Por Armengol Engonga Ondo. Presidente del Partido del Progreso de Guinea Ecuatorial
En medio de los desafíos y las aspiraciones de Guinea Ecuatorial hacia una democracia sólida, hay un grupo de héroes cotidianos que a menudo pasan desapercibidos: los agricultores. Estos hombres y mujeres, que trabajan incansablemente la tierra para alimentar a sus comunidades, desempeñan un papel fundamental en el proceso democratizador de nuestro país.
La agricultura no solo proporciona alimentos esenciales para
la población, sino que también es un motor crucial para el desarrollo económico
y social. Los agricultores guineanos son guardianes de nuestra seguridad
alimentaria y son responsables de cultivar una amplia gama de productos, desde
cereales hasta frutas y verduras, que nutren a nuestra nación.
Un ejemplo emblemático de agricultura
excelente es el cultivo del cacao en Guinea Ecuatorial, específicamente en la
Isla de Bioko (anteriormente conocida como Fernando Poo), donde los españoles
introdujeron esta labor allá por el año 1901. Para la década de 1950-1960, se
habían cultivado 25.000 hectáreas, alcanzando una producción de 30.000
toneladas de alta calidad en variedades como Criollo y Forastero. Sin embargo,
a pesar del crecimiento inicial y las buenísimas expectativas, la producción ha
declinado dramáticamente debido a la falta de atención y pésima gestión por
parte de los regímenes dictatoriales de Francisco Macías y Teodoro Obiang. Esta
negligencia, entre otras cuestiones, ha resultado en la expulsión de miles de
familias que dependían de este cultivo.
Las cifras hablan por sí solas:
entre 1996 y 2014, la producción fue de apenas 3.447,78 toneladas, y desde 2014
hasta la actualidad, la producción ha disminuido aún más, llegando a apenas
583,88 toneladas. Esta situación es alarmante y evidencia la urgencia de
revitalizar el sector agrícola guineano de una manera coherente, decidida y
profesional. Hay que revertir esta pésima tendencia. Estamos en las peores
manos posibles. No se puede hacer peor y esta preocupación hace que en el
Partido del Progreso trabajemos sin descanso por diseñar medidas que mejorarán
drásticamente nuestras explotaciones y como no, nuestros pueblos. La actual
dictadura, despreocupada por el bienestar de los guineanos, se ha convertido en
un grave problema para el progreso y la modernización de nuestra república.
En mi opinión como experto, soy
profesional de la agricultura y he trabajado por más de 40 años en España, el
futuro de la agricultura en Guinea Ecuatorial debe centrarse en la producción
de una amplia gama de alimentos, desde tubérculos como ñame, malanga y yuca,
hasta cereales como maíz y cacahuetes, así como frutas como mango, aguacate,
piña, melón, sandía y plátanos, entre otros. Además, es crucial desarrollar
un plan integral que incluya la implementación de técnicas modernas de
cultivo y el apoyo tanto económico como técnico por parte del gobierno y Agencias
internacionales.
Pero el papel de los que se
ocupan de la tierra va más allá de la mera producción de alimentos. Los
agricultores son agentes de cambio en nuestra sociedad. A través de su trabajo
arduo y dedicación, promueven la autonomía y la resiliencia de nuestras comunidades.
Su labor contribuye a reducir la dependencia de las importaciones de alimentos
y fortalece la economía local.
Además, los agricultores son
defensores naturales de la democracia. Su conexión con la tierra les otorga una
perspectiva única sobre los desafíos ambientales y sociales que enfrentamos.
Son testigos directos de los efectos del cambio climático, la escasez de
recursos y la desigualdad en el acceso a la tierra y los servicios básicos.
Como resultado, están inherentemente comprometidos con la búsqueda de
soluciones sostenibles y equitativas.
En un momento en el que Guinea
Ecuatorial se encuentra en un proceso de transición hacia una democracia, los
agricultores son una fuerza poderosa para el cambio. Su participación activa en
la toma de decisiones locales y su capacidad para movilizar a sus comunidades
son esenciales para construir un futuro más justo y equitativo para todos.
Es crucial que reconozcamos y
valoremos el papel de los agricultores en la construcción de nuestra transición
a la democracia. Debemos apoyarlos con políticas y programas que promuevan su
desarrollo y bienestar, garantizando así que puedan continuar desempeñando su
papel vital en el proceso democratizador de Guinea Ecuatorial.
Los agricultores, como actores
fundamentales en este proceso, deben recibir el respaldo necesario para llevar
a cabo su labor de manera digna y sostenible. Esto incluye el acceso a mercados
tanto nacionales como internacionales, así como el apoyo para la creación y
desarrollo de industrias agroalimentarias.
Es imperativo que el gobierno de
Guinea Ecuatorial tome medidas concretas y serias para impulsar el desarrollo
del sector agrícola y rural. Solo a través de un sistema democrático, basado en
libertades y estado de derecho, podremos alcanzar este objetivo y marcar un
verdadero hito en la historia y el desarrollo de nuestro país. En eso estamos
trabajando en el Partido del Progreso y contamos con la gente del campo para poner a Guinea Ecuatorial en el
lugar que todos merecemos.