Por Armengol Engonga Ondo, Presidente del Partido del Progreso de Guinea Ecuatorial.
Como nuevo Presidente del Partido del Progreso quisiera recordar lo que he narrado en muchas ocasiones sobre la historia de la fundación de nuestro Partido, que nació un día como hoy en el año 1983. Severo Moto, nuestro fundador, entendió que existía una manera de romper la dramática espiral de tiranía, violenta y abuso que sigue siendo la norma habitual de gobernar en nuestra República.
La fórmula que desarrolló fue la de crear una solida formación política capaz de dar respuesta a las necesidades de una Nación, que pasaba por estimular el deseo de sus habitantes de construir un espacio común en el que poder vivir con dignidad. Para ello se rodeó de un equipo de hombres y mujeres capaces de asumir ese espíritu de entrega y sacrificio que ha sido una de las principales características del Partido del Progreso. Muchos de los que empezamos hace tantos años, apoyando de manera leal a nuestro presidente, seguimos todavía en esta lucha, en el renovado empeño de llevar la democracia y con ella la dignidad a nuestro pueblo.
Nuestra manera de entender las cuestiones públicas siempre ha pasado por una clara apuesta por la democracia. Rechazamos el Partido Unico, propio de las tiranías, sátrapas y de todas las dictaduras. Entendemos, por tanto, que construir la República es cosa de todos los ciudadanos y que la democracia es la mejor manera de afrontar los retos de futuro para Guinea Ecuatorial.
Nuestra ideología está centrada en la persona como sujeto de pleno derecho, tanto en la sociedad como en la vida política. Según nuestros principios, todos los ciudadanos tienen el mismo derecho a vivir con dignidad. Creemos en la igualdad plena entre hombres y mujeres, sin ningún tipo de duda, y sabemos que no podemos abandonar a los que de alguna forma les ha tocado sufrir. Para nosotros la familia es lo mas importante, y por ese motivo queremos el mejor mundo para nuestros hijos, y unos hijos mejor preparados que nosotros para poder hacer frente a los retos del futuro.
Debo de reconocer que la vida en el exilio ha sido y es muy dura. Aunque vivir en el interior de Guinea, es mas duro todavía.
El Partido del Progreso se organizó sabiendo que existían y existen muchas personas que no han podido ni pueden escapar del maltrato, de la falta de oportunidades, de la escasez de recursos y de la falta de atención. Por este motivo, en nuestro planteamiento político básico siempre hemos contado con la militancia del Partido del Progreso en el interior de Guinea Ecuatorial, donde muchos han sufrido persecución, maltratos y muerte. Desde estas líneas todo nuestro reconocimiento por ellos, por su entrega y por todo su dolor. Que la sangre de nuestros mártires no quede nunca en el olvido.
La descomposición a pasos agigantados que se está produciendo en la dictadura, nos permite tener esperanza en que esta situación se va a superar. La tiranía está completamente agotada y sin recursos. Esta falta de alternativas nos obliga a seguir con fuerzas renovadas.
En nuestro Partido hemos completado un relevo que ha supuesto un esfuerzo por parte de todos para adaptarnos a la nueva realidad. Los órganos directivos de nuestra formación política aceptamos la renuncia del presidente Moto y de acuerdo con nuestras normas, he tenido el honor de recoger el testigo para que este proyecto no se pare.
No me gustaría dejar pasar esta oportunidad para agradecer a los dirigentes, a los cuadros medios y a los militantes su leal colaboración para llevar a buen puerto nuestro gran proyecto de crear una nueva Guinea libre y democrática.
El Partido del Progreso, como nos recuerda nuestro Fundador, se lleva en el corazón. Sin el trabajo de tantos hombres y mujeres dentro del país, esta aventura sería imposible.
El Partido del Progreso mantiene grupos activos, sedes permanentes y equipos de trabajo en muchos países del mundo. Así tenemos una militancia muy activa en Estados Unidos, Reino Unido, España y en varios países de a Unión Europea. Con todos mantenemos una acción política coordinada y eficaz. Igualmente son muchos los colaboradores no guineanos que apoyan nuestra causa en niveles muy altos e influyentes. Estamos preparados para cuando llegue el día en el que el pueblo sea dueño y señor de su destino.
En estos momentos, a pesar de la pandemia y de las muchas dificultades que tenemos, estamos participando en varias mesas de trabajo internacionales en la búsqueda de soluciones para alcanzar una transicion a la democracia sin traumas ni violencia. Os aseguro que este es un trabajo difícil, pero que dará frutos muy esperanzadores.
Mas pronto que tarde la dictadura entenderá que no puede seguir sometiendo a todo un pueblo, ni puede enriquecerse a su costa. Los guineanos quieren vivir en paz, criar a sus hijos en entornos seguros y que desaparezcan los caprichos y privilegios de los caciques de turno.
El país que queremos es el que surja de la suma de los deseos de todos los guineanos. No nos movemos por motivaciones personales, ni familiares, ni de tribu, ni de clan. Aquí no estamos para arrebatarle el poder a unos y ocupar su sitio. Trabajamos para crear un estado moderno, civilizado y solidario. No queremos la guerra, ni resolver por caminos violentos esta situación.
Aspiramos a colaborar en la construcción de nuestro país y somos muchos los que nos gustaría volver a casa con la certeza de que no vamos a morir en el intento. Son también muchos los que quieren tener oportunidades para formarse, crear empresas o negocios y formar parte de una sociedad que cuida la salud de su gente. Cada guineano quiere tener el derecho de poder realizarse libremente en la tierra que le vio nacer y en la que quieren vivir sin temor a ser asaltados o violentados.
El Partido del Progreso es la formación política con mejores cuadros técnicos que conozco. Hemos desarrollado planes estratégicos para dotar al país de buenas infraestructuras. Sabemos que la sanidad publica es una necesidad prioritaria y que la formación, la educación de nuestros hijos hará de Guinea una Nación fuerte y prospera.
Queremos trabajar para ofrecer a todos una justicia que no esté al servicio de nadie y una policía que no sean los matones de los jerarcas del régimen de la familia Obiang.
Una vez mas, reitero nuestra sencilla hoja de ruta para este periodo que se avecina:
1. Libertad para el pueblo de Guinea Ecuatorial: Libertad para los presos políticos; libertad de expresión; fin de la impunidad y de la violencia de la dictadura.
2. Regreso en libertad y con garantías de los exiliados para poder participar en la reconstrucción de nuestro pais.
3. Una apuesta decidida por la democracia, limpia y transparente. Un proceso que sea monitorizado por organismos internacionales independientes que no estén sometidos a intereses inconfesables.
Conseguir estos objetivos es posible, y en eso es en lo que estamos.