Por
Armengol Engonga Ondo. Presidente del Partido del Progreso de Guinea Ecuatorial
El pasado fin de semana tuve el honor de presidir la
constitución de la Junta Directiva del partido para esta nueva etapa que se
espera sea el comienzo del cambio de Guinea Ecuatorial.
Me gustaría aprovechar esta oportunidad para expresar el
extraordinario orgullo que supone el que mis compañeros me hayan elegido para
encabezar y representar los deseos de tantos compatriotas hacia la construcción
de una sociedad en la que contemos todos.
Este es un momento muy delicado donde la confianza y la
transparencia ha de presidir todas nuestras acciones. Ya estamos participando
en iniciativas que tienen como objetivo transitar hacia la democracia sin
provocar desastres que pueden ser evitados.
Seguramente, tendremos que ceder en muchos aspectos. Las
cosas no son como nos gustarían a nosotros. Vivimos una situación donde unos
detentan el poder de manera omnímoda y otros buscamos el poder aportar
iniciativas para cambiar el curso de la historia. Ojalá que el cambio sea
posible y fácil de conseguir sin mucho problema, pero los intereses de unos y
la resistencia de otros nos obligan a buscar fórmulas que por el momento intuimos,
pero desconocemos. Es por esta razón el que haya buscado a los mejores para
encarar los retos que se nos vienen encima.
En el Partido del Progreso tenemos personas muy preparadas.
Contar con ellos es una garantía de éxito y es un honor para mí conducirlos
hasta nuestro objetivo final.
Cuando a mis compañeros les pedí que dieran un paso al
frente, no lo dudaron. Me emociona comprobar el grado de generosidad y ese
espíritu de servicio que siempre ha caracterizado a la gente de esta formación
política. No es fácil trabajar sin medios, sacando de donde no hay y con la
disponibilidad que me han demostrado. Hacer este recorrido con personas así es francamente
emocionante. Por esto, muchas gracias compañeros.
Alguno de los asistentes al acto del pasado fin de semana me
preguntaron de quién era el Partido y claramente les dije que este solo
pertenecía al pueblo guineano. Es como cualquier herramienta, invento o avance
social. El Partido del Progreso no es una propiedad o una finca particular.
Esto no existiría sin su gente, su militancia y simpatizantes. No estamos para
servir aspectos particulares de nadie, estamos para servir a nuestra Nación. El
Partido no sería nada sin su ideología, su fuerza de trabajo y sus soluciones de
cara al futuro. Estamos en una carrera de fondo y sin relevos, sin equipos de
refresco, no se puede avanzar eternamente. Hay que mantener el ritmo, la
ilusión y la capacidad de adaptarnos a la realidad que nos imponen los nuevos
tiempos y en eso estamos.
La Junta Directiva que presentamos en sociedad es muy
versátil y compacta. Buscamos la eficacia ante los nuevos desafíos. No queremos
quedarnos anclados, bloqueados por la intransigencia de unos u otros. Hay que
seguir hasta conseguir que sea la mayoría del pueblo guineano el que, por fin,
tenga la palabra.
Vamos a hacer lo posible por agruparnos con otras
formaciones políticas para construir un escenario que posibilite la democracia.
Tendremos que aceptar condiciones como también habrán de asumir nuestras
propuestas. Lo que importa ahora es llegar a Guinea Ecuatorial y que podamos
debatir el futuro de nuestra Patria sin desgarros, violencia o tragedias. La
tiranía está agonizando y las alternativas son las que son: O se aferran al
poder y nos obligan a buscar fórmulas desagradables o entran en razón y entre
todos nos comprometemos con la solución.
El Partido del Progreso cuenta con mecanismos de corrección
muy potentes. En nuestra formación no es posible que alguien actúe por su
cuenta sin el apoyo de la mayoría. Nosotros creemos que la democracia, la
participación y el dialogo son las claves para alcanzar el éxito.
Hay quién dice que nos han comprado, que la dictadura ha
llenado los bolsillos de algunos para manipularnos. En serio, tendrían que
comprarnos a todos y francamente, no hay dinero en el mundo que pueda
conseguirlo. Así que bromas, las justas.
Tenemos una tarea por hacer. Tenemos que llegar a nuestra
tierra. Queremos abrazar a nuestras familias y amigos. Necesitamos la Paz y la
Justicia para hacer de Guinea Ecuatorial un lugar agradable para vivir y
disfrutar de la dignidad que nos merecemos. Podemos crecer y prosperar. No
somos esclavos ni braceros de ningún finquero. No queremos servir a patronos
déspotas. Tan solo pedimos que nos dejen expresar y proponer un futuro para
nuestro pueblo. Lo vamos a hacer bien, estoy seguro. Necesitamos la democracia
para demostrar que los guineanos tenemos el mismo talento que cualquiera para
encarar los retos de la vida. No más tutelas impostadas. No nos traten como
animales. Queremos Libertad, Paz y Democracia. Ahora está en nuestras manos y
espero que la responsabilidad de todos ayude a conseguir el final que nos
merecemos.