Por
Armengol Engonga Ondo. Presidente del Partido del Progreso de Guinea Ecuatorial
Estamos en un momento muy delicado de nuestra marcha hacia la normalización en Guinea Ecuatorial. La sociedad a la que nos dirigimos nos exige que resolvamos los problemas, no que seamos un problema más. La clase política en el exilio, las organizaciones, asociaciones o los hombres y mujeres de nuestro país han de hacer un gran esfuerzo para ser parte de la solución y no una piedra en el camino. Si somos capaces de crear estructuras de entendimiento estaremos caminando hacia la democracia, pero si la maldad, la intransigencia y la deslealtad anida en nuestro ánimo, avanzaremos hacia el caos.
La sociedad guineana ha dado evidentes muestras de que está más que preparada para elegir su futuro si la clase política lo permite. No se puede luchar contra bandas armadas o violentas. La mayoría de las personas no guardan un fusil o una pistola en el armario del dormitorio. Tenemos que hacer el esfuerzo de ser educados, respetuosos, solidarios y colaborativos si queremos alcanzar el bien mayor, que no es otro que el modelo democrático.
La democracia es una herramienta y bien manejada nos puede
acercar a un modelo social infinitamente más justo que el conocemos en la
actualidad. Llegar a esta situación dependerá de muchos factores, pero sobre
todo el de una clase política educada, pacífica y con un escrupuloso respeto por
las normas que nos hayamos dado para abordar este proceso transitorio.
Como técnico puedo decir que una cosa es construir un
decorado que parece algo majestuoso, pero sin una buena base, nuestra obra, no
soportará el más mínimo contratiempo. Hay que empezar la casa por los
cimientos.
Uno de los principios que deben de servirnos de guía en este
momento es el de contemplar como prioritario el conseguir el arranque de lo
que todo el mundo conoce como “Justicia Social”. Al margen de ideologías o
maneras de pensar, tenemos que trabajar por hacer viable una convivencia pacífica y el avance de todos los que formamos parte de esta sociedad. Nuestro objetivo,
el del Partido del Progreso, es el de posibilitar el pleno desarrollo de todos
y combatir la pobreza y las desigualdades.
Nadie nace rico, pobre, poderoso o esclavo … todos hemos de
nacer iguales en una sociedad en la que no se torture, te abandone a tu suerte o te
niegue los derechos esenciales para que puedas realizarte en la vida.
Es necesario crear mecanismos efectivos que garanticen que
todas las personas puedan ejercitar sus derechos, se desarrollen con dignidad y
así, solo así, nuestra sociedad podrá prosperar.
Nosotros creemos en el individuo y sabemos que si no hay
bienestar personal jamás alcanzaremos el bienestar comunitario.
Hoy voy a exponer algunas de nuestras propuestas más
básicas:
Iguales ante la Ley: Esto es algo que es
indispensable para el buen funcionamiento de la democracia. Todos somos
personas. Ninguna tiene más derechos u obligaciones que otras. No podemos
discriminar a las personas por su etnia, pensamiento, sexo, creencias
religiosas … en esto somos tajantes. No podemos hacer grupos para repartir
privilegios o para someter a gente que piensa diferente o es de otra manera. Es
importantísimo garantizar la igualdad de oportunidades y procurar la defensa de
las personas que se sientan perseguidas o violentadas. Nuestra Justicia y
Fuerzas de Seguridad han de estar al servicio del ciudadano y no protegiendo a
los explotadores.
La educación: la educación ha de ser inclusiva,
equitativa y de calidad. Todos los niños (todos es todos, niñas y niños) y
adolescentes tienen derecho a acceder a una educación que les permita formarse
y les asegure un futuro en igualdad de oportunidades.
Vivienda digna: El hogar deberá ser un lugar
habitable, seguro y accesible para las personas. La clase política ha de
perseguir estos fundamentos. Las personas tienen que tener sus casas con las
infraestructuras necesarias como la energía, el agua potable, los saneamientos
y zonas comunes debidamente construidas para garantizar una vida alejada de
enfermedades e infecciones causadas por el abandono y la miseria.
Atención sanitaria: la calidad de vida de las
personas depende en un alto grado de factores sociales y económicos. La pobreza
y la exclusión tienen un elevado impacto en la salud de las personas. Por eso debemos
estar vigilantes y proveer a nuestros compatriotas de un sistema sanitario
suficiente y efectivo.
Laboral: el trabajo digno permite a las personas
desarrollarse y desenvolverse en la sociedad. El acceso a empleo y la
retribución justa ayuda a crear una sociedad más cohesionada y equitativa.
Tenemos que poner todo nuestro empeño en facilitar el acceso al trabajo, a los
negocios o a las iniciativas de todos.
Estas son consideraciones muy básicas pero necesarias. Esto
no lo puede, ni debe, hacerlo una sola persona. Esta es una tarea colectiva en
la que todos estamos obligados a permitir que se puedan implantar estos y otros
principios.
Trabajemos juntos. Esta es una tarea colectiva. Luchemos
sinceramente por el bien común. Es posible. Está al alcance de nuestra mano