La Fiscalía pide juzgar a tres rusos por blanquear en España 26 millones del tráfico de armas
La juez considera que los Kokorev elaboraron en colaboración con altos mandos militares de Guinea Ecuatorial contratos fraudulentos “de venta y reparación de buques” que en realidad “ocultaban la venta de armamento”
Apenas unos días después de producirse la brutal explosión del Cuartel de Intervención Rápida de Nkuantoma, que ha provocado casi un centenar de muertos en Bata, la ciudad más poblada de la parte continental de Guinea Ecuatorial, la Fiscalía española ha pedido a la titular del Juzgado de Instrucción número 5 de Las Palmas de Gran Canaria, Ana Isabel de Vega Serrano, que envíe al banquillo de los acusados a los presuntos traficantes de armas Vladimir Kokorev Kokorev, Julia Meleeva Maleeva, Igor Kokorev Maleeva, y a sus testaferros, según consta en un escrito al que ha tenido al que ha tenido acceso de forma parcial LA RAZÓN.
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Precisamente en un auto de 9 de marzo de 2020, al que también ha tenido acceso este diario, la magistrada reclamaba a las autoridades de Panamá que incluyeran el tráfico de armas entre los delitos por los que se había acordado inicialmente la extradición de Vladimir Kokorev, Julia Maleeva e Igor Kokorev; que eran los de blanqueo de capitales procedentes de la malversación de caudales públicos “de la cuenta del petróleo de Guinea Ecuatorial”, especifica la resolución, que recuerda que los investigados ya fueron extraditados y entregados a España.
“Múltiples delitos de blanqueo”
En el mismo sentido, el representante del Ministerio Fiscal, que inició la investigación de los hechos en 2009 tras una querella interpuesta por la Asociación Pro Derechos Humanos de España contra altos cargos del Gobierno de Guinea Ecuatorial por el presunto blanqueo de 26,4 millones de euros, concluye en su escrito que “existe una apariencia razonable y suficiente de que Vladimir Kokorev, Julia Maleeva, Igor Kokorev” y otras personas han participado, “de forma penalmente relevante, en múltiples delitos de blanqueo de capitales”.
Para el fiscal estos indicios delictivos que ha descubierto con su investigación “son suficientes, variados y con suficiente carga incriminatoria como para que se pueda acordar, por la magistrada instructora, continuar el proceso por los cauces del procedimiento abreviado”. En este sentido, el escrito de la Fiscalía también apunta que los presuntos traficantes de armas “utilizaron testaferros para garantizar su impunidad pues no figuran en ninguna de las operaciones sospechosas
Y para lograr sus objetivos, “con la colaboración de otras personas, altos funcionarios del estamento militar del país africano, se elaboraban contratos aparentando ser legales, de venta y reparación de buques a Guinea Ecuatorial, cuando realmente lo que ocultaban esos contratos eran armamento militar”, completa la magistrada.
Giraron facturas con un importante sobrecoste, lo que implicó unas ganancias que sirvieron para el pago de dádivas a autoridades guineanasLa juez Ana Isabel de Vega Serrano
En concreto, los Kokorev giraron facturas al Estado de Guinea Ecuatorial “con un importante sobrecoste al real que debió haberse facturado, cuyas ganancias era ocultadas en el múltiple entramado societario, así como para el pago de dádivas a autoridades y funcionarios, desviando de esta forma los fondos de la cuenta del petróleo del Tesoro de Guinea Ecuatorial, para lo que estaba previsto”, prosigue la resolución.
En el sector naval
Esta compraventa de armas con sobrecoste estaba “enmascarada simulándose operaciones mercantiles en el sector naval”. Por lo tanto, esa actividad ilícita precedente tenia su origen en dos fuentes delictivas, según la juez. Una, la compraventa de armamento militar, de forma ilícita, y por otro lado, la venta de ese armamento por un precio superior al Estado de Guinea: “Por lo que en este caso tendríamos como ilícitos precedentes el tráfico ilegal de armas y la malversación de caudales públicos”, sostiene la magistrada.
Imagen de un vehículo militar tras la explosión en la ciudad de Bata
Esta familia rusa ocultó estas ganancias “obtenidas ilícitamente” poniéndolas “en el mercado legal”, utilizando para ello el mencionado entramado empresarial. Estas sociedades eran controladas por los sospechosos, que eran titulares de las mismas, “aunque utilizaban a testaferros para ocultar a los verdaderos dueños: la familia Kokorev-Maleeva”, concluye la juez.
