lunes, 12 de diciembre de 2022

RUPTURA Y CONSENSO, CLAVES EN EL PROCESO DE TRANSICIÓN A LA DEMOCRACIA EN GUINBEA ECUATORIAL



Por Juan Cuevas, Secretario de Formación del Partido del Progreso


En la mayoría de los países que han llevado a cabo transiciones a la democracia exitosas a partir de mediados del siglo XX, se dieron mediante una RUPTURA con todo lo que formaba parte del antiguo régimen: con los gobernantes, con las instituciones, con las formas de ser y actuar y, también con las costumbres.                                                              

Los más de 54 años de dictaduras en Guinea Ecuatorial han dejada una importante huella en la sociedad. Han destruido todos los valores y referentes morales de los guineanos, hasta dejarnos desarmados e impotentes frente a la fuerza de una dictadura militar, cada vez más violenta y asfixiante. Además de la violencia e intimidación ejercida sobre la población por todo el conjunto de las fuerzas represoras (policía y ejercito), Obiang Nguema ha contado con todo un ejército de pesebrirstas, cómplices y aduladores, entorno a un partido, el PDGE, que ha actuando como una auténtica fuerza paramilitar represora al servicio de la dictadura.

Otro factor determinante ha sido la utilización de la mentira y la manipulación, ejercidas ininterrumpidamente sobre un pueblo que ha pasado directamente de la colonia a la dictadura, sin apenas tiempo de imbuirse en los modos y costumbres propios de la democracia.

Como si eso fuera poco, Obiang ha contado con mucho dinero y con la posibilidad de malversarlo, utilizándolo de forma inadecuada en la compra de voluntades, con el objetivo de seguir manteniendo el poder. Ha comprado a parte de los gobernantes de su entorno, a algunos políticos destacados de Europa (ha quedado patente en un vídeo reciente). Está alimentando a potentes lobbys (en España y en los Estados Unidos), que le protegen y ayudan. Es patente la compra de voluntades entre los partidos del interior (lo hemos visto reflejado en las pasadas elecciones). Su larga mano está alimentando con dinero a importantes células del PDGE, en España, en Francia y en algunos otros países, con el solo objetivo de neutralizar las acciones de los opositores exiliados.

Todo este entramado de dominio y manipulación le ha permitido engañar por enésima vez a muchos incautos en sus ilegales y manipuladas elecciones del pasado 20 de Noviembre. 

También en nuestros propios grupos de whatsApp estamos viendo como se están introduciendo los pedegistras, camuflados de opositores, con el solo objetivo de sembrar la discordia y la desunión entre nosotros. Y también en los debates políticos de los medios opositores hemos permitido la entrada de algún que otro peso pesado del régimen. Parece como si la dictadura hubiese invadido todo el entorno existencial de nuestras vidas y nos sea imposible quitárnosla de encima. 

Frente a todo este panorama de fuerzas, de intereses, de perversión y manipulación de la realidad, los opositores nos vemos obligados a movilizarnos, a redoblar mas si cabe, nuestra lucha contra la dictadura, desenmascarando a todos los agentes del PDGE, camuflados de opositores.   

Por otra parte, llevar a cabo una transición hacia la democracia exitosa nos va requerir un importante esfuerzo. Está claro que nos acecha un grave peligro, el de cerrar en falso, el conformarnos con una democracia engañosa que no haya podido desembarazarse de muchos elementos dictatoriales. Por este motivo, es necesario plantear una total RUPTURA frente al antiguo régimen, limpiando el camino de elementos tóxicos que puedan dar al traste con el proceso. 

Plantear la RUPTURA, manteniendo el necesario espíritu de CONSENSO, requerirá madurez, equilibrio y mesura. En este contexto se hará necesario un ambiente de diálogo y de concertación entre todos los agentes que van a propiciar el cambio. 

En el Partido del Progreso siempre hemos mantenido que la participación activa de los exiliados será determinante a lo largo de todo el proceso de transición a la democracia. Así ha sido siempre en la mayoría de las transiciones que se han llevado a cabo con éxito en otros países. Los exiliados no han sido doblegados, al menos en su mayor parte, por la dictadura. Alejados del foco de perversión y de manipulación de la verdad que ha impuesto el dictador, e imbuidos de unas formas democráticas, que han podido conocer en los respectivos países democráticos en los que han vivido, los exiliados están llamados a ser la fuerza (la palanca) del cambio democrático para Guinea Ecuatorial.