NO QUEREMOS SER COMO VOSOTROS, TAMPOCO OS PEDIMOS QUE SEÁIS COMO NOSOTROS, SOLO OS PEDIMOS LA VOLUNTAD ENTRE TODOS PARA ENCONTRAR SOLUCIÓN AL PROBLEMA DE GUINEA ECUATORIAL
Por: Metodio José Obama, Presidente PPGE del consejo geográfico de Barcelona
Dijo Buda que “El odio nunca es vencido por el odio sino por el amor, y un mal entendido nunca termina gracias a una discusión sino gracias al tacto, la diplomacia, la conciliación y un sincero deseo de apreciar el punto de vista de los demás”.
Cualquier guineoecuatoriano, sea hombre o mujer, con mínima capacidad de raciocinio conviene en que los más de medio siglo de tiranía son suficientes años para encontrar la solución idónea de cómo deshacernos de este sufrimiento que tanto dolor, muerte y miseria nos ha causado. Una vez señalado y acotado el problema, toca encontrar las reglas, los procedimientos y los recursos que contribuyan a la búsqueda de la solución.
Siempre sale un erudito de estómago agradecido a preguntar qué se quiere resolver, o como dijo el mismo dictador cuestionando lo que dijo el expresidente Mariano Rajoy Brey, cuando éste reconoció que en Guinea Ecuatorial hay un problema muy gordo entre manos que hay que resolver. El dictador, en su ensanche y holgura escapa a ninguna parte, dijo que no reconocía que en Guinea Ecuatorial hubiera un problema. Pues lo hay, y muy grave. En problema de nuestro país es tan grande como tener un elefante dentro de una habitación donde solo caben dos opciones: o todos y cada uno de nosotros nos lidiamos con el problema, o preferimos ignorarlo, mirar por otro lado como si la cosa no fuera con nosotros y nos resignamos a condenar a muchas generaciones en la perpetuidad de las torturas, de los asesinatos y de una codicia que no conoce límites para el abuso y la crueldad. Éste es el problema.
RISA SARDÓNICA A LA ECUATOGUINEANA
Cuentan que, entre los bárbaros sardos, los hijos llevaban a los padres muy viejos a los montes para sacrificarlos entre fiestas y grandes risas, unas risas falsas que disimulaban otros sentimientos. Es la misma risa o la sonrisa que se dibuja, hoy en día, en la cara de cualquier guineoecuatoriano, esté fuera o dentro del país. Disimulamos ser felices, disimulamos estar exentos de problemas básicos superados en años por otros países, ya no digo accidentales para que nadie me venga con la excusa de “no estar a la altura de estas naciones”, no, cojo como referencia nuestros vecinos africanos. Tiranía salvaje, asfixia económica, brillante ausencia de sanidad y educación básicas. No hay color, no hay parangón para tanta infelicidad y ultraje por parte de la dictadura hacia el pueblo de la República de Guinea Ecuatorial, un pueblo que durante los cuatro años que duró el gobierno autónomo en témpora felicia.
LA ALTERIDAD SOCIAL Y POLÍTICA ES IMPRESCINDIBLE PARA SALIR DE ESTA DICTADURA Y PARA UNA DEMOCRACIA AQUIESCENTE QUE GARANTICE SU CONTINUIDAD.
Había pensado guardar este subtítulo para la intitulación de otro artículo que tenía pendiente, pero he preferido que encajarlo aquí y ahora porque viene hacer la continuidad del título del mismo.
Partimos de que cada persona es un mundo, cada uno de nosotros tiene sus problemas, tiene su proyecto de vida, lo que le gustaría hacer en la vida. Cada uno o una de nosotros tiene su forma de pensar, tiene su cultura, sus costumbres, su forma de vivir y de comportarse que no tienen porqué ser igual y común en todos.
No creo que tengo que recordarle a nadie que Guinea Ecuatorial es un país de diversidad étnica y cultural, como bien se refleja en nuestro escudo nacional. Esta variedad étnica y cultural es una fuente de riqueza en ideas y costumbres y para el progreso de nuestro país, así también como en la manera de pensar de cada uno de los individuos que conformamos la sociedad guineoecuariana. Por esto, desde el Partido del Progreso que humildemente preside Armengol Engonga Ondo, creemos en el respeto y comprensión hacia el otro, hacia los demás. Entendemos que cada persona es un mundo, y es fundamental entrar en su extensa complejidad para entenderle y darle el apoyo necesario. Reconocer a los demás, respetar su forma de pensar, su identidad, su cultura, etcétera para ubicarle en la posición de sus mejores deseos y proyectos es nuestra mayor preocupación.
LA TRANSICIÓN DEBE SER EL FILTRO Y CRIBADO DE FALSOS DEMÓCRATAS
La rémora, el lastre o la dificultad con la que nos encontramos, la amplia plataforma que opone a la tiranía en nuestro país, Guinea Ecuatorial, a la hora de diseñar o elaborar estrategias comunes o de puntos de encuentros, son los egos negativos, el narcisismo, la Parente calidad genuina cuando resulta engañosa, y la dublicidad o doble vida en la que viven muchos hombres y muchas mujeres guineoecuatorianas que dicen enfrentarse a la dictadura.
Suficiente tiempo hemos tenido para que veamos “la película política” de nuestro país y el papel que ha jugado y juega cada uno de los actores. Narcisistas, maquiavélicos, y hasta psicópatas, todos llenos de discursos anfibológicos, evasivos y egocéntricos, se han desfilado ante nosotros en esta primera bilogía de la historia política de nuestro país, desde que se independizó de España. Falta la segunda parte, que evidentemente tiene que empezar con una transición que va a abocarse en unas elecciones democráticas, previo filtro y cribado de precuela y mochilas que implican actuaciones, manías y comportamientos dictatoriales que nos pueden conducir, de nuevo, a secuelas tribulaciones.
No podemos volver a cometer los errores del pasado montando, de nuevo, a los lomos de otro tigre nervioso y autoritario. Ya pasó en 1968, y ha durado demasiado tiempo para que hayamos aprendido la lección, para hayamos aprendido que el sentimentalismo político nos ha conducido a los horrores del saqueo, las persecuciones, los asesinatos y a castigos impuestos para condicionar nuestro comportamiento.
La dictadura de los Nguema se apoyó y tuvo fuerza en la creación de identidades divisorias, que han arraigado, hasta hoy, nuestra sociedad. Ha hecho de nosotros y con nosotros lo que quería, ha moldeado nuestro carácter, ha creado una sociedad con pensamientos contradictorios, con actuaciones contradictorias y formas de pensar y de vivir igualmente contradictorias. Una sociedad dividida entre los que apostamos por el bien contra aquellos que han elegido para hacer daño a los demás, de oprimirnos, se perseguirnos, de negarnos nuestros derechos y hasta asesinarnos.
Como siempre ha dicho el presidente del Partido del Progreso, Dn. Armengol Engonga Ondo, poner límite y acabar con estos abusos está en nuestras manos, está en el consenso entre todos, sin protagonismos ni egos personales; por esto, desde el Partido de Progreso, no queremos ser como vosotros, tampoco os exigimos ser como nosotros, solo os pedimos entendimiento, trabajo conjunto y la buena voluntad del contrario.