martes, 15 de marzo de 2022

Mar en calma y viento en popa: EL PARTIDO DEL PROGRESO.


Por Luciano Ndong Esono Oyana,  militante del PPGE
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Hace unos días, el Partido del Progreso, nuestro Partido, el llamado a ser el referente en la órbita política guineana, celebró su 39 cumpleaños. No se trata del hecho en sí, NO. Es porque, esta vez, lo hace con una perspectiva diferente. La convicción y la garantía de que nuestro partido tiene futuro. Una cara nueva en la presidencia del mismo ha supuesto una verdadera inyección de vida nueva para aquellos que creíamos y seguimos creyendo que a nuestro partido, todavía le quedaba suficiente aliento para levantar el vuelo.
Las formaciones políticas requieren de un profundo análisis o un severo encuentro de reflexión cada cierto tiempo. Lo cual implica hacer un ejercicio de comparación sobre la trayectoria del mismo. Después llega la toma de decisiones y la consiguiente aplicación de las directrices consensuadas para la mejora en su siguiente etapa activa. El Partido del Progreso no está exento de esa ortodoxia que, por otro lado, es natural, de hecho, la crisis por la sucesión ahora superada ha sido causada por no aceptar que el partido adolecía de un profundo ejercicio de autocrítica. Han sido unos momentos si no difíciles, pero sí, suficientemente decepcionantes. Hemos superado esa rodera por lo que, no vale la pena recordar aquí lo que algunos veníamos vaticinando, cuyos resultados están a la vista de todos, hablemos más bien del futuro.  De una esperanza predecible partiendo de lo que estamos en estos momentos viendo, observando, divisando, lo que, con el nuevo liderazgo estamos percibiendo, estamos avistando.
El presidente Moto dimitió de todas las responsabilidades que en el Partido del Progreso ostentaba, lo hizo de manera irrevocable y decidió, basándose en los estatutos, que la presidencia interina debía estar presidida por quien había sido su vicepresidente durante treinta y siete (37) años, D. Armengol Engonga Ondo. Yo fui escéptico a ese relevo, pero había que conceder el beneficio de la duda. Un hombre del partido, curtido en bastantes batallas al lado del presidente Moto, se merecía su cupo de confianza. Yo, leal al partido que no a las personas, acepté la sugerencia del presidente saliente en el sentido de que la militancia apoyase al nuevo presidente. Dicho y hecho. Algo más de un año después, debo admitir que el presidente Moto, acertó en la elección de su sustituto.
En el año y medio transcurrido, he venido observando cautelosamente los movimientos del nuevo presidente (nadie va por ahí diciendo presidente interino, ni presidente accidental, ni mucho menos presidente por ausencia. Por la misma razón tampoco se le ocurriría a nadie decir al presidente Moto, expresidente. Todo ya está inventado) y su equipo, por ello quiero destacar algunos aspectos que encuentro de suma importancia:
- EL Partido ha puesto la maquinaria en marcha para recuperar a todos aquellos que se alejaron del mismo por diferencias con la antigua dirección. Lo que a mi modo de entender, significa recuperar y a tener más amigos que enemigos. En los últimos años, el Partido del Progreso se había caracterizado por considerar como enemigos tanto a nivel interno como fuera del mismo a todos aquellos que cuestionaban nuestras maneras de hacer política, fácilmente comparables al Partido de Obiang.
- Se empieza a resaltar la presencia y participación de la juventud, lo cual obliga a depositar la esperanza en un proyecto cuyo futuro está garantizado. No debe haber complejos respecto a ser relevado o no en algún momento. La juventud está para coger las riendas y eso, hace grande y perenne a cualquier proyecto bien sea político o de otra índole.  Es natural.  Es simplemente ley de vida. Sentirse amenazado por que exista una cantera en un partido político, es un puro ejercicio de fragilidad, de inseguridad.  
- La capacidad de asimilar y aceptar que la opinión del prójimo puede ser admisible. Razonable, incluso aprobada. Posicionamiento más humilde si cabe. Entender que, por encima de todo, está la persona. Que todo es efímero y lo que queda es la persona.
- Sentir que los proyectos políticos se asientan sobre la base de un trabajo colectivo. Que un equipo siempre vale más que un solo individuo.
- Escuchar absolutamente a todos y de todo, analizar con el equipo, saber cómo se debe responder en cada momento y esperar a que llegue ese momento sublime.
- De todo lo narrado en este apunte, me entusiasma el hecho de guardar un perfil bajo. No salir a la palestra por pura exhibición y trabajar sin hacer ruido ni jactarse de ello. Perfil bajo del Líder. No aparece si no es por pura necesidad. No dice una palabra por encima de la otra. Trabajar sin dar pistas ni hacer fausto u ostentación de lo que se hace en el partido.
En efecto, estoy convencido de que ha llegado el momento, el de apostar por un partido unido, fuerte y con proyección. Ahora que este partido vuelve a contar con muchos de sus hijos, es momento de prepararse para su congreso en la ciudad de Bata. No digo que todo está solventado, digo que con estas premisas, podemos y debemos estar unidos para acompañar al partido hacia su primer congreso en la ciudad de Bata. Guinea Ecuatorial.
Muchos somos gente del partido, nos mantuvimos alejados de la dirección del mismo por la deriva que había tomado. Hoy, en manos del actual equipo y con las sensaciones que transmite, volvamos al encuentro de nuestra formación política. Hagamos sin complejos, de nuestro partido, lo que siempre quisimos. Los tiempos se avecinan, el partido del Progreso ha de estar preparado para esos tiempos, en consecuencia, preparemos la rampa de despegue para situarlo entre los mejores en el momento justo.
Algunos se rigen por la verdad y la seriedad. Por esos terrenos piso yo. No descartamos a nadie, pero tampoco aceptamos los atajos por soluciones milagrosas. La mentira ha destruido a nuestro pueblo, a nuestra sociedad. Los partidos tienen que figurar, simbolizar la cuna del buen hacer, mantener las maneras de la dictadura, sólo podrá dejar en entredicho el sufrimiento de tanta gente, durante tanto tiempo. No es difícil hacer bien las cosas, simplemente es cuestión de voluntad y buena fe.
Todo sea por nuestro pueblo. Por el pueblo de Guinea Ecuatorial.
Que Dios se apiade de nosotros.