martes, 31 de mayo de 2011

'África no está lista para contagiarse de las manifestaciones árabes'

 
 
 
'África no está lista para contagiarse de las manifestaciones árabes'

Ana Martínez | Madrid



Cuando habla sobre la revolución en el mundo árabe, Michela Wrong parece reacia a creer que esto se contagie en otras regiones de África. "No vas a ver las revueltas de Libia, Túnez o Siria reproducidas más al sur de África". La italiana criada en Londres explica que "para organizar una revuelta como la que se ha vivido en la plaza Tahrir se necesita un grupo de gente más crítica que la que habita en la mayor parte de África". "No existe el sentimiento de solidaridad entre las diferentes clases sociales", añade.


Wrong es una periodista que ha trabajado como reportera y 'freelance' para varios diarios internacionales. Sin duda, tras viajar y vivir durante cuatro años por toda África, se ha convertido en una experta en temas africanos. Este continente ha sido el tema de todos sus libros. Su tercer y último escrito se titula 'Ahora comemos nosotros' -publicado por Intermón Oxfam- y relata la historia de John Githongo, a quien también se le conoce como 'el zar anti corrupción' por el trabajo que realizó en los dos años que trabajó investigando el Gobierno de Kenia en 2003. Sus páginas relatan cómo Githongo intentó destapar el llamado escándalo 'Anglo leasing' que involucraba el presidente del país en 2003.

Al preguntar a la experta sobre el título de su libro contesta que siempre supo cómo se iba a titular. "'Ahora comemos nosotros' es una frase que simboliza la manera de pensar que tienen los altos cargos del Gobierno. Comer significa en este caso robar". Lo que la autora quería conseguir con este relato es que la gente conociera la verdad sobre lo que ocurre en el Gobierno, por eso sus páginas tiene tono de denuncia. Las tiendas en Kenia no se atreven a vender el libro de la periodista por miedo a que el Gobierno les denuncie. A pesar de esto, la autora estima que "el libro ha conseguido que la gente sea consciente de lo que pasa".

Aunque el ejemplar da a conocer los trapicheos de los altos cargos de Kenia, Wrong explica que el 'leitmotiv' en toda África es el papel que toma Occidente con respecto al continente. "La mano de Occidente ha cambiado muchos países africanos -sobre todo el Tratado de Berlín- pero también ha hecho mucho daño", declara la escritora. No basta con donar dinero a los países que lo necesitan, hay que asegurarse de que se utiliza con responsabilidad y no se esfuma como por arte de magia. "Es muy difícil controlar cómo se gasta la ayuda que llega". Los Gobiernos extranjeros no parecen tener ni el tiempo ni las ganas de realizar esta tarea, además esto significaría que deben "intervenir en los asuntos de otros Gobiernos", lo cual no sería tarea fácil.
Cambio en el Gobierno de Kenia

En su opinión, Kenia necesita un cambio en el Gobierno. "El actual presidente, Mwai Kibaki, tiene 80 años", explica Wrong. "Necesitamos altos cargos más jóvenes. Existe demasiada diferencia de edad entre gobernantes y la sociedad". La solución no es simple, pero deberían tener claro que son ellos los que tienen la oportunidad de cambiar las cosas."Los africanos deben entender que las decisiones importantes no se toman en Londres, Roma y China, sino que ellos pueden controlar su destino". También es necesario un cambio en la mentalidad de la gente, ya que todos justifican la corrupción porque ellos mismos la utilizan en su día a día: "La gente cree que es la única manera de que el país funcione a causa de lo bajos que son los salarios".

Una pregunta clave es si el continente encontrará una salida a esta espiral de corrupción, ¿llegará algún día la democracia 'real' a Kenia? A este respecto la escritora tampoco parece demasiado optimista. Se discute mucho sobre una reconciliación en el país, no obstante, no siente "que haya un verdadero impulso de cambio. No veo que vaya a llegar a ningún sitio por ahora". De todos modos, podría producirse un evento similar al que estamos viviendo ahora en los países de Oriente Próximo "dentro de 10 años", ya que según la periodista se trata de algo "inevitable".

Concluyó hablando de las similitudes entre África y países europeos como Italia, España y Grecia. "Sobre todo en Italia existe esa cultura del 'gran hombre' que reina el país", al que se le 'perdona' o deja pasar los casos de corrupción y escándalos. En este sentido, Europa se cree superior a algunos países africanos y está claro que existen algunos denominadores comunes que asustan.

 FUENTE:
http://www.elmundo.es/elmundo/2011/05/27/internacional/1306507623.html