Estos testaferros se encontraban al frente de sociedades constituidas en paraísos fiscales, como por ejemplo fue el caso de las firmas denominadas lntracostal Trading Services o en territorios “off shore” como SJ Marine Company Ltd, Unimar Ltd.
Hombres y mujeres “pantalla”
La instructora identifica en el auto a alguno de esos hombres y mujeres que actuaban como “pantalla” de los Kokorev. Eran Vladimir Stefanov, apoderado de la empresa lntracostal Trading Servíces S,A., quien actuó como comprador de armamento y equipamiento militar; Natalya Safronova, que intervino en la compraventa de armamento militar a nombre de lntracostal Trading Services S.A.; Histo Petrov Bilhyumov, que participó en la compra de armamento militar a nombre de la sociedad SJ Marine Company Ltd; y Vladimir Evdokymov, quien incluso fue condenado en Ucrania por trafico ilegal de armas.
“La utilización de estas sociedades era para simular ficticios contratos navales en los que ocultar sus ventas de armamentos militares y el sobrecoste de ellos y poder mover ese dinero obtenido por múltiples países, como Estados Unidos, España, Dinamarca, Suiza, Hungría y Guinea Ecuatorial”, prosigue la instructora. Y para ello utilizaban cuentas bancarias en distintos países, con las que adquirieron múltiples propiedades, tanto en España, -en concreto en Madrid y en Las Palmas de Gran Canaria-, como en el Reino Unido y Estados Unidos.
La compraventa de armamento militar por parte de los sospechosos y su intermediación con la dictadura de Obiang se inició con la empresa Kalunga Company entre los años 1999 a 2005. También utilizaron la firma Internacional Shipping Advisor S.A., en la que Vladimir Kokorev aparecía junto a Yulia Maleeva Meleeva como apoderados. A partir de 2005 recurrieron a testaferros para utilizar las empresas lntracostal Trading Services S.A y SJ Marine Company Ltd: “Son múltiples los contratos de compraventa de armamento militar que se han incautado en los registros realizados y examen de los soportes informáticos de los investigados”, concluye la magistrada, que ahora deberá decidir si sienta en el banquillo de los acusados a los Kokorev por tráfico ilegal de armas con Guinea Ecuatorial.
Villarejo investigó a los Kokorev para la dictadura guineana
El comisario jubilado José Manuel Villarejo cobró 1,5 millones de euros de Cándido Nsué Okomo, cuñado del dictador guineano, Teodoro Obiang, y que se encuentra en búsqueda y captura tras negarse a declarar en la Audiencia Nacional por el “caso Villarejo”, según adelantó LA RAZÓN. Según las pesquisas desarrolladas por la Fiscalía Anticorrupción, la facción de la dictadura en la que participa este pariente del presidente guineano contrató a Villarejo por 5,3 millones de euros para que investigara irregularidades de la facción de la dictadura liderada por el ministro de Petróleo, Gabriel Mbega Obiang Lima. Sin embargo, la Justicia española solo ha conseguido detectar el pago de 1,5 millones de euros.
En la investigación realizada por Villarejo, que él mismo denominó ‘Proyecto King’, el comisario jubilado relató que el ministro de Hidrocarburos, Gabriel Mbega Obiang Lima, uno de los hijos de la segunda mujer del dictador guineano, Celestino Lima, habría utilizado a los Kokorev como “testaferros” en algunas sociedades.
“Cuando se interrogó a Vladimir Kokorev por la procedencia del dinero, éste aseguró que su origen es legítimo y que proviene de sus negocios marítimos, en contra del Senado de EEUU que afirmaba que los fondos procedían de la cuenta de petróleo de Guinea en el Riggs Bank. Las investigaciones de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) de la Policía española han conducido a otras cuentas de los Kokorev en la Caja Rural de Canarias, donde adquirieron varios productos financieros, por ahora bloqueados por orden judicial y que en realidad pertenecen al verdadero beneficiario que sin duda es GM [Gabriel Mbega Obiang Lima], concluye el comisario jubilado en su ‘informe King’.
Villarejo también informó a su clientes que Kokorev reconoció a la Fiscalía española que llegó a conocer al aresidente de Guinea, Teodoro Obiang Nguema, durante la época en la que era funcionario ruso, y que a través de la sociedad Kalunga Company SA, únicamente administraba sus barcos y hacía operaciones en Panamá, Guinea y Canarias. “El matrimonio ruso es apoderado de otras sociedades que controla Gabriel Mbega Obiang Lima”, concluye el comisario en su informe.