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jueves, 22 de marzo de 2012

EL GOBIERNO ESPAÑOL DEBE COMPROMETERSE SERIAMENTE CON LA DEMOCRATIZACION DE GUINEA ECUATORIAL





Para el pueblo guineo no existe otro camino que la democracia. A estas alturas la dictadura de Obiang Nguema ha llegado demasiado lejos en su represión contra nuestro pueblo. Los partidos que luchamos en el exilio contra este dictador,  hemos conseguido que la opinión pública internacional reoriente su punto de mira hacia Guinea Ecuatorial y la cruel dictadura que padece.  Se ha iniciado ya la caza contra el tirano y contra toda la gran corrupción de su régimen, utilizando como símbolo máximo de latrocinio a Teodorín, su hijo mayor, paradigma del robo a manos llenas de los bienes del sufrido pueblo guineo.  En esta lucha no hemos estado solos, hemos contado con la inestimable ayuda de algunas oenegés,  de personas significativas, grupos diversos y gobiernos como el de los EEUU y Francia.

Los opositores gueneos que nos encontramos en suelo de la Madre Patria, no podemos, no  queremos  permitir que España quede fuera de juego. De la misma forma que en un momento determinado de la historia, España tuvo que conceder la independencia a su más preciada colonia, eran los signos de los tiempos, en este momento (después de mas de 40 años de dictadura), Guinea Ecuatorial reclama la democracia. Y  España, de nuevo tiene que estar ahí, tiene que responder a las aspiraciones de todo un  pueblo que exige libertad y democracia.

A Obiang ya no le valen los  reproches y regañinas, por  parte de algún político español voluntarioso. Ha llegado ya al punto de no retorno. En su huida hacia adelante, ha producido tanto dolor a su pueblo, que  ya le detestamos y sólo le consideramos una ladrón, un opresor  y un criminal dictador. A España le ha llegado el momento en el que tiene que decidir: o con la dictadura de Obiang, o con el pueblo de Guinea Ecuatorial. O unirse  a estos dos países, Estados Unidos y Francia, en contra de la dictadura de Obiang,  o quedarse fuera de juego.

Guinea Ecuatorial necesita sumergirse en el mundo occidental, no puede quedarse aislada en medio de Africa, necesita la conexión con la Europa de las instituciones, la Europa de las libertades y de los pueblos, y España es la puerta de entrada.  En infinidad de ocasiones, el líder del Partido del Progreso, Severo Moto, ha manifestado su deseo de que España y Guinea Ecuatorial caminen juntos, desde la independencia, desde el respeto mutuo, en la defensa de la democracia y de la libertad del pueblo de Guinea Ecuatorial. Valoramos el legado de la colonización española al territorio y al pueblo entero guineo, dejando una cultura, la cristiana y una lengua, la española, de la que puede sentirse sobradamente orgulloso, Guinea Ecuatorial, en su caminar por los derroteros de la vida cultural mundial. 

En mi exilio español, a pesar de las dificultades y trabas burocráticas que me he encontrado, nunca me he sentido extraño y he sido muy bien acogido por los españoles, me siento uno más. Y el pueblo llano español lamenta, como nosotros, que los guineanos estemos padeciendo una atroz dictadura, dictadura que siempre ha querido separar a ambos pueblos. Macías primero, y Obiang después, han intentado sacar a Guinea Ecuatorial de la cultura y hasta del idioma español, introducciendonos en la francofonía o intentando,  últimamente que nuestro país sea acogido en el área de países lusohablantes. A este dictador no le interesa la cultura que nos hace a todos iguales ante Dios y ante la ley. No le interesa una relaciones intensas entre ambos países, para que los guineanos no nos "contaminemos" con la democracia. Nos quiere aislados, fuera del mundo cultural e intelectual, fuera de la influencia de la cultura occidental. Desea que permanezcamos en el primitivismo, que participemos de los mitos y los miedos de este, para que sigamos siendo engañados y controlados por su dictadura.

En nombre del pueblo español y del pueblo guineo, pedimos al gobierno español, que no nos abandone, que se desligue de la dictadura de Obiang y apueste seriamente por la democratización de nuestro país. Estamos seguros de que, una vez alcanzada la democracia y la libertad de Guinea Ecuatorial, el marco de relaciones resultante será muy beneficioso para ambos pueblos en su conjunto y las  actividades e inversiones de las empresas españolas en nuestro territorio, se efectuarán a la luz del día, sin mordidas, con la seguridad jurídica que proporciona un estado democrático y de derecho.
Militante del Partido del Progreso, refugiado en España.