en la política exterior española ni en sus medios de comunicación, dejando en la sombra una situación alarmante y compleja. España, a pesar de su responsabilidad histórica y moral, parece ausente en una coyuntura en la que una acción decidida es no solo necesaria, sino urgente.
Guinea Ecuatorial, bajo el gobierno de Teodoro Obiang Nguema, sufre una de las dictaduras más longevas y represivas del continente africano. Este régimen es conocido por la violación sistemática de los derechos humanos, la opresión política y el saqueo de los recursos naturales. Recientemente, Obiang ha estrechado lazos con Rusia, evidenciando un cambio estratégico que amenaza la seguridad en la región y plantea interrogantes sobre las prioridades del actual gobierno español y su política exterior. Durante su visita a Moscú, Obiang no solo ofreció a Vladimir Putin el uso de Guinea Ecuatorial para una Cumbre Rusia-África, sino que también propuso intensificar la cooperación militar. Este movimiento, en un contexto donde el Sahel ya enfrenta crecientes desafíos de seguridad, representa un riesgo directo para los intereses españoles.
La Inacción Española: Un Vacío que Requiere Llenarse
La falta de una política exterior clara hacia Guinea
Ecuatorial refleja un desinterés preocupante. Esta inacción del gobierno
español, concretamente del Ejecutivo liderado por Pedro Sánchez y su Ministerio
de Exteriores, permite que el régimen de Obiang actúe sin mayores contratiempos
en la escena internacional. Más aún, figuras del ámbito político español, entre
ellos exministros y altos cargos, han sido acusados de involucrarse en el
"saqueo" de los recursos guineanos (La riqueza de Guinea Ecuatorial
por sus reservas petroleras, es también un botín por parte de lobistas de la
peor especie, muchos de ellos vinculados al Partido Socialista. Por Guinea han
pasado el expresidente Rodríguez Zapatero, el exministro Bono y el exministro
Moratinos, quien además realizó unas infames declaraciones avalando el
resultado de una farsa electoral como si fuera el de unas elecciones en Suecia.
Otro de los dirigentes del PSOE que pasó
por Guinea como exministro fue, en 2021, el Sr. Ábalos). Este comportamiento
contrasta con la misión ética que debería guiar la política exterior de
cualquier país democrático y añade una capa de complejidad y vergüenza a la
relación entre ambos Estados.
La reciente Proposición No de Ley (PNL) presentada en el
Congreso de los Diputados subraya la necesidad de que España asuma un papel
activo en la transición democrática de Guinea Ecuatorial. Entre otras demandas,
la PNL insta al gobierno español a colaborar con la oposición guineana y a
incluir la cuestión de Guinea en la Estrategia de Acción Exterior. Igualmente,
plantea la relevancia de llevar esta causa a la Unión Europea, buscando
sanciones contra los miembros del régimen, como se ha hecho en el caso de otras
dictaduras.
El Peso de los Derechos Humanos y el Deber de la Memoria
Uno de los aspectos más preocupantes es el asesinato del ciudadano español Julio Obama, un trágico recordatorio del peligro que implica enfrentar el régimen guineano. La Audiencia Nacional lleva el caso y, a pesar de la oportunidad que hubo para detener a uno de los responsables, la justicia española permitió su huida, dejando sin respuesta una injusticia flagrante (el titular del juzgado de instrucción número 5 de la AN, Santiago Pedraz, permitió su huida cuando el operativo policial permitía su detención) . La PNL exige que se aclare la responsabilidad de este crimen, se entreguen los restos a sus familiares y se colabore con la investigación en curso. La ausencia de una condena firme a estos actos por parte de España enviaría un mensaje erróneo, alentando la impunidad y dejando en el desamparo a las víctimas de la dictadura guineana.
Una Política de Estado que Fomente la Transición Democrática
Es fundamental que la relación de España con Guinea Ecuatorial trascienda los intereses económicos y políticos que algunos sectores pueden intentar mantener. La propuesta incluye también una serie de medidas para congelar los bienes de la familia Obiang y de sus allegados en Europa, tal como se ha hecho en otros casos de dictaduras. Estos activos deberían ponerse a disposición del pueblo guineano, para que los recursos sustraídos a la nación puedan revertirse en beneficios para sus ciudadanos.
Por otro lado, se solicita el apoyo a las asociaciones ecuatoguineanas radicadas en España, así como la agilización de las solicitudes de asilo de ciudadanos guineanos. El rechazo de estos exiliados y la indiferencia ante su situación sería un grave error que, además, comprometería los valores democráticos de España.
El Momento de Actuar: Por el Bien de Dos Naciones
España debe asumir una postura coherente y ética, no solo en beneficio del pueblo guineano, sino también para asegurar una política exterior que refleje su compromiso con los derechos humanos y la democracia. El dictador Teodoro Obiang y su régimen no deberían encontrar aliados en quienes prefieren el silencio y la complicidad sobre la verdad y la justicia.
Es hora de que España, y especialmente sus responsables políticos, actúen con responsabilidad, promoviendo una transición pacífica y efectiva hacia una Guinea Ecuatorial democrática y próspera. Para que el pueblo guineano deje de ser un mero espectador del saqueo de su país y pueda finalmente disfrutar de sus recursos y construir un futuro digno en libertad.