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lunes, 17 de junio de 2024

LA ADOLESCENCIA EN GUINEA ECUATORIAL: ANTES Y DESPUES DE LA DICTADURA


Por Maria Victoria Udjilo Belika, Secretaria de Mujer e Igualdad del Partido del Progreso de Guinea Ecuatorial. 

La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la adolescencia como el período de crecimiento que se produce después de la niñez y antes de la edad adulta, entre los 10 y 19 años. Sin embargo, reconoce que es complicado marcar un rango de edad preciso, ya que depende de muchos aspectos del entorno y del propio adolescente. Podemos, no obstante, definirla como la etapa de la vida entre la infancia y la edad adulta.
La adolescencia es un proceso lleno de cambios físicos, psicológicos y emocionales. Los adultos a menudo la consideramos una etapa complicada, viendo a los adolescentes como irresponsables, contestatarios, apáticos, vagos y poco comprometidos, preocupados solo por ellos mismos y sus amigos. Esta percepción no siempre refleja la realidad.
Los adolescentes experimentan numerosos cambios necesarios para convertirse en adultos, y esta etapa no es solo negativa. Los adolescentes tienden a cuestionarse su vida, su entorno y la realidad social en la que viven, y suelen desear cambios en estos aspectos.
Pero, ¿qué ocurre cuando el entorno es represivo y no permite a los adolescentes ni siquiera cuestionarse, ni participar en los cambios que consideran necesarios? Les robamos esa etapa crucial y los lanzamos directamente de la niñez a un mundo deshumanizado, donde deben ocultar sus inquietudes y actuar con temor y desconfianza hacia sus pares y la sociedad en general. Además, muchos adolescentes guineanos se han visto obligados, debido a la represión, a madurar de golpe, teniendo que abandonar su país solos, sin una familia que los apoye.
Como adultos, debemos entender que esta etapa de la vida es complicada para ellos. Cuando nos cuestionan o incluso nos acusan de haber permitido que su mundo en Guinea sea así, no debemos ponernos a la defensiva, sino comprender, dialogar y acompañarlos en su proceso de maduración. El diálogo y una explicación real de la situación pueden construir un entorno de seguridad y confianza, además de generar esperanza de cambio en ellos.
El Partido del Progreso reconoce la importancia de esta etapa en la vida de los adolescentes y ha desarrollado varios proyectos de acogida, educativos y sociales que implementará en la futura democracia en Guinea Ecuatorial. Estos proyectos tienen como objetivo proporcionar a los adolescentes un entorno seguro y de apoyo, donde puedan florecer y desarrollarse plenamente.

Proyectos de Acogida:

Estableceremos centros de acogida para adolescentes que se encuentren en situaciones de vulnerabilidad. Estos centros ofrecerán apoyo emocional y psicológico, así como un entorno seguro para aquellos que han tenido que abandonar sus hogares. Estos centros también servirán como espacios donde los jóvenes pueden expresar sus inquietudes y aspiraciones sin temor.

Proyectos Educativos:

Nuestro sistema educativo se enfocará en potenciar el espíritu crítico y la autonomía de los adolescentes. Implementaremos programas que promuevan el pensamiento independiente, la toma de decisiones y la responsabilidad personal. Además, fomentaremos el acceso a la educación para todos, garantizando que cada joven tenga la oportunidad de recibir una educación de calidad, independientemente de su origen social o económico.

Proyectos Sociales:
Crearemos iniciativas que fomenten la participación activa de los adolescentes en la sociedad. Esto incluirá programas de voluntariado, espacios para el diálogo y la expresión artística, y la promoción de actividades deportivas y culturales. Queremos que los adolescentes sientan que son una parte integral de la construcción de una nueva Guinea Ecuatorial.
Debemos luchar para que nuestros adolescentes recuperen lo que la adolescencia supone: una etapa necesaria de florecimiento, de descubrimiento del mundo y de sí mismos, de empezar a hacer proyectos de vida. Los adultos, ya sean padres, madres o educadores, debemos tener claro que en este período los adolescentes deben empezar a tomar decisiones, desarrollar un espíritu crítico, y ser responsables de sus actos, libres y autónomos. Solo así podrán llegar a ser adultos saludables emocional y psicológicamente.
¿Cómo lograr esto? Con un sistema educativo que potencie estos aspectos y, desde las familias, demostrando nuestro amor y respeto, siendo comprensivos cuando nos retan o cuestionan, ya que no lo hacen por mero afán de provocar, sino porque están en un proceso de cambios físicos y hormonales muy bruscos que ni ellos mismos comprenden. Esta etapa no puede desarrollarse correctamente sin nuestro apoyo, manteniendo la distancia cuando sea necesario, mostrando interés por sus interrogantes y problemas, siendo empáticos y valorando sus opiniones. Sobre todo, debemos alimentar la esperanza de que vendrán tiempos mejores para Guinea y para ellos, que hay que seguir luchando con cautela, midiendo los riesgos, pero sin rendirse.