Redacción El Confidencial
El 2 de marzo de 2022, la Asamblea General de la ONU propuso una resolución en la que se pedía a Rusia el cese inmediato del uso de la fuerza contra Ucrania. La resolución fue aprobada con 141 votos a favor, 7 en contra y 32 abstenciones, entre las que se contaron 25 países africanos, Guinea Ecuatorial se encontraba entre ellos.
Finalizada la Guerra Fría, Rusia redujo su presencie en Africa, para retomarla a partir de 2010, e intensificarla poco antes del inicio de la invasión de Ucrania. Todos los analistas coinciden en que Rusia quiere aprovechar las riquezas de nuestro continente para financiar la guerra de Ucrania. La ayuda de Rusia a la guerrilla de Sudan, el apoyo al coronel Assimi Goïta, responsable del golpe de estado en Malí y la ayuda militar a otro coronel, el de Guinea Conakri, Mamady Doumbouya, que encabezó un golpe de estado contra el gobierno en 2021. El gobierno de Malí también ha caído en las manos de Rusia, que tiene desplegados en el país saheliano a unos 1.000 mercenarios de la empresa Wagner.
El día antes de que Rusia lanzara su invasión a gran escala en Ucrania el año pasado, un "señor de la guerra", el general de Sudán Mohammed Hamdan Dagalode, estaba de visita en Moscú. Antes de esa visita su milicia (Fuerzas de Apoyo Rápido) ya estaba siendo beneficiada por la intervención en Sudán del Grupo Wagner, el ejército mercenario vinculado al Kremlin que ha estado luchando en Ucrania recientemente. Dagalode se había hecho un nombre cuando sus milicias (Janjaweed) ayudaron a llevar a cabo el primer genocidio del s XXI, el genocidio en la región sudanesa de Darfur, donde fueron masacradas 450.000 personas.
Con objeto de debilitar la influencia occidental en la región, el Kremlin ha hecho una prioridad de su presencia en África. Moscú aprovecha los vacíos de poder y las dictaduras, así se explica que grupos vinculados a Rusia vienen actuando desde Libia hasta Zimbabue, pasando por la República Democrática del Congo, entre otros. Parece ser que Rusia está dispuesta a esquilmar Africa para financiar la guerra de Ucrania.
En declaraciones del embajador de nuestro país en Rusia, "Rusia es una prioridad en política exterior", a pesar de la mala prensa y hasta el gran riesgo que supondría para nuestro país echarse en brazos de Rusia, «No nos importa. Estamos a favor de Rusia», replica nuestro embajador. La familia Obiang está intentando por todos los medios atraer el interés de Rusia, y en ese contexto se explican los constantes guiños de Malabo a Moscú. Es la ultima baza que le queda a Teodorín para zafarse de las presiones de los países occidentales.
Si Rusia pusiera las manos en nuestro país, estableciendo una presencia militar estable, mediante los mercenarios del grupo Wagner, ya nos podemos olvidar de la democracia en Guinea Ecuatorial, y por supuesto del retorno de los exiliados.
El pretendido desarrollo, que según la dictadura, nos podría traer Rusia con sus posibles inversiones, no tiene ni punto de comparación con el desastre humanitario que supondría la permanencia en el poder de Teodorín, sostenido por el Kremlin.
No podemos olvidar que actualmente la Rusia de Putin no tiene ningún tipo de miramiento, ni observancia de los derechos humanos, si tiene que invadir un país como Ucrania y lanzar todo su arsenal bélico, sin importarle si se trata de hospitales, escuelas, ciudades o cuarteles. Esa misma falta de humanidad la estamos viviendo con horror en Sudan, como con el apoyo de Wagner a la guerrilla insurgente, conflicto que se está llevado consigo la vida de muchos miles de personas y generando millones de desplazados.