Nada mas iniciar su Presidencia, Armengol Engonga ha estado conversando con cada uno de los militantes del Partido del Progreso, conociendo las diferentes estructuras del partido, con los que compartía sus inquietudes y les daba a conocer sus proyectos, vaticinando el importante papel de nuestro Partido en la consecución de la democracia en Guinea Ecuatorial.
Han sido varios encuentros con el Presidente en los que, a modo de confidencia de amigo, ha ido desgranando punto a punto el proyecto que tiene en mente para que Guinea Ecuatorial recupere el lugar que le corresponde.
Insistía, una y otra vez que nuestro país debe recuperar su identidad, la identidad que en el largo periodo de dictaduras ha ido desdibujando poco a poco. Tanto Macías, como Obiang, de forma consciente, han ido eliminando uno a uno, todos los grandes valores, incluyendo el exilio y la muerte de aquellos hombres y mujeres que los encarnaban. Los grandes principios que dan sentido y trascendencia a la vida humana: la libertad, la dignidad de las personas, la solidaridad y sobre todo, el sentido de superación personal, que nos permite adquirir una buena preparación e ilustración personal. Todas estas, llamémosles conquistas, que habíamos alcanzado los guineanos y que nos convertía en la envidia de nuestros vecinos, todos han sido erradicados de nuestra sociedad por las dos dictaduras.
Añadía el Presidente que Obiang Nguema para poder domeñar mas fácilmente a nuestro pueblo, ha ido eliminando todo referente que tenga relación a estos valores universales que mueven a las personas, embruteciendo y violentando la sociedad e impidiendo el acceso a una autentica cultura, a una seria preparación, y sobre todo, cercenando la independencia económica de los guineanos. Eliminando toda referencia cultural, e imposibilitando la autonomía económica de la población, le ha permitido que los guineanos seamos dependientes y no autónomos. Estos han sido los instrumentos que le ha permitido al dictador poder domeñarnos y extender durante tanto tiempo su inhumana tiranía.
Nos hablaba al oído de su deseo de convertir Guinea Ecuatorial en un referente de prosperidad económica y en un modelo de desarrollo humano: cultural, intelectual y técnico. Nos confesó que este sueño suyo había sido el leitmotiv de sus 37 años de lucha contra la dictadura.
Es precisamente en el sistema educativo en el que basa todo el éxito de la futura Guinea desarrollada y moderna con la que sueña. La educación, apostilla, es la base de todo desarrollo. Supone capacitar a las personas para que merced a sus conocimientos y a su capacidad emprendedora pongan en marcha diferentes iniciativas de empleo, que mejorarán la vida económica familiar y el desarrollo global del país.
Armengol Engonga tiene una particular visión de lo que puede ser el despegue económico de nuestro país. Nos insistía en que nuestro país se encuentra en un enclave estratégico privilegiado en el Golfo de Guinea, por lo que unas buenas infraestructuras portuarias y viarias, nos permitirán la fluida relación comercial con el resto del Africa Central. En este sentido hacía mucho hincapié en el hecho de que una parte considerable de la población de nuestro país se encuentre asentada (exiliada) en países occidentales desarrollados y esto puede ser un importante revulsivo para nuestra economía. Un buen instrumento de interrelación, que nos pude posibilitar que nuestro país sea la puerta del comercio de Occidente en Africa Central.
Armengol Engonga nos recordaba que la ideología demócrata-cristiana del Partido del Progreso hace descansar toda acción en la persona y que su incorporación a la vida económica debe estar apoyada a través de planes de formación específicos, mediante la animación socioeconómica, el apoyo económico por parte del gobierno a los emprendedores y la creación de un marco macroeconómico y legislativo, que proteja las inversiones extranjeras y favorezca la creación de diferentes iniciativas de empleo en todo el territorio nacional.
El Presidente del Partido del Progreso piensa que la clave del éxito económico de nuestro país, consistirá precisamente en estimular la capacidad creadora de los guineanos, basada en el conocimiento y en el dominio de las nuevas tecnologías, junto a la denominada actividad nodal, posibilitada por una buena red de infraestructuras que favorecerán la posibilidad de conectar unos puntos con otros y ampliar las posibilidades relacionales y logísticas de nuestra economía.
Debemos confesar que para la redacción del Confidencial no era nada nuevo, ya que durante mucho tiempo esta visión suya la hemos estado compartiendo, incluso publicando en una serie de artículos dedicados al nuevo modelo de desarrollo económico para Guinea Ecuatorial.