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miércoles, 14 de octubre de 2020

EL DISCURSO DE OBIAN CON MOTIVO DEL 12 DE OCTUBRE: HIPÓCRITA, CINICO, FALAZ Y VOMITIVO



Que me regalen el espejo mágico en el que ha mirado Obiang a Guinea Ecuatorial para pronunciar semejante discurso. Será el mismo en el que se mira él todos los días preguntándole quién es el mejor hombre de Guinea: el mas guapo, el primer estadista, el primer deportista, el primer magistrado.....  
¡Cuánta mentira junta¡. Desde la descripción de la situación de desarrollo en la que quedó la colonia en el momento de su independencia, hasta la figura del héroe que no necesita de los recursos naturales del país ni a su gente para generar prosperidad. Absolutamente normal que piense así, porque los recursos los ha vendido cuál subasta al que le ha ofrecido la mayor mordida y los ha utilizado para acallar a los que le han incomodado y se han dejado sobornar.
Los guineanos nunca hemos adquirido la plenitud de nuestros derechos, ni con el tío Macías ni con Teodoro, lejos de poder ejercerlos hemos visto como cada vez se pisotean con más fuerza.
Agradece el dictador a los ciudadanos extranjeros como le han llenado los bolsillos a él y a sus amigos, como para no hacerlo, han tragado por convertir a la “primera dama”, varios hijos y otros satélites en socios de los negocios más pujantes que han conseguido implantarse en Guinea.  Se refiere también a la lucha que ha emprendido contra la corrupción, lo tiene fácil, no tiene ni que salir de casa para empezar a ponerlo en marcha, allí encontrará los casos más sonados del país.
Cómo tiene el valor de hablar de ocupación ilegal del sistema colonial si él mismo ha conseguido superarlo, hoy quién tiene al pueblo sometido, amenazado, extorsionado y explotado es él, con el agravante de que no es nadie de fuera, quien lo perpetra es un compatriota si a estas alturas se le puede llamar así.
No hace falta ser un lumbreras para darse cuenta que ha proyectado sus propias aberraciones en los hechos pasados, como si hubiera existido un antes y un después tras su llegada al poder. Ese después que Obiang hace suyo (esto también) es por lo que estamos luchando los que él llama los delincuentes, jóvenes y mayores que no queremos y no podemos permitir que se dé su relevo generacional (Teodorín). ¡Ya basta de farsas electorales¡, si el pueblo guineano fuera realmente libre como lo dice su espejo, hace mucho tiempo que Teodoro Obiang Nguema hubiera sido juzgado y condenado por crímenes de “Lesa Humanidad”. 
Hoy se encuentra ante una encrucijada, el COVID 19 y la bajada del precio del petróleo ha puesto negro sobre blanco, todo está claro, durante los pasados años de bonanza económica en los que él y sus gobiernos han ordeñado al país nadie ha construido un escenario que permitiera un desarrollo colectivo. Y hoy necesita de la clemencia de su pueblo para sobrevivir al bache, el mismo al que timado una y otra vez o lo que es más grave, el mismo al que ha torturado una y otra vez.
Tanta alusión a la PAZ “mosquea”, ¿qué teme Obiang? Será por poner un ejemplo, que su pueblo no le perdone sus robos, torturas, asesinatos, enriquecimiento ilícito… y no esté dispuesto a admitir más sus “ELECCIONES AMAÑADAS”. O por poner otro ejemplo, que nadie se trague que los “fundadores” del Estado (él otra vez) busca unidad de criterio (el suyo también) para mantener la paz y permitir el bienestar de los guineanos.
Tendrá que elegir si seguir adelante con su plan de “colocar” a Teodorín o permitir que Guinea Ecuatorial se libere definitivamente de regímenes que impiden una convivencia democrática y un desarrollo económico justo. 
Y además nos insulta directamente, nos llama incapaces, porque a su juicio no tenemos la capacitación suficiente para llevar al país al éxito económico y a salir de la difícil situación a la que nos ha llevado su pésima gestión y su desmesurada ansia por el dinero ajeno. 
Está intentando sujetar algo que está ya fuera de su alcance. Teme como en una predicción de autocumplimiento, que los guineanos despierten de la pesadilla y como un hipnotizador de idiotas pretende seguir haciéndonos creer que lo tiene todo bajo control.
SE ACABÓ