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jueves, 2 de noviembre de 2023

EL PARTIDO EL PROGRESO, PREPARADO PARA SERVIR A NUESTRO PUEBLO


Redacción El Confidencial 


En muchos países del mundo, incluso en algunos democráticos, los políticos quiere poder para mandar y dirigir e incluso para dictar pasando por encima de las instituciones de los estados, las normas de buena conducta democrática y las de convivencia social.

Esta mala voluntad de buscar o llegar  al poder sólo por querer “mandar”, someter a los ciudadanos derogando leyes e imponiendo otras, es decir, esto de llegar sucio o ensuciarse en el poder sólo por querer llegar o mantenerse en el mismo, es uno de los objetivos contra los que el Partido del Progreso mantiene una dura y desproporcionada lucha durante cerca de  cuarenta años contra la dictadura de los Obiang. 

En el mundo en general, y en GUINEA ECUATORIAL en particular, hemos visto y escuchado a políticos, militares, activistas, etc. hablando sobre el poder, luchando por él y mostrándose capaces de todo para llegar al poder. Y cuando este anhelo o deseo (llámese ambición) de poder lo exponen, sería conveniente evaluarse y llegar a las siguientes objetivas o preguntas: ¿Si hoy mi partido llegara al poder, qué haremos? ¿Lo que pensamos hacer, le podrá beneficiar al pueblo? ¿Esto que tenemos programado hacer si llegamos al poder es lo que el pueblo quiere?

 

En el seno del PP sabemos que hay mucho que hacer, y hay todo por hacer junto a todos los grupos que se encuentran integrados en la verdadera lucha por una transición democrática sin trampas en GUINEA ECUATORIAL.

Los dirigentes del Partido del Progreso sabemos que el pueblo guineo ecuatoriano es un pueblo pro occidental, por lo que si llegamos al poder, lo primero que haríamos para garantizar una mayor probabilidad de éxito a nuestra transición democrática, sería firmar unos acuerdos de cooperación con Europa en todos los sectores: económico, educativo, sanitario y militar. Pero no como vasallos, sino de igual a igual, como nación libre y soberana.

En el  Partido del Progreso nos tomamos muy en serio lo que es la formación de los recursos humanos, porque sabemos que con una profunda formación las persona sabrán en todo momento lo que deben hacer y lo que no; conocerán igualmente sus limitaciones. Si uno sabe lo que debe y lo que no debe; mas también llega a conocer y reconocer sus limitaciones, la persona en cuestión, con mucha o poca formación se vuelve toda una joya en la sociedad, pues, nunca será un problema para el desarrollo del conjunto. 

Conocer y reconocer nuestras limitaciones implica saber asumir las responsabilidades y saber ceder según esté uno o no facultado para hacer frente a la responsabilidad que se le quiere otorgar o se le otorga.

Y lo que menos queremos en nuestro partido a día de hoy es que vuelva a subir al poder un nuevo dictador (heredero de la dictadura) porque tenemos claro que volverían a dejarnos llorar y lamentar durante otras décadas más.

En mil novecientos sesenta y ocho; bien por ambición, bien por querer pasar por listos o por algún resentimiento, muchos de los que lucharon por la independencia, tras unas elecciones presumiblemente limpias (dicen los que lo vivieron), la mayor parte de los postulantes en la primera vuelta retiraron sus candidaturas para apoyar a Macías Nquema en la segunda vuelta dejaron a Bonifacio ONDÓ EDÚ solo y sin ningún apoyo. 

Este lamentable hecho del pasado del que no vamos a comentar en este artículo por considerar que el satánico error no dejó a salvo ni a propios ni a extraños. Casi todos los que apoyaron a Macías para ganar a Bonifacio acabaron muertos a manos de los hombres de confianza de Macías NQUEMA (Obiang Nquema y otros), los cuales dividieron el país en dos partes: 

1. los Mikkua (GACELAS, los que votaron a Bonifacio ONDÓ EDÚ) y los intelectuales, que tenían formación y se declaraban apolíticos o en su momento votaron también a Bonifacio ONDÓ EDÚ. A los de este primer grupo se les podía matar y condenar en cualquier momento aun cuando no hayan cometido delito alguno.

2. El segundo grupo de las víctimas de Macías estaba constituido por los mismos que le había apoyado. Estos fueron casi los que pagaron con su vida la osadía de decir en privado, a escondidas que Macías se había vuelto mal dirigente. Como ejemplo, tenemos a Alfonso Oyono, Edmundo Bosio, Atanasio NDONG, … etc.

Hoy para que este terror no vuelva a surgir  en GUINEA ECUATORIAL, toca abrir bien los ojos y los oídos para ver y escuchar a perfección lo que dice y hace la gente por este largo camino hacia una GUINEA democrática.

El Partido del Progreso quiere una excelente formación para todos los guineanos y esta formación deberá “ser gratuita” en todos los niveles. La formación de los guineanos será lo que permita una participación responsable en la vida política del país. 

Es un sueño que podemos poner en práctica porque sabemos que somos pocos y nuestro Estado tiene muchos recursos económicos, por consiguiente, el gobierno podrá pagar la formación de todos. 

En el PP no queremos que los alumnos  sigan saliendo de los distritos  para ir a la cabecera provincial a estudiar o a hacer la selectividad; trabajaremos para que en todos los distritos de nuestra nación haya todos los niveles de estudio y con buena calidad formativa; en nuestro partido, si llegamos al poder, tenemos programado evitar, con la implantación de supermercados, que ningún ciudadano tenga que volver a caminar o viajar a kilómetros de su ciudad para ir a buscar artículos de primera necesidad. 

Los directivos del PPGE junto a nuestro presidente ARMENGOL ENGONGA ONDÓ, sabemos que si el pueblo nos confía el poder, nos tocará frenar las muertes por hemorragias, por fiebre, por malaria, procurando que todos los pueblos y comunidades tengan excelentes instalaciones hospitalarias con personal y medios adecuados para el atendimiento de los necesitados.

En el Partido del Progreso sabemos que en nuestro país la mayor parte de las familias pasan  hambre; sabemos que los mayores y las madres solteras  y los huérfanos y viudas/os están desamparados.

Tras cincuenta y cinco años de sufrimiento, creemos que ya le toca al pueblo guineo disfrutar de sus derechos y libertades. Habrán visto que hoy ya resulta difícil silenciar a la gente, ya es imposible ocultar las injusticias y los maltratos de los que hoy gobiernos GUINEA ECUATORIAL y a los guineanos. 

Hoy nos toca trabajar para que GUINEA ECUATORIAL sea un Estado de Derecho. Para ello tenemos que poner en marchas entre todos los partidos políticos verdaderos, también con las asociaciones civiles, una transición a la democracia ejemplar. 

Guinea necesita políticos generosos y con gran altura de miras que sepan trabajar por el bien  común. Esta tarea requerirá capacidad de diálogo y entendimiento, entrega y abnegación . Todo un reto.