Editorial El Confidencial
Padecer una larga dictadura, como la está padeciendo Guinea Ecuatorial, o como la ha estado padeciendo nuestro vecino Gabón, tiene una serie de consecuencias, significativas y graves para el conjunto del país, sus instituciones, el ejército y el resto de fuerzas de seguridad, y la sociedad en su conjunto, en cuanto a:
El deterioro de las instituciones democráticas: Las dictaduras suelen erosionar o eliminar las instituciones democráticas, como el sistema judicial independiente, el poder legislativo y la prensa libre. Esto debilita la base de la democracia y puede llevar a un largo proceso de reconstrucción institucional.
Recordemos como el propio Obiang Nguema -dueño y señor de nuestro país- el 22 de mayo de 2015 por decreto disolvía a la totalidad del Poder Judicial y a renglón seguido nombraba a uno nuevo, con Presidente de la Corte Penal incluido, mas dócil y mas afín a los intereses -criminales- del dictador.
La militarización de la sociedad: Bajo la dictadura, el ejército ha ejercido un control total sobre la sociedad guineana. Esto ha llevado a una cultura de militarización y una creciente influencia de las fuerzas armadas en la política y la vida cotidiana, en la que toda la población ha quedado atrapada.
La violación de derechos humanos: Las dictadura en nuestro país se ha venido asociando con graves violaciones de los derechos humanos, como la represión política, la censura, la tortura, las muertes y las desapariciones forzadas. Estas violaciones van a dejar cicatrices duraderas en la sociedad y en la memoria colectiva de nuestro pueblo.
La polarización social: La dictadura ha venido generando divisiones intencionadas en la sociedad entre partidarios del régimen y opositores. Esta polarización puede persistir mucho tiempo después de que termine la dictadura y dificultar la reconciliación nacional.
El estancamiento económico: El deterioro de la economía del país y sobre todo en lo que respecta a la economía familiar y doméstica de la mayoría de los guineanos, ha sido llamativo en Guinea. De igual forma ha sido llamativa, la gran brecha económica entre los partidarios del dictador y los opositores.
La corrupción sistémica: Nuestra dictadura ha estado asociada con la corrupción a gran escala, ya que el poder centralizado ha permitido a la familia de Obiang y al resto de las élites enriquecerse a expensas del país. Hay que tener en cuenta que la corrupción puede persistir en nuestra sociedad, incluso después de la caída del régimen de los Obiang.
La desconfianza en las instituciones: La profunda desconfianza en las instituciones que reina en nuestro país, puede dificultar la consolidación de la democracia y la gobernabilidad futura.
El impacto en la cultura política: No hay que olvidar que las experiencias bajo una dictadura como la nuestra, pueden moldear la cultura política de nuestro país durante generaciones, influyendo en la participación cívica, la tolerancia política y la percepción de la autoridad estatal.
Superar estas consecuencias y avanzar hacia la democracia y la estabilidad, puede ser un desafío arduo y llevar mucho tiempo. La historia lo ha demostrado en los países que han conseguido superar con éxito una dictadura.
Creo que hay motivos suficientes para que el Partido del Progreso plantee -lo llevamos planteando durante mucho tiempo- que después de Obiang, no será posible enderezar una democracia verdadera, si no se lleva a cabo un proceso de transición que permita poner las bases -institucionales, sociales y hasta personales- para una naciente democracia, cuyas instituciones emanen de la soberanía popular.
Así es en la mayoría de las democracias avanzadas, como las instituciones del país se basan en el principio de que deben emanar de la soberanía popular. Esto significa que el poder y la autoridad del gobierno se derivan del pueblo, y las decisiones políticas se toman en nombre de y en beneficio de los ciudadanos. Este concepto es fundamental en la teoría democrática y se refleja en la elección de representantes y en la participación activa de la ciudadanía en la toma de decisiones políticas a través del voto.
Suena bien la "musica" que se oye en nuestro vecino del Sur, y de ahí el titulo de este editorial: EL PRESIDENTE DE LA TRANSICIÓN....