Por Luciano Ndong Esono Oyana. Presidente del Consejo Geográfico
del Partido del Progreso en el Reino Unido.LONDRES.
¡Quién lo diría! Aquél que tanto presumía por su influencia al disponer a su gusto, los fondos de todos los guineanos que, a día de hoy, estaría exasperado por encontrar apoyos y ayuda para continuar al frente de nuestro pueblo. Quien se ha dedicado a eliminar a guineanos de toda condición, deambula desesperado por hacerse con un “partnership”. Ha pasado de decir que occidente lo avala a seguir gobernando Guinea Ecuatorial, lo que imposibilitaba a la oposición a seguir la lucha, a salir en estos momentos, en tierras rusas diciendo que los occidentales,
Lo sorprendente de la ya conocida “hoja” de ruta no escrita sobre el final de los dictadores, a pesar de su previsibilidad es, que algunos persisten en escribir su singular desenlace. Este es la hora de Teodoro Obiang Nguema Mbasogo.
A menudo, mantengo comunicación con gente del país y, en los últimos días he hablado con algunos, me comentan tener la sensación de que el cambio está a punto de producirse. Igualmente aguardan con temor por exhibir cierta alegría. Nosotros, alejados de los dominios del sátrapa, con fuerzas, ganas y capacidad para aportar cosas, estamos preparados para aterrizar. Nuestro pueblo espera de nosotros, y el primero de los retos, es no defraudarlos.
En estos años de dictadura, hemos tomado nota de la irresponsabilidad de sus gobiernos y eso nos ha aportado visión para fijar objetivos que respondan a las preocupaciones de nuestro pueblo. No se excluye a nadie en esta nueva etapa para nuestro pueblo. Somos necesarios todos para hacer de nuestra Guinea, el país que tanto anhelamos y por el que soñaron los padres de la independencia.
Mientras se hace cada día más evidente el ocaso de la dictadura, vamos tomando conciencia de lo que nos espera. Somos conscientes de las dificultades y complicaciones que suponen los comienzos, pero nos hemos preparado, elaborando unas acciones como medidas de choque, como punto de partida para lo que vendrá.
Todos los sectores de nuestra sociedad necesitan de proyectos serios y responsables. En consecuencia, nuestras medidas de choque abarcarán todos los aspectos que confluyan directamente en el bienestar de nuestra sociedad.
Una de las primeras medidas será la eliminación inmediata de las barreras que obstaculizan el libre movimiento de nuestra población. Educación, sanidad, agricultura, transportes, administración territorial, energía, economía, defensa y protección ciudadana, forman parte del conjunto de medidas que llevamos en la agenda. La profesionalidad en el ejercicio de funciones, será una de las exigencias para limitar las posibles relaciones extraprofesionales, lacra en la administración actual de Guinea Ecuatorial.
La sanidad, la educación y los servicios de seguridad ciudadana serán los sectores con mayor exigencia, recuperando al personal cualificado, excluidos de la administración. Dotar a los profesionales de equipamiento suficiente y adecuado, sobre todo, en los hospitales, para que nadie tenga que volver a llevarse sus pertenencias durante su ingreso, ni pagar por ser tratado. Ninguna familia, por la inacción del gobierno, volverá a sufrir la pérdida de algún miembro familiar, por la mordedura de una serpiente o por secuestro sin que se investigue.
Pondremos en marcha cursos de actualizaciones, monográficos y de reciclajes para adaptar al personal a las exigencias del momento, monitoreados por gente cualificada. Hagamos que monjas españolas vuelvan a asistir a las guineanas en los partos.
Procuraremos que nuestras ciudades tengan iluminación sin que se vea alguien impedido por ser opositor o, por cualquier otra circunstancia condenatoria según los criterios de los que gobiernan hoy nuestro país. Nuestros hijos sin excepción, tendrán derecho a la escolarización, así como aquellos adultos que lo deseen. En este último apartado especialmente, cobrarán un incentivo todos aquellos adultos que quieran volver a las clases en cualquiera de los horarios que se establezcan.
Hay que reciclar y rejuvenecer a las fuerzas armadas, proporcionarlos una logística actualizada y moderna para proteger al territorio nacional y disponer de una capacidad persuasiva necesaria. Los miembros de las fuerzas de orden público y seguridad nacional ejercerán su función cumpliendo con la ley y las normas establecidas.
Sabemos que, a día de hoy, en el país (cosa normal tras tantos años de un sistema perverso), habita el escepticismo en el uso de los fondos públicos, fruto de la irresponsabilidad de la dictadura, en consecuencia, no se harán uso de los fondos de todos los guineanos sin que se explique al pueblo. Haremos publico todo por cuanto suponga el uso de los recursos de todos. Contamos con la compañía de la prensa internacional mientras habilitamos todos los mecanismos para el establecimiento de la prensa nacional, como actor importante y necesario para asentar las bases de un estado de derecho.
Tanto la oposición como todos aquellos que hemos pasado estos años fuera de casa, hemos aprendido de estos grandes y mejores países, por lo que, el binomio exilio/población, será determinante para el cambio que anhelamos todos.
La agenda de nuestra formación política, no se limita en una mera redacción o buenas palabras insertadas en una hoja de papel, ¡no¡. Estas medidas serán efectivas ya que, con certeza, un glosario de pequeñas y medianas empresas europeas, y españolas entre ellas, acudirán a la llamada de nuestro pueblo para el pistoletazo de salida. Estamos asistiendo el final de un gobierno manifiestamente ofuscado. Ahora es Rusia, ayer China y no hace mucho, los americanos y siempre con el mismo resultado.
Quien toma un país por finca privada, no puede fácilmente hallar amigos entre gente seria y comprometida con el bienestar de sus conciudadanos.
El Partido del Progreso, viene dando pinceladas del proyecto que tiene en su agenda política, pero, esto sólo es el comienzo. Hay un equipo humano y profesional. Confiamos en el exilio, en los partidos políticos, tanto los de dentro, como los que nos hallamos en el exilio. Confiamos en los activistas y en la sociedad civil. Hagamos de nuestro pueblo lo que concibieron los padres de la independencia.
Vayamos todos a casa, a dar vida a nuestro pueblo. Se lo merece ya.