Los piratas están extendiendo su ámbito de acción e inquietan al Pentágono.
Operando libremente entre Guinea Ecuatorial, Nigeria y Gabón, las bandas que abordan los buques en el Golfo de Guinea están intensificando sus operaciones en tierra. Preocupados al ver crecer sin contro estos hechos, los Estados Unidos han enviado una misión a la zona.
La semana pasada, una banda de hombres armados atacó la localidad de Mbota, al norte de Bata, la ciudad costera de Río Muni, territorio continental de Guinea Ecuatorial. Desbordados por el asalto, la pequeña guarnición de policía de la ciudad huyó ante las bandas que venían del mar que se apoderaron de algunas de las armas dejadas por las fuerzas de seguridad. Este incidente se produjo después de las incursiones que tuvieron lugar en Bata a principios de noviembre, que a duras penas fueron contenidas por el contingente de soldados de Guinea Ecuatorial presente en la zona. Mientras, el carguero Luba, que viaja de ida y vuelta entre la isla de Bioko y Bata, también fue atacado por piratas que codiciaban su carga. Ninguno de estos incidentes ha sido objeto de una comunicación oficial.
Sin embargo, no han escapado a la atención de los diversos estados mayores occidentales que vigilan el Golfo de Guinea, especialmente del Comando Militar de los Estados Unidos para África (AFRICOM), que a mediados de noviembre envió una misión a Guinea Ecuatorial -con la que los Estados Unidos sólo tienen una cooperación remota- y a Nigeria.
Bata no es el único objetivo de los piratas: en la isla de Bioko, por ejemplo, en septiembre se realizaron incursiones en la planta de gas de Punta Europa, operada por la petrolera estadounidense Marathon Oil. La primavera pasada, dos barcos anclados en el puerto de Malabo, el carguero Rio Mitong y el buque de investigación Djibloho, fueron atacados.
El hecho es que el fenómeno va mucho más allá de Guinea Ecuatorial: los piratas activos en la región son capaces ahora de proyectarse hasta las aguas frente a Libreville, ocultando cargas de fuel en las islas que salpican el Golfo, en particular la de Annobon, situada a 600 km de Bioko y en la frontera de las aguas territoriales gabonesas. Gracias a este tipo de relés pudieron, durante la noche del 21 al 22 de diciembre de 2019, abordar en aguas gabonesas dos barcos de transporte del grupo marroquí Satram, el Tropic Down y el Rénovation, así como un barco de arrastre chino (Africa Intelligence del 05/02/20).