Por Maria Victoria Udjilo Belika, Secretaria de Mujer e Igualdad del Partido del Progreso de Guinea Ecuatorial.
Reconstruir una nación que ha sido asolada por décadas de una dictadura implacable y cruel, que ha sumido a su población en la pobreza, la ignorancia, y la desesperanza, es una tarea monumental. En Guinea Ecuatorial, donde se han marginado aspectos cruciales para el desarrollo nacional, tales como la educación, la salud y el apoyo social a los más vulnerables, es imperativo iniciar la recuperación de estos sectores. Este abandono no se debe a una falta de recursos, sino a políticas depredadoras por parte de los sucesivos gobiernos, que han desviado la riqueza nacional hacia sus arcas personales. Sin embargo, Guinea Ecuatorial no estará para siempre en esta situación.
Debemos prepararnos para el cambio, para cuando seamos una nación libre con verdaderas perspectivas de avance. Existen múltiples áreas que requieren de nuestra inversión, tanto de esfuerzos como económica: salud, industria, educación, servicios sociales, justicia, infraestructuras...Entre estos sectores críticos, quiero destacar y contribuir, con toda humildad, al campo de la Educación. Creo firmemente que para edificar una nación próspera, debemos comenzar por formar a las nuevas generaciones de guineanos con una educación pública de calidad. Esta formación permitirá a nuestros niños y jóvenes forjar un futuro en el que puedan contribuir tanto a su desarrollo personal como al del país.
En la educación obligatoria, necesitamos implementar currículos que doten a nuestros estudiantes de habilidades en lengua, matemáticas, historia nacional, africana y mundial, ciencias, tecnología, idiomas extranjeros, disciplinas artísticas, educación física, ética y filosofía. Además, es vital ofrecer una enseñanza postobligatoria que prepare a los estudiantes tanto para la universidad como para carreras técnicas esenciales para el desarrollo y competitividad nacional: sanitarios, mecánicos de automoción, carpinteros, técnicos en refrigeración, administrativos, peluqueros, cocineros, recepcionistas, entre otros.
Nuestras universidades también requieren de reformas significativas, incluyendo sistemas de becas justos y equitativos que garanticen el acceso a los más capaces, independientemente de su situación económica.
Finalmente, sostengo la convicción de que debemos enseñar a nuestros jóvenes a vivir en democracia. Esto implica aprender la empatía, la solidaridad, la defensa de los más vulnerables, la lucha por la igualdad de las mujeres, y la resolución de conflictos a través del diálogo y el respeto hacia quienes piensan diferente. Sin estos principios, cualquier esfuerzo por transformar Guinea Ecuatorial será en vano, ya que sin ellos, solo repetiríamos los errores que han causado tanto sufrimiento a nuestra nación